El permanente estado de obras al que está siendo sometida la ciudad desde hace tres años, sin demasiada coordinación, iniciando una fase sin que la anterior está acabada, está provocando un caos circulatorio y unas dificultades casi imposibles de salvar para los automovilistas. Hay puntos negros que nunca se solucionan, hay zonas en donde el peligro de accidentes crece de manera exponencial.
Esta es la intersección de la calle Mar Chica con la calle Valencia. En mayo estaban abriendo zanjas para instalar las tuberías de conduccion de agua y se produjo un accidente. Esta foto es de hoy, en donde la instalación de tuberias de distribución de agua a las casas tienen levantadas todas las aceras laterales y se ha producido otro accidente. Así es siempre, así es todo desde hace tres años. Se gobierna durante diez años, pero se hace todo en los dos últimos. Se levanta la ciudad al completo y las ya saturadas calles se convierten en una ratonera circulatoria de la que es difícil




