El tránsito del modernismo a la ruina


                El tránsito de un edifico modernista al de estado de ruina es lento pero inexorable. Gracias al vaciado de Cine Nacional, nos enteramos de que la Ley solo protege la fachada, por mucho valor que conserve y albergue en su interior. Lo viejo no importa y el modernismo ya es solo una etiqueta, o sea, fachada. Este edificio al que pudimos entrar por casualidad, tiene un interior espléndido y desconocido. Se trata de uno de los primeros edificios de la calle del Padre Lerchundi. No tiene ningún inquilino desde hace años. Solo conservaba cierta actividad por los locales de negocio en los bajos, que también se han extinguido por la Ley Boyer de Arrendamientos Urbanos.  En estado de abandono y habitado solo por los fantasmas. permanecerá así durante años, hasta que el estado de ruina inexorable haga imposible su rehabilitación. Quedará como mucho la fachada, pero eso no es nada. Si este edificio vacío fuese rehabilitado y puesto en valor, podrían tanto vivir familias como volver los negocios a la parte baja, pero no parece ser el propósito. Ya está demostrado que aquí no viene turismo, por mucho que ofrezcan en Fitur,  y que el único negocio seguro es el de la especulación urbanística y la burbuja inmobiliaria, que en Melilla no ha pinchado, ni tiene visos de que vaya a hacerlo.

 

Decoración en edificios de Melilla


                          Cosas que todavía pueden verse

Hace un un siglo, en los años de la expansión, el gusto por el modernismo propició una intensa y atractiva decoración en las zonas comunes de los edificios. Los suelos hidráulicos (baldosas decorativas de cemento pigmentado),  permitían la creación de atractivas composiciones, algunas asemejadas a alfombras. No solo se decoraban los suelos de esta forma.  En algunas casas se realizaban pinturas en los techos, o se decoraban con cenefas igualmente pintadas. Cristales de colores en las escaleras, pasamanos de madera, rejas forjada, artísticas losas, y listones de madera en el borde de los escalones (para evitar deslizamientos), son algunos de los elementos ornamentales que todavía pueden verse en algunos portales y edificios de Melilla. Cada vez quedan menos. Todo este pasado está a punto de perderse o en el camino de desaparecer.

            Queda poco, no está catalogado y muchos no saben de su existencia. Las reformas en los interiores de las viviendas están acabando con estos pocos restos decorativos, de las primeras décadas del pasado siglo.

            Todo esto sería interesante catalogar, referenciar, e incluso mostrar en hipotéticas visitas turísticas.

Nota: http://es.wikipedia.org/wiki/Mosaico_hidr%C3%A1ulico