Ceres Machado, la historia en el Kursaal


Isabel Martínez López, viuda del padre Jaén

Isabel Martínez era alguien especial. Su tono de voz, su calma y paz interior. La tormenta había pasado y ella estaba allí, para contar su historia a quien quisiera escucharla. No buscaba la compasión de nadie, ni reconocimiento alguno, solo que no se olvidara el nombre de Diego Jaén Botella. Fui muchas veces a verla, siempre con su hija Manuela, el vivo retrato de su padre. En 1999 no había cámaras digitales, ni teléfonos móviles, por eso no tengo ninguna foto con ella. Cuando me dio las cartas originales (escritas por otro preso) de su marido, era la primera vez que se desprendía de ellas en 60 años. Las llevaba siempre encima, pegadas a la piel. Me las dio con confianza absoluta, solo me dijo: «No me las pierda, esas cartas son mi vida». Esa misma semana se las devolví, tras hacerle las correspondientes fotocopias en color. Tras reintegrárselas, me dijo: «No las publique hasta que yo muera«. Publiqué las cartas el 20 de enero de 2002.

Todos conocemos el fuerte de Rostrogordo y el campo de fusilamiento. Allí llevaron a Isabel Martínez en la madrugada del 7 de octubre de 1936, fecha de la ejecución del Padre Jaén. Pasó con él sus últimas horas, se despidió de él, y cuando regresaban camino de Cabrerizas en el coche oficial, escuchó, como un trueno, la descarga de fusilería que abatió a su marido. Con mucha serenidad me dijo: Mi vida se acabó en aquel momento, no podré olvidar ese ruido mientras viva. Desde aquel momento ya solo tenía a sus hijas, y vivió solo para y por ellas. Luego vino su hijo Antonio, y esa es también otra historia.

Una historia de Ceres Machado

Ceres Machado, la más prolífica autora teatral de Melilla, ha dado forma a la historia más oculta y vergonzosa del último siglo en nuestra ciudad. Si algo pude percibir en 1999, es que de lo sucedido con el ex sacerdote ilicitano, y político socialista, nadie iba a contar nada, más allá de lo que era públicamente conocido y publicado, en Una Mujer en la Guerra de España de Carlota O´Neill. El modo en que esta ciudad se vengó de ese pobre hombre, resulta aterrador incluso para nuestros días. Fue perseguido, detenido, torturado, escarnecido públicamente, y finalmente ejecutado.

Ceres Machado tiene una habilidad especial, y es que conecta con el pasado, con esos personajes y consigue traerlos al presente, de modo que a lo largo de la representación vuelves a verlos y sentirlos. Te introduce en la historia poco a poco, y su magnífico elenco de actores se transforman en aquellos a quienes representan y vuelven a cobrar vida. Esa es la magia de Ceres Machado, de sus obras de teatro, y de sus actores y actrices de Sibila Teatro, que insuflan vida en la historia. Eso es una creadora.

Han pasado casi 100 años de la mayor villanía de nuestra historia, y esta obra, en la recreación de Isabel Martínez, ha conseguido una justa y necesaria reparación. Necesitamos que un monolito , monumento o lápida conmemorativa, recuerde e identifique el lugar en donde estuvo exhibido, como una fiera, el dignísimo padre y político Diego Jaen Botella. Mientras tanto, ya tenemos la recreación de Ceres Machado.

La Campana de la Medalla Milagrosa


                  La campana mayor de la Medalla Milagrosa

Enrique Delgado

       La campana mayor de la iglesia de Batería Jota o de la Medalla Milagrosa, fue fundida en los ya desaparecidos talleres de Constantino de Linares Ortíz, que se encontraban en Carabanchel Alto, entonces una pequeña población  y hoy un barrio incorporado a la  capital del Estado en 1948. La información, no conocida hasta ahora es de gran importancia, pues se trataba de una de las fundiciones más prestigiosas de España, y que figuraba entre los proveedores de la Casa Real española. Toda esta información figura en el cuerpo de la campana de la parroquia de la Medalla Milagrosa, a la que hemos podido acceder recientemente.

        La campana mayor tiene el nombre de: Jesús, María y José, y data de 1928, y fue fundida siendo capellán D. Ángel Fernandez. Se trata de la 2ª campana melillense de mayor calidad, tras la de la capilla del Centro Asistencial, de nombre Paquita, fundida en los talleres franceses de Paccard, de la localidad de Annecy. Las otras dos campanas que la acompañan no tiene nombre alguno y son lisas. La parte exterior de la campana presenta una cruz, de la que irradian los rayos del poder de Jesucristo. Es solo un año más antigua que la del Centro Asistencial.

                          La Fundición de Constantino de Linares Ortíz

            Las campanas de la desaparecida fundición de Carabanchel Alto, se encuentran en las catedrales e iglesias más importantes de España. La basílica de Ntra. Sra. de Las Angustias en Granada tiene una, de 130 kilogramos y datada en 1929. La Catedral de Málaga tiene dos, la denominada como Santa María de Araceli del año 1892, y la del Sagrado Corazón de Jesús, de 1908. En la población almeriense de Beninar existe una,  llamada Inmaculada y procedente de los mismo talleres. En Alcalá de los Gazules (Cádiz), en el templo de La Victoria, existe otra, llamada de San Francisco y San José. En Castilleja de Guzmán, localidad sevillana del Aljarafe, en la parroquia de San Benito, hay tres campanas de la fundición de Constantino de Linares, con los nombres de San Fernando, San Joaquín y Santa Ana. La lista puede hacerse tan extensa como se quiera.

                             La iconoclástia en Batería Jota     

             La iglesia de Batería Jota o de la Medalla Milagrosa sufrió como ninguna otra la devastación de la iconoclástia (1974-1989), llegándose  a tapar incluso un altar, en el que se veneraba a San Nicolás. El antiguo pozo de la parroquia quedó colmatado de ropajes procesionales, de enseres litúrgicos, e incluso algunas de las figuras que acompañaban a sus principales pasos de semana santa, como la del soldado romano que azotaba Cristo en el paso de La Flagelación. La Virgen del Mayor Dolor fue donada al Tercio Gran Capitán y el Resucitado fue enviado a la parroquia de San Francisco Javier. Solo se salvó el flagelado, que puede verse actualmente en la sede de La Cofradía. Las iglesias melillenses  quedaron vacías de imágenes, casi como las mezquitas, las sinagogas, o los templos luteranos; según me contaba una feligresa hace ya algunos años. Aunque ésto es algo que ya hemos contado y escrito.

                                   Escuelas y capilla del Ave María

          La evolución de las originales escuelas del Ave María, está perfectamente contada y escrita por José Luis Blasco en El Telegrama (13/12/1992), y su posterior transformación en parroquia. Su génesis puede datarse en 1915, por iniciativa del General Villaba. El fundador de todo el conjunto es el párroco castrense Ángel Fernández, consiguiendo la erección canónica de la capilla en 1927. Esta capilla primitiva, de la que Jose Luis Blasco localiza su emplazamiento, tenía 16 m².  Ese es el nombre que figura en la campana, colocada en el mismo año, 1928, en que abandonara la ciudad de Melilla. Posteriormente, en 1939,  fue erigida como parroquia. Aquí sirvió como sacerdote, el martirizado Diego Jaén Botella († 7/10/1936), con el que la ciudad, e incluso la propia parroquia,  sigue teniendo una deuda pendiente.