Profecía del último Papa


De Malaquías a Nostradamus

«Tras la muerte de un pontífice muy viejo, será elegido un romano de buena edad, de quien se dirá que deshonrará la Sede, y durará mucho tiempo con una obra polémica«. Nostradamus, C-V, c 56

¿Por qué alguien en el año 1100, y luego otra persona en el 1550, se tomaron la molestia de profetizar el final del papado? El monje Malaquías solo hizo una lista de Papas, mediante unos lemas, con asombrosas coincidencias. Sobre todo, porque es una lista ordinal, no hay saltos. Son 113 pontífices romanos para un milenio de predicciones. Lo del médico y oráculo francés Nostradamus, es distinto, porque son 10 centurias, con 100 cuartetos cada una. Lo que equivale a 1000 profecías, para un periodo de tiempo de 500 años, la mitad del espacio temporal previsto por Malaquías. Es mucho más compleja la interpretación de los cuartetos de Michel de Notredame, el médico francés, al que conocemos como Nostradamus, pues abarca todo el espectro posible de situaciones. La lista de san Malaquías de Armagh, a la que la Curia le teme como a la peste, concluye con la próxima elección papal.

No hemos respondido a la pregunta, porque no tiene una posible respuesta. La profecía se va a cumplir querámoslo o no. Sería pues una advertencia, un mensaje que atraviesa el tiempo con una finalidad principal, la de prevenir y estar alerta, ante algo que ocurrirá, en nuestro tiempo, o en otro. En una nueva revisión de las Centurias de Nostradamus, hemos reencontrado ésta, que estaba atribuida a Pío XII, pero que hoy en día parece descartada. Los Papas ancianos señalados, pudieran ser tanto Benedicto XVI, como Francisco I. Sacudida por enormes escándalos desde los años de Juan Pablo II, la Santa Sede atreviesa una crisis financiera, moral, e incluso teológica, que bien pudiera dar al traste con su predominio universal. Y es esa continuidad la que parece conectar con el último lema de San Malaquías: «In persecutione/prosecutione extrema S.R.E. sedebit (en continuidad o persecución extrema, reinará). Petrus romanus qui pascet oves in multis tribulationibus» (que apacienta sus ovejas en muchas tribulaciones). Y continua: «quibus transactis civitas septecollis diruetur et Iudex tremendus iudicabit populum suum. Finis», (pasadas las cuales-tribulationibus-la ciudad de las 7 colinas será destruida, y el Juez Tremendo juzgará a su pueblo. Fin). Lo que sí resulta tremendo, es ese FIn, colocado al final del párrafo, del lema último.

El próximo Cónclave

Medio siglo sin Papas italianos, romanos. Hay que tener en cuenta que ni en el siglo XI ni en el XVI, existía el nombre de Italia. Por eso uno y otro hablan de «romanos». Hace ya casi medio siglo que un Papa italiano no ocupa la Sede de Pedro y se nota. Es una anomalía que hay que resolver, como la de que en 2000 años de historia la presencia de Papas españoles sea testimonail y el último, AlejandroVI. Lo más cerca que se ha llegado, en la época más reciente, es a la Secretaría de Estado, con el cardenal sevillano Rafael Merry del Val, que ocupó ese cargo junto a Pío X.

  El Colegio Cardenalicio

En este momento, el Colegio Cardenalico está compuesto por 137 cardenales electores y 115 no electores. De grupo de los electores, 109 han sido nombrados por Francisco I, con su específica orientación de la iglesia, solo quedan 23 de los nombrados por Benedicto XVI y 5 por Juan Pablo II. Los cardenales no electores ni elegibles son 115, que aunque no voten sí pueden influir. «La obra de ese pontífice que sustituirá a una muy anciano«, como señaló Nostradamus, «cuya obra muy polémica durará en el tiempo«, si puede referirse a la sustitución de Benedicto por el cardenal Bergolio. Desde luego la permanencia de los 109 cardenales electores, se prolongará durante décadas.

Son europeos solo 49 de los 137, e italianos 17, entre los que hay que buscar el sucesor, según San Malaquías de Armagh. Españoles hay 5 elegibles de un total de 13. Por continente lidera la lista Asia, con 21 cardenales, aunque la suma de los americanos sea 32, desde el norte al sur. África dispone de 16 cardenales, entre ellos Robert Sarah, que siempre aparece en las quinielas previas. De entre los italianos destaca el Secretario de Estado Pietro Parolin, de edad adecuada, italiano, y nombrado por Francisco I como cardenal. La tribulación es muchísima, y todos conocen las profecías.

Nota:https://elalminardemelilla.com/2023/01/31/la-profecia-del-ultimo-papa/

La profecía del último Papa


No es posible una segunda renuncia papal, porque situaría a la Iglesia sobre el mismo límite del cisma y de la confusión completa. No puede haber un segundo pontífice recluido en el monasterio Mater Ecclesiae o con las monjas de Santa Marta. Esto trasmitiría la imagen de que un Papado puede ser influido por el mundo y sus acontecimientos, y ser obligado a la renuncia, aunque se aleguen motivos físicos. Disolvería la idea de una Iglesia de inspiración divina, y la colocaría al mismo nivel que cualquier otra institución mundana, que puede ser depuesta y desviada por los métodos tradicionales de la política humana. Si Francisco I dimite o renuncia, será el último Papa de una Iglesia única y lo que seguirá no será otra cosa que su fragmentación universal. Si se ha puede forzar la renuncia de dos Papas consecutivamente, volveremos a a las políticas medievales y a las deposiciones papales. Hasta que se instale uno que sea agradable a los poderes económicos y políticos que rigen el mundo.

La lista de san Malaquías

La expectativa del fin del mundo surge del propio Jesucristo cuando se refería a una inminente acción del Padre, del Creador, en la llegada de su Reino Universal, que pusiese fin a las tribulaciones del mundo. El no cumplimiento de la predicción, obligó a una reformulación de la misma. En el año 1000, se dio en Europa un nuevo milenarismo o anticipación del fin del Mundo, que evidentemente no llegó a producirse, ni siquiera por aproximación. En líneas generales, el 1000 fue un año tranquilo y los horrores de la Peste Negra quedaban aun lejos. Ese fallido final quizá diese origen al nacimiento de la herejía cátara en el siglo XI.

En este ambiente, un monje nacido en los años finales del siglo XI, Malaquías de Armagh, elaboró o dictó, supuestamente, una lista de lemas de carácter profético sobre los Papas reinantes y por reinar, desde su época hasta el fin del Papado. Son 113 lemas que se inician con Celestino II, proclamado en 1143 como 165º Papa de la Iglesia de Roma, y fallecido al año siguiente. Malaquías, el monje irlandés, murió en 1148. Si cada lema corresponde a un Papa, como suele admitirse por todos los estudios del asunto, y el primero es Celestino II y los sumamos al ordinal papal, tendríamos 112 Papas más a partir del primero, el último Papa sería pues el 267º, y Francisco I es el 266º. Ocurre que entre aquel tiempo y el presente ha habido cismas, dobles Papas e incluso antipapas, lo que altera la posibilidad de que el actual Pontífice sea o se corresponda con el último de la lista, o el que de paso al final. No es lo mismo.

La elección del cardenal Jorge Bergoglio como Papa el 13 de marzo de 2013, fue anómala, aparte de la coincidencia de la presencia del número 13, que será el ordinal que ponga fin a las sucesiones papales, y a la llegada de Pedro Romano, en la línea o lema 113 de las predicciones de Malaquías. Fue anómalo porque surgió en un cónclave previsto y establecido por otro Papa, Benedicto XVI, que estaba vivo y ejerciente hasta la designación del sucesor. Benedicto XVI, vuelto a la condición de cardenal tras su renuncia, era el Papa 265º, cuya suma del ordinal nos da también la cifra de 13, que fue anunciada el 11 de febrero de ese mismo año. Benedicto XVI murió el 31 de diciembre, que no es otra cosa que la inversión del número 13.

La validez de la lista es innegable, entre otras cosas porque fue publicada en 1595 por el monje benedictino Arnold de Wyon, siendo imposible conocer qué ocurrió o como se transmitió esa lista entre el siglo XIII, fecha de su elaboración y la de su publicación. Su validez profética, teniendo en cuenta que es un texto que anticipa acontecimientos o nombres con varios siglos de antelación, está fuera de toda duda, aunque se atribuya es coincidencia al azar o a la inspiración divina.

Petrus Romanus

Pedro es piedra, y no será ese el nombre del último Papa, porque en dos milenios de historia ningún cardenal ha sido tan pretencioso como para escoger ese nombre para su pontificado. Es un nombre solo reservado al fundador, al designado de modo directo por Jesucristo. Sin embargo, Petrus sí resulta un sinónimo de Papa en el ámbito eclesiástico, por lo que la lista revelada en el siglo XII y publicada a finales del XVI (400 años después), predice o augura que el próximo Pontífice de la Iglesia Católica será italiano, o sea, romano, porque en aquella época Roma era Italia eran la misma cosa. Esa línea o lema 113 es la clave de una lista que atraviesa ya ocho siglos y cuya coincidencia mayor se estableció con Albino Luciani o Juan pablo I (109- De Medietate Lunae)*, al que proclamaron santo para evitar más especulaciones sobre su muerte.

In psecutione extrema S.R.E. sedebit

112– En la persecución máxima (Sanctae Romae Eclassiae) se sentará. 113Petrus romanus qui pascet oves in multis tribulationibus, quibus transactis civitas septicollis diructur et Iudex tremendus iuduicabit populum suus. Finis (Pedro romano, que apacienta las ovejas entre muchas tribulaciones, después de las cuales será destruida la ciudad de las siete colinas y el Juez terrible juzgará a su pueblo. El fin)

En el siglo XIII existía un miedo tremendo al Juicio final y al fin de los tiempos. Europa era casi todo el mundo posible en una Tierra que todavía era plana. El fin del mundo se identificaba con el fin de la Iglesia y la caída de Roma. Lo que hay que resaltar es que supuestamente son las profecías de un monje irlandés del año 1100, que las redacta para casi un milenio de vigencia. Si trazó un horizonte de 112 pontífices sucediendo al entonces reinante en 1143, es porque quiso hacer exactamente eso.

Las Conjeturas

El sacerdote jesuita Juan Manuel Igartua realizó su estudio sobre las profecías atribuidas a Malaquías en el año 1975, antes de la llegada del Juan Pablo II (110- De labore solis), Benedicto XVI (111- Gloria olivae), Francisco I (In persecutione extrema). La Gloria del olivo y psecutione extrema parece unificar un tiempo de crisis y persecución (escándalos de la Iglesia), en el que dos Papas están unidos en el tiempo, de hecho entre 2013 y 2022 han existido dos pontífices máximos, se diga lo que se diga. El tiempo de «persecutione extrema» es este. Por tanto Gloria olivae unifica a ambos, porque son 112 lemas papales y el último es Petrus romanus, porque Francisco I no renunciará y tampoco puede cerrarle el paso a la «divina providencia», que todavía no se ha manifestado, pero lo hará.

Las muchas tribulaciones

Son muchas las tribulaciones ahora mismo en desarrollo. Hace un año nadie contaba con la nueva guerra que Rusia ha desencadenado en Ucrania. Hace dos nadie pensaba en la pandemia mundial que asola el mundo desde 2020. Tampoco se pensaba en la Iglesia colapsada por escándalos de pederastia y financieros, desde hace dos décadas. La posibilidad de disparos nucleares es algo que no puede ya descartarse (los líderes mundiales están suficientemente locos), ni tampco la escalada internacional en la guerra de Ucrania.

Europa es el espacio físico que constituía todo el orbe de Malaquías en el siglo XII. La Iglesia actual está dividida en dos grupos, el de Sal terrae (la sal de la tierra) o tradicionalistas, y el grupo de San Galo, o modernistas, partidarios de una acomodación de la doctrina, manteniendo las creencias más irrenunciables y los pecados más básico. Esto es algo muy próximo al protestantismo luterano. La aniquilación total del Syllabus de Pio IX, hasta la llegada de Pedro Romano. Finis

Nota: El enigma de la profecía de San Malaquías, s.j. Juan Manuel Igartua. Ediciones Acervo (1975). https://elalminardemelilla.com/2020/05/08/dos-papas-y-una-sola-profecia/

Dos Papas y una sola profecía


                Llevamos mucho tiempo buscando el momento para escribir sobre este tema, y además nos lo están demandando, pero es necesario buscar la disposición de ánimo correcta, y atinar con el momento exacto. Hay una serie de libros que denominamos como «novelas anticipativas», y que ya mencionamos en el artículo sobre la pandemia. Escribimos ahora también porque no queda demasiado tiempo.

                 Las profecías de San Malaquías sobre los Papas fueron escritas en el siglo XII, cuando todo el mundo conocido era Europa, el Asia más próxima y el norte de África. Los musulmanes estaban en España, pero un monje irlandés solo podía concebir el mundo desde la perspectiva católica, e identificar una línea histórica con los sucesores en el trono de Pedro, en la que su final, coincidiría con el fin del Mundo. Aun así, la coincidencia entre los símbolos  de sus lemas y las características de los símbolos papales es alta. Por algo era un profeta. Lo que nadie había previsto es que en los inicios del siglo XXI, la Iglesia católica contase con dos Papas de facto, nombrados en sendos cónclaves, por tanto, válidos. aunque se atisben algunas fricciones.

                El eufemismo emérito solo esconde una realidad más dura, que es la deposición. El verbo deponer significa bajar algo o alguien del lugar en  que está.  En el caso de Benedicto XVI cabe decir que contó con el suficiente tiempo y presencia de ánimo para anticiparse a una situación más dura, y pudo formalizar su renuncia de modo voluntario, cosa que no sucedió con el cercano caso del rey Juan Carlos I.

                                   Las profecías de San Malaquías

           San Malaquías fue un monje benedictino, nacido en Armagh (Irlanda) en 1194, que elaboró una lista con 112 estelas, con las que se designaban un número equivalentes de los próximos 112 sucesores del apóstol Pedro, a partir del momento en el que escribe. La primera dificultad estriba en la propia lista papal, bastantes confusa en determinados periodos. Hay papas que no existieron, otros que fueron tachados de la lista o incluso antipapas, por tanto, identificar al último de esos 112 sería delicado. La lista tiene su origen en Celestino II (1143)  y acabaría en uno o dos Papas posteriores a Benedicto XVI. De la lista desapareció o no, la que aludía al «Papa negro», dato imposible de conocer, porque el libro fue publicado por primera vez en 1595, con la debida autorización eclesiástica. La segunda cuestión sería si Malaquías escribió sus profecías en el mismo orden que fueron publicadas

            Lo que sí parece claro según el texto de la estela o lema 112, es que el último Papa profetizado será Pedro romano, lo que no quiere decir que adopte este nombre. La profecía sobre el último Papa de la lista, que no quiere decir que lo sea en realidad, afirma lo siguiente: Petrus Romanus qui paciet oues in multas tribulationibus: quibus trans factis civitas septicollis diruetur, et Iudex tremedus iudicabis populum suum Finis (Pedro Romano, que apacentaba sus ovejas en muchas tribulaciones, que atravesaron la ciudad de las siete colinas y el Juez formidable juzgó a su su pueblo. Final)

          Tanto el Papa Francisco I y como Benedicto XVI, son dos ancianos al frente de la Iglesia universal, con 83 y 93 años respectivamente. Si todo sucede en su orden natural no habría problema, pero podría darse el caso de que el Papa Francisco falleciese antes que el Papa Benedicto, con lo que la situación anómala se convertiría en extrema. Son dos hombre ancianos, con aparente buena salud, pero dentro de Italia, el país continental europeo en donde el coronavirus sigue azotando con más fuerza. Estamos comprobando que en los tiempos actuales no hay orden natural posible.

         Todo pontífice es por definición «Pedro romano» y Francisco es al Papa 266º de la Iglesia católica, y es jesuita. La Compañía de Jesús siempre fue conocida como la orden negra, dada su costumbre de vestir siempre el hábito negro, y a su superior siempre se le llamaba el «Papa negro». Una cláusula ya abolida, impedía a los miembros de la Compañía de Jesús,  acceder a la púrpura cardenalicia, e impedir así su acceso al papado, ya que esta peculiar Orden profesa un voto especial de obediencia al Papa. Todo esto alude a ese «caput nigrum» o cabeza negra, que fue o no hecho desaparecer, de las profecías de Malaquías. El caso es que entre Francisco I y Benedicto XVI concurren varias anomalías, que quizá sean también propias de estos tiempos confusos.

                                              Interpretación

           Se ha intentado hacer encajar ese párrafo de San Malaquías entre uno y otro Papa, pero no parece dejarse aprehender con facilidad, por mucho que en el emblema episcopal de Joseph Ratzinger, aparezca también una cabeza negra. La solución a este enigma, se desvelará con el próximo Pedro romano. En cuanto a los Jesuitas no existían en el momento de la formulación.

            Lo que sí podría significar es que el siguiente Papa pudiera ser italiano  y/o tener una vinculación efectiva  con la diócesis de Roma, según interpretamos en El Alminar. En la lista más actualizada existente, solo 125 de los  224 cardenales ejerciente son elegibles, lo que significa que tienen una edad inferior a 80. Esto convierte al grupo de los «no elegibles» como muy influyente en la posible elección del próximo Pontífice romano.

          El cardenal Pietro Parolin es el único llamado Pedro entre todos los integrantes del Colegio Cardenalicio, en lo que parece ser un requisito. Si la profecía aludiese a la posibilidad de un pontífice de las diócesis africanas, el cardenal Robert Sarah se encontraría entre los posibles candidatos. Sin embargo, se abriría una nueva posibilidad, no contemplada hasta la fecha y sería la de incluir al Opus Dei, una Prelatura personal, que está por encima de una orden, en el rango de la profecía. Se distinguen por su fuerte vinculación con la ciudad de Roma, a la que están vinculados por su presencia permanente. Además usan la sotana, que es de color negro, y a la que nunca renuncian. Existe un nombre, es un cardenal español, Julián Herranz Casado, pero no es elegible. Persiste pues, por el momento, la anomalía de la ausencia de un Papa español.

              La situación de envejecimiento es tal, que en tan solo 2 años (2022), los cardenales elegibles serían menos que los no elegibles. La situación actual es de 125 frente a 99.

Nota: https://www.ancient-origins.es/noticias-general-mitos-leyendas-europa/las-profec%C3%AD-los-%C3%BAltimos-pont%C3%ADfices-el-papa-negro-003375