Godoy, Cerdán, Ábalos: Validos de España


Según la Real Academia de España (RAE), valido es: «el hombre que por tener la confianza de un alto personaje, ejerce el poder de este». Coincide la crisis de Cerdán con la lectura de un autor casi olvidado, Carlos Rojas Vila y su novela El Valle de los Caídos. El valido es una figura propia de los reyes absolutistas, o de políticos que se comportan con autoritarismo, y que delegan las funciones del quehacer diario en otra persona, que asume sus valores y representación. El problema es que cuando el valido falla, compromete por completo al representado.

Nos encontramos, apenas un mes después de la última visita de Pedro Sánchez a Melilla, ante una situación imposible de resolver, y que ya se barruntaba aquí. Alfonso Guerra fue el valido de Felipe González, que a su vez delegó en su hermano Juan Guerra, y eso pareció ser la madre de todos los escándalos. Pero en España no hay nada imposible de superar. Hay fotografías, cuadros, que valen todo un mundo, y que quedan ahí para toda la eternidad. Hemos escrito en pasadas ocasiones, que la imagen de una época la marca su final, que un error fatal o escándalo en la parte final de un mandato, lo acelera y marca para siempre y eso es lo que sucederá con el fin político de Pedro Sánchez, que se presume o muy próximo o agónico. Dependerá solo de si es capaz de acortar su calvario personal.

El retrato de la familia de Carlos IV, de Francisco de Goya, muestra a la vez el presente, el pasado y el futuro, vestido de azul, en solitario, se ve al futuro rey Fernando VII. Estos días atrás, apareció en las redes, una fotografía del año 2017, en Aldeanueva del Ebro (La Rioja), en lo que es conocida como «la epopeya del Peugeot», solo comparable a la larga marcha de Mao en China, en la que pueblo a pueblo y ciudad a ciudad, reconquistaron el poder en el PSOE. El que está en el centro, el único que mira a cámara es Santos Cerdán, que ocupa la misma posición que Mª Luisa de Parma. Pedro Sánchez saluda a la gente ajeno a la fotografía, sin enterarse de nada, pero el Poder es él. Todos lo demás, incluidos Ábalos y Koldo, son actores. El todopederoso Santos Cerdán era el valido, al igual que Manuel Godoy. Ábalos Meco era solo una pieza más de desgaste, al que hubo que sustituir demasiado pronto, dadas sus aficiones y vicios. Cerdán no solo se conformaba con vencer, también aniquilaba estatutariamente a los rivales políticos internos, como ha relatado la propia Susana Díaz recientemente. En la fotografía, magnífica, y parece que inédita hasta ahora, de las miles que se hicieron en la marcha por los pueblos de España, toda la sombra cae sobre Cerdán. salvo un rayo de Sol, mientras que toda la luz baña al gran lider, al Gilgamesh socialista, como no ha habido otro.

Todo está magníficamente relatado en un libro de José Felix Tezanos, De las primarias a la Moncloa. Está incluso relatado y cuantificado como Susana Díaz, con 64.000 avales, fue derrotada por Pedro Sánchez, que solo tenía 57.000. El libro de Tezanos, del que no hay reediciones, pronto se convertirá en un clásico. Sin embargo, en las votaciones se producirá el gran vuelco, quedando la líder andaluza con 59.000 votos y alcanzando Pedro Sánchez los 74.000. Para Tezanos, lo que llegaría sería Una Nueva Época.

   El final solo puede ser convulso.  No se llegará al Motín de Aranjuez, pero el Congreso ya lo parece. ¿Largo o corto? Esto es lo único que queda por dilucidar. A Navidad no llega nadie.

Filtraciones y puntos de fuga


Consideraciones sobre el procesamiento del Fiscal General del Estado

Vienen semanas y tiempos de zozobra, y de pesadumbre, en el que la vida política se va a dirimir frente a la Administración de Justicia. Si alguien no necesita una defensa adicional, es un fiscal general, o un ministro de Justicia, o un gobierno en pleno. Tienen recursos y medios para hacerlo por sí mismos. Sin embargo, si es necesario realizar algunas consideraciones sobre determinadas situaciones, que crean perplejidad e inquietud en la ciudadanía, porque estamos viendo como representantes de los poderes del Estado, son alcanzados por acusaciones de gran calado, e incluso sentenciados, que es el único acto jurídico que destruye la «presunción de inocencia». La investigación, antigua imputación, por sí sola, no basta. El daño que se hace a alguien que luego es declarado inocente, es irreparable, como por ejemplo el expresidente del FC Barcelona, Sandro Rosell. Hay demasiados casos ya, y de sobre conocidos. La cuestión de la dimisión de Álvaro García Ortíz, Fiscal General del Estado no es una necesidad primordial. Lo que dañaría a la FGE sería que su titular fuese condenado. Para examinar esta posibilidad, se hace necesaria la lectura del Auto del Magistrado del Tribunal Supremo, D. Ángel Luis Hurtado Adrián.

Causa Espacial nº 20557/2024

Si alguien conoce la Ley en España es un juez, o magistrado. Si alguien la conoce también, es un un fiscal. Son integrantes del mismo estamento, que no clase. Por tanto no se les puede presuponer ningun error, ni a uno ni a otro, porque ambos basan su actuación en su estricto cumplimiento. Diferirán solo en la interpretación. Es más, en los juicios no pueden ir el uno sin el otro. En una causa, si no hay apoyo fiscal, no prospera, salvo que exista una acusación particular, y de aquí vienen todos los lios.

En esta Causa Especial, los que la promueven son los presuntos acusados de posibles delitos fiscales. son Alberto González Amador y su representación legal, por tanto, si son los inductores, serían los principales interesados en cambiar el área de juego, o lo que es lo mismo, que no se juzguen y aventen sus presuntos fraudes fiscales, continuados o no, y transformarlo todo en una causa contral el Fiscal General. El Juez Ángel Luis Hurtado actúa a instancia de parte, no de motu propio, y fundamenta en su propia auto el porqué del mismo y de sus investigaciones. Han cambiado claramente el terreno juego. Es una acción contra la 3ª línea de defensa del gobierno. La 4ª línea, la del Partido, ha caído hoy mismo con Santos Cerdán, y el Presidente Pedro Sánchez está ya totalmente expuesto.

Fuentes judiciales nos comentan que un juez instructor no tiene porque aportar pruebas, salvo que existan, y que es suficiente con que existan «indicios racionales», visibles para todos, para llevar un asunto a juicio. El magistrado instructor, por definición, no puede incumplir ninguna ley, aunque se puedadiscrepar de sus indicios, pero eso lo verá otro juez, y eso constituye la garantía procesal, La reforma que pretende instruir solo los juicios a instancias de la Fiscalía, es inquietante, porque este estamento es jerárquico y sí está relacionado con el Ejecutivo, o sea, el 2º Poder del Estado. Esto sí podría comprometer la separación de Poderes, exista esta o no. La Justicia es independiente, otra cosa es que esté menos separada de lo que sería deseable. Son muchos los jueces que dan el salto al estamento político.

Filtraciones y puntos de fuga

¿Es delito filtrar información? Nuestra fuente judicial nos dice que no, que el delito será revelar secretos y aquí no se han revelado secretos, sino una información, en la que los primeros interesados en revelarla, caso de que la Fiscalía hubiese cometido algún error, podrían los demandantes, o su entorno. Podría ser así porque desplazarían el foco de atención, como de hecho ha ocurrido. En el Auto, publicado por el propio Tribunal Supremo, se dice: «A raiz de indicicaciones recibidas de Presidencia del Gobierno, y conociendo que se trataba de Alberto González Amador, pareje de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la CA. de Madrid, el FGE. entrró en una dinámica de un frenético intercambio de comunicaciones entre distintos fiscales, a través del sistema de mensajería de Whatsapp. El auto reconoce que la información circulaba en redes, el diario El Mundo publicó una primera noticia a las 21h 29´del 13 de marzo de 2024. Entre esa hora y las 23h 51 en que publica la información la Cadena SER, se debieron cruzar centenares de mensajes, vía redes sociales, correos electrónicos o llamadas directas. Cualquier pudo filtrar la información que se juzga, esto es, el posible ofrecimiento de una pacto judicial a la Fiscalía. Todo el procedimiento llevaba desarrollándose desde el mes de febrero.

Todo está debídamente fundamentado y razonado por el Juez Instructor, en párrafos separados y numerados, a lo largo de las 50 páginas de su Auto. La Fiscalía General elevó su protesta por el registro de su sede y `por la incautación de los teléfonos móviles del Fiscal General Álvaro García Ortíz, de los que se había borrado información, sin que se pueda especificar de qué clase. La duda no puede ir en contra del encausado, o reo, y esto es un principio jurídico. Si Juez y Fiscal conocen las leyes, quizá la información borrada fue solo privada o personal. El Fiscal reprochó al Juez, en su interrogatorio, esa investigación tecnológica. A su vez, el Juez reprocha al Fiscal ese borrado, que retrasó o prolongó en demasía, toda esa investigación. Evidentemente, al igual que hay desacuerdos entre magistrados, también lo hay entre los fiscales y sus Salas, pero esto tampoco en indicio de nada, a nuestro juicio.

La única afirmación del Auto en la que se escribe: «Siguiendo indicaciones de Presidencia del Gobierno», no se deduce ni extraer de lado alguno.  Se trataría pues de una opcinón,  y no de un indicio. Es una afirmación que sorprende.

Solo hay una duda sobre una pregunta de una fiscal al Fiscal General, que puede generar confusion: ¿Has filtrado la nota?, pero que se puede interpretar de muchas maneras, La más leve sería la de ser una pregunta indagatoria, entre fiscales, y no la de confirmación de una sospecha, o retórica, en la que ya se sabe la respuesta. Lo que sí queda claro es que la Fiscalía General preparaba una nota oficial, sobre un asunto que ya era público, y que estaba en los mentideros de la capital del Estado. Queda claro, dice el Auto, que el detonante de todo, es la publicación en el Mundo de su avance informativo o noticia, sobre el caso de la pareja de la presidenta Ayuso. De lo que presumiblemente se acusa al Fiscal General es de Violación del Código Ético de la Fiscalía, y la violación del deber del mantenimiento del sigilo sobre los casos de los administrados. Eso sí, sin que nadie haya visto o tenga constancia de que el Álvaro García Ortíz, pulsara el botón de enviar. ¿Qué daño puede haber para alguien que ya se defiende, negocia o no, un mejor trato para su posible fraude fiscal o error contable? Lo que se aprecia es que lo pudo filtrar cualquiera, incluso desde fuera del ámbito investigado.

Las reformas de la Justicia y de la Ley de procesamiento

Cualquier Estado, incluso los menos democráticos, tienen necesidad del Derecho. La clave es la independencia de su Poder Judicial. Todo lo que sea fomentarla, y situarla al alcance de los ciudadanos es loable, porque es el contrapeso y garantía frente a excesos como los de Donald Trump en la 1ª Democracia del Mundo, la de Estados Unidos. Solo hay un punto que genera algunas dudas, y es el de dejar la instrucción solo en manos de la Fiscalía. La eliminación o restricción de las acusaciones particulares no es ningún factor inquietante. Abrir el acceso a la magistratura a sectores sociales mas amplios es un necesidad.

  Sin embargo, el dejar a la Fiscalia con la llave de la instrucción procesal sí es inquietante, a la larga es certificar el fin de la separación de Poderes, y situar al Ejecutivo en el vértice de la pirámide.

La «tierra firme» de Pedro Sánchez


   La Larga Marcha es el proceso de retirada estratégica de Mao Zedong y Zhu Enlai y sus «guardias rojos» a través del territorio de China, entre 1934 y 1935, tras el cual se hicieron con el control de parte del territorio chino, y que a la postre les daría el triunfo sobre los nacionalistas de Chiang Kai-Sheck.

 La Larga Marcha de Pedro Sánchez se inicia en 2016, cuando los dueños del partido, entre los que se encontraba Rodríguez Zapatero (que hoy grita airado en los mítines) dirigen una auténtica caza del hombre político contra Pedro Sánchez, al que responsabilizaban de la cosecha de los peores resultados del partido socialista en toda su historia desde la restauración de la Democracia en España. Todo está muy bien descrito en «Había partido: de las primarias a la Moncloa«, de José Félix Tezanos. El Comité Federal del PSOE liquidó a Sánchez a la vista de todos, con pucherazos, con personas escondidas tras las cortinas, con traiciones y deslealtades diversas, y fue arrojado a las tinieblas. Y allí, en un ambiente denso, pronunció su más célebre frase: «Esto no se ha acabado«, versión adaptada del «Volveré» del Terminator. Todos los que le traicionaron iban a pagarlo caro (o están fuera, o mendigan los aplausos de la derecha, como Joaquín Leguina), mientras que los que le fueron leales conforman su núcleo duro, esos en los que siempre confía, y en nadie más.

  En la historia de los partidos políticos de la presente etapa democrática, no se ha visto nada igual. Los que han caído en una conspiración, sucumbieron para siempre. Solo se perdonó a Susana Díaz, y se le ofreció un puesto en el Senado por designación Autonómica. El resto del libro presenta la cuestión de la redefinición de la socialdemocracia o la situación de la democracia en los partidos, pero sin resolverlas. El gran empecedor contra Sánchez es Tomás Gómez, en la Federación Socialista Madrileña, al que acusa de «haber tenido secuestrada a la FSM». Este libro y el Manual de Resistencia son casi el mismo, narran el mismo periodo de hechos, pero el último en primera persona.

       El Partido de Pedro Sánchez

  Durante medio año, apoyado por su familia y un grupo de leales, recorre cada federación socialista y las incorpora a su causa. Las que se le unen voluntariamente son recompensadas, las que le son esquivas, como Andalucía o Madrid serán arrasadas. No quedará ninguno de los viejos nombres. Pedro Sánchez recupera y construye un partido socialista a su imagen y semejanza, como hiciera Felipe González en Suresnes en 1974, sin sombra de traiciones, o al menos eso cree él. Lo único que hermana, incluso ideológicamente a ambos dirigentes, son las siglas. Sólo González es su alter ego en el partido, aunque le profesa un gran respeto. Todo lo demás ha cambiado, incluso las definiciones. En 2017 el apoyo popular a Sánchez era inmenso, aunque eso luego no se tradujera en una representación parlamentaria amplia. La aparición de los nuevos experimentos políticos como Podemos y Ciudadanos (ya extintos o en desintegración final), redujo la fuerza del bipartidismo clásico, que quedó muy mermado. El único que decidirá su final será él mismo, o los votos de la ciudadanía, que aunque no le sostienen lo suficiente, tampoco le disminuyen el grado de apoyo. En el presente año y en solo 2 meses, fue capaz de recuperar 1 millón de votos, con el que frenar el acceso de la ultraderecha de VOX, al gobierno de la nación. Este es su principal objetivo y así lo expresa en su más reciente libro Tierra Firme, título homónimo a una novela de la escritora Matilde Asensi. Aquí sus asesores, redactores o colaboradores, se han apuntado un tanto negativo. El título hubiese mejorado solo con la utilización de una preposición ( en, hasta, desde, por) o cualquier otra. 

Investidura fallida, expulsión del PSOE, moción de censura, la cólera y el Manual de Resistencia

 Curiosamente, porque nadie parece leer los libros de los presidentes, el Manual de Resistencia es todo menos eso. No se dan instrucciones para resistir, ni tampoco se justifica el motivo, Hay muchas dosis de suerte en su trayectoria, de «baraka». Entre el 1 y 2 de marzo de 2016, Pedro Sánchez se somete a una investidura fallida tras su acuerdo con Ciudadanos de Albert Rivera. Podemos cometerá un gran error político y auspiciará la caída de Sánchez votando «no» en la sesión de investidura. En realidad solo buscaban vengarse de Pedro Sánchez, por no haber conseguido relegar a los socialistas a la 2ª fuerza política de la izquierda. De haberse dejado formar ese gobierno, Mariano Rajoy no se habría dado una segunda oportunidad a Rajoy para prolongar su agónico gobierno, lastrado por la corrupción y la sombra de la utilización del Poder público para la persecución de personajes públicos. La aparición de VOX se hubiese retardado y su fuerza electoral mermada.

  Los 85 escaños del partido socialista en 2016 son utilizados en su contra por los conspiradores de octubre. Pedro Sánchez se ve obligado a dejar la Secretaría General, y en un arrebato de cólera renunciará a su acta de diputado. Formulará otra de sus frases célebres «No es no», y abandonará el Congreso para no verse obligado a abstenerse en la investidura de Rajoy. En solo medio año habrá reconquistado su Partido, y se convertirá en el primer presidente del gobierno que ni siquiera es diputado, y que accede al cargo por una moción de censura triunfante, la del 1 de junio. El uno siempre presente en sus grandes acontecimientos personales y políticos.

    En Tierra Firme

  Pedro Sánchez entierra firme a todos sus adversarios, tanto los internos como los externos. Casado, Leguina, Gómez, Iglesias, Rivera, habitan ahora en los círculos del infierno o del purgatorio político. Algunos más esperan engrosar esa lista, como Isabel Díaz Ayuso, a la que accederá en cuanto encuentre un candidato con el que hacerle frente en Madrid. Su línea semi histriónica, empieza a mostrar signos de debilitamioento. La gente prefiere gestión y busca a quienes sean capaces de llevarla a cabo. Lemas como «socialismo o libertad», pueden resultar eficaces, pero no se come, o vive con ellos. Aun así, el caso de Madrid es extraño.

  ¿Qué es Tierra Firme? Son las reflexiones surgidas del susto electoral de las elecciones municipales y autonómicas de Mayo, de 2023. Pedro Sánchez está acostumbrado a vivir en el mismo borde del desfiladero. A formar mayorías de gobierno imposibles, aunque ello le suponga desdecirse o rectificar sus anteriores planteamientos. Esa versatilidad crispa a sus adversarios, entre otras cosas porque no logran su descarrilamiento electoral, ni siquiera en las condiciones más adversas. Uno no debe culpar al otro de variar sus postulados o de ser imprevisible, y esa sí es una de sus principales virtudes, imprescindibles en un político. Su defecto, o el de sus asesores, es no reconocer abiertamente y con prontitud, esos cambios de postulados. Pedro Sánchez apoyó claramente la aplicación del artículo 155 tras el desafío independentista catalán, solo que ahora ha visto la necesidad de aplicar una amnistía política a todos los implicados en la irresponsable acción de Puigdemont (una declaración de independencia que duró un minuto es una charlotada), pero ya la llegará la hora de ajustar esas cuentas.

 Tierra Firme es también la declaración airada contra todas las calumnias de las que se le ha hecho objeto, y de las que sus colaboradores no son capaces de atajar, algo de lo que también se queja. Resulta sorprendente que un Presidente de Gobierno tenga tan poca defensa ante difamaciones gravísimas (traidor a España, sepulturero, asesino, gobierno Frankenstein, relaciones familiares con el narcotráfico, negocios en Marruecos, dictador, golpista, tirano, psicópata, etc). El energumenismo de los gritos en su contra en los actos institucionales es algo que debería ser evitado. No es posible que actos, incluso con la presencia del Jefe del Estado Felipe VI, se vean sometidos y condicionados por esa manifestación de zafiedad extrema. En Manuel de Resistencia manifiesta su sincera sintonía con el Monarca. España puede estar en riesgo, pero por parte de aquellos que intentar desestabilizar incluso el propio entramado constitucional. El primero que escribió sobre la necesidad de una segunda Transición fue José Mª Aznar, y no Podemos, que finalmente acabó participando alegremente del Régimen del 78.

  ¿Qué nos espera? Bronca, la hipérbole y el hipérbaton político (la alteración de los términos y significados). Todo es fascismo o comunismo, golpes de Estado y traiciones a España, la sombra de la liquidación de los Tres Poderes, aunque no sea cierto o muy discutible, o no estén tan separados. El libro es un programa político para el futuro, que se cumplirá o no, dependiendo de los resultados electorales. Tierra Firme no es el libro rojo de Mao. Leídos todos los libros, afirmamos que por lo general, el pueblo sabe muy bien lo que vota, y distingue entre unas elecciones generales, unas autonómicas, europeas o unas municipales. Los partidos suelen plantear una unidad de acción electoral, pero la gente separa perfectamente su voto. Sólo que en un mundo de listas electorales cerradas, los partidos no buscan la eficacia o la competencia personal, sino la adhesión del acólito.

En política no existe la tierra firme. Abunda el lodo fino y las arenas movedizas. En los libros, además del detalle del colchón de Rajoy, y otras anecdotas de bajo calado, no hay detalles que permitan interpretar a la persona.

Siempre es el momento


El eterno retorno de lo mismo

Mariano Rajoy volvió a Melilla, una ciudad que es importante y que importa mucho en la historia de España. Los principales personajes que han configurado la historia de nuestra nación han pasado por aquí en algún momento, hasta el «soldado Josep Tarradellas«, primer presidente de la Generalitat de Cataluña tras restablecerse la Democracia en 1978. Mariano Rajoy lleva mucho tiempo viniendo a nuestra ciudad desde que en 1997, con ocasión del V Centenario, lo hiciera como ministro de Administraciones Públicas, para presidir los actos solemnes de la efeméride de la gloriosa conquista de Melilla, por las huestes del Duque de Medina Sidonia y bajo la administración del Obispado de Badajoz. Pese a todas esas visitas, quizá sea el personaje político que más veces nos ha visitado, nunca lo hizo como Presidente efectivo del Gobierno de España (2011-2018). Ante la proximidad de su victoria, Alberto Núñez Feijóo, también ha evitado pisar nuestro perímetro, porque Marruecos vigila a los presidenciables, aunque sí lo hiciera en la campaña de las pasadas elecciones municipales. La visita de Mariano Rajoy solo puede entenderse en esta clave, porque se trata de un ex presidente. Debería ser una obligación que todo Presidente del Gobierno visitase las ciudades de Melilla y Ceuta en su mandato.

Claves de la campaña inexistente

La campaña política en estas elecciones Generales de 2023 no existe en Melilla, porque la derrota es segura para todos, excepto para el Partido Popular, que cuenta con un colchón inabordable de 10.000 votos de diferencia con el siguiente partido. Tanto es así, que el partido que vuelve a liderar Melilla ha realizado tres movimientos que no ha explicado, ni que tampoco nadie se ha interesado por los motivos, como son el traslado del diputado Díaz de Otazu al Senado, y la sustitución de Sofía Acedo e Isabel Moreno, destinadas a integrar el gobierno de la ciudad, y a ser cabezas visibles en el mismo. Nadie lo ha preguntado y desde El Alminar tampoco lo haremos. Dentro de nuestro silencio, que mantendremos, nos parecía necesario mencionarlo al menos.

Si las previsiones son las que son, dentro de poco habrá que renovar todos los cargos de libre designación dentro del área del Estado, y esto no es una cuestión menor.

Verdades y mentiras

Para saber qué es una mentira, primero debemos ponernos de acuerdo sobre qué es una verdad, y definir su contenido, como dice el profesor Pablo Frontela en su tesis doctoral «La Metafísica como problema lingüístico y gramatical en Nietzsche». Si no definimos ésta, no podremos saber cuando ocurre la otra. ¿Existen verdades en política? La realidad es que no, salvo que una afirmación sea tenida por una verdad, lo cual sería un error. «Nunca gobernaremos con Bildu» o «nunca gobernaremos con VOX«, afirmaciones hechas por los dos grandes partidos mayoritarios, no constituyen verdades, pero la realidad es que no se han cumplido ni la una ni la otra. Luego entra en juego el lenguaje y se afirmará que no es lo mismo «alcanzar acuerdos» que «gobernar con», lo que lleva cierta carga de veracidad. Lo cierto, lo relevante, es que Pedro Sánchez no ha sido un presidente mentiroso, aunque pase por ello, y que Alberto Nuñez Feijóo tampoco se ha distinguido por decir verdades, sino más bien, por eludirlas. Para evitarlo, tampoco acude al debate a cuatro de TVE en el día de hoy, para evitar «restar». La realidad de los pactos demuestra que es menos cierto que Pedro Sánchez gobierne con Bildu, aunque tenga su apoyo, que el que el Partido Popular gobierne con VOX, que es más evidente.

El síndrome de Casandra

Cuando nació el Alminar cambió el ciclo político nacional, cuando el Presidente Rodríguez Zapatero convocó las elecciones Generales para noviembre de 2011. A remedo de la gran profetisa Casandra anunciamos la amarga derrota que le esperaba, y así fue. Sin embargo, los dioses, para neutralizarla, consiguieron que nadie la creyera. Eso sucedió durante el largo asedio de Troya. ¿Qué ocurrirá ahora, nos preguntan? y mucho nos tememos que lo mismo. En mayo de 2011 Juan José Imbroda obtuvo una de sus más resonantes victorias, con más de 16.000 votos y 15 escaños en la Asamblea de Melilla. La situación se ha repetido 12 años después.

La diferencia actual es que el Presidente Zapatero esperó hasta noviembre , y que el Presidente Pedro Sánchez ha querido evitarse unos meses de agonía, en un gobierno internamente insoportable. Esta es la sensación que se transmite. Al utilizar la palabra «remontada» en la campaña, se está diciendo claramente que se va por detrás, lo que no resulta demasiado halagüeño. Todo dependerá de los pactos que «no van a hacerse», solo en principio, con el entramado liderado por Sumar y prolongado por Bildu-Esquerra, uno; y con la ultraderecha (porque lo es) de VOX, otro. Ambos pueden quedar atados por sus extremos. Pintan bastos para todos.

Siempre es el momento, pero no sabemos de qué. Puede ser el momento de avanzar hacia algo nuevo, o de retroceder hacia algo ya visto. Como escribiera Maquiavelo: «las experiencia muestra que quienes han hecho grandes cosas han sido los príncipes (gobernantes) que han tenido pocos miramientos con respecto a sus propias promesas«. Aquí ya no hay nada más que decir.

El enigma Sánchez


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                ¿Quién es realmente Pedro Sánchez?. Las opciones que manejamos son tres: La primera le sitúa como una persona audaz al que la suerte le da la cara, un remedo moderno de Ulises, el único gran personaje, que sin ser héroe,  sobrevivió a la Guerra de Troya. La segunda le identifica como un hábil estratega, que sin ser un  grande como César o Marco Antonio, consiguió hacerse finalmente con el poder y consolidarlo, caso de  Octaviano. La tercera le emparenta con el rey Pirro, un personaje enigmático, que consiguió derrotar tres veces a los romanos pero con grandes pérdidas, lo que le llevó a exclamar: «Otra victoria como esta y estoy perdido».

            En estos días de debate de investidura, ha sorprendido como un candidato a la Presidencia, y Presidente en funciones, se ha expuesto de modo voluntario y en forma hasta casi humillante,  en el campo de tiro del adversario, solicitando con obstinación, una abstención a quienes no están dispuestos a dársela. Nada que decir de Casado, pero sí advertir la inquietante actitud de Rivera, cuyo perfil recuerda ya al del emperador romano Nerón, quien en su juventud estuvo rodeado de los mejores preceptores, como Séneca, pero que una vez que rompió amarras con todos, acabó convirtiéndose en un problema para el Estado. Su desmedida ambición de poder, ya está creando problemas en las relaciones parlamentarias, pues carece de empatía y no respeta siquiera las normas de cortesía debidas a un presidente en funciones.

                                                    Victorias y derrotas

       En 1996 Felipe González, llamó dulce derrota a un resultado que le otorgaba 141 escaños, tras conseguir 9,5 millones de votos. Jose Luis Rodriguez Zapatero alcanzó los 164 escaños en 2004, y los 169 en 2008, en ambas ocasiones refrendado por 11 millones de electores. En el año 2011, Alfredo Pérez Rubalcaba se quedó con 110 diputados, y 7 millones de votos, en una derrota que correspondía en realidad al gobierno de Zapatero. ¿Cómo hay que llamar a una victoria, la del mes de abril de Pedro Sánchez, con 123 diputados y 7,5 millones de votos?. Sólo tiene un nombre, pírrica. Sus resultados solo suponen 13 diputados más que la gran derrota de Rubalcaba.

      El contexto político ha cambiado y Pedro Sánchez se ve ayudado por la falta de líderes claros y consolidados en el campo contrario, salvo en el caso de Pablo Iglesias. Es un líder sólido, pero cuya vanidad política siempre está más lejos que los resultados que acumula. Aún así, la presencia de Podemos es absolutamente necesaria. El problema de Iglesias es que personas tan clarividentes no suelen tener un amplio respaldo popular, como fue el caso de Manuel Azaña. Es más, suelen concitar hasta más rechazo que afecto popular.

          El resto de la oposición podría encuadrarse en dos grupos: el de los líderes sin partido, y el de los partido sin líderes. En este archipiélago reina Sánchez, que igual es capaz de regresar a Ítaca para reinar en paz, que estrellarse en el arrecife de Las Sirenas. Una tormenta de polvo rojo le impidió llegar a la ciudad en febrero de 2017.

                                             Sánchez en Melilla

               La única vez que hemos estado y visto a Pedro Sánchez en Melilla no logramos formar una idea clara de él. Es imposible discernir si su personalidad permanece oculta tras la imagen del líder político. Zapatero es tal cual se muestra y Felipe González sigue teniendo mil facetas. En el caso de Pedro Sánchez no puede resolverse el enigma personal que representa.

                Su situación no le permite rechazar a nadie, y mucho menos a Pablo Iglesias y su formación. No puede exponerse más a la humillación frente a Ciudadanos y el Partido Popular. Como bien dijo el líder de la formación Unidas Podemos: la triple derecha aguarda su momento y ya han limado cualquier tipo de asperezas. Las oportunidades no se repiten en ningún ámbito. No puede desperdiciarse el capital social que representan las formaciones de izquierdas, y que todavía es mayoritario.