En busca del vado correcto


             Caos en la señalización de vados en Melilla

   Hace ya algún tiempo, no se sabe cuanto y sobre todo, cómo, la propia Consejería, bien la de Fomento o la de Seguridad Ciudadana, advirtieron de la existencia de falsos vados en nuestra ciudad. El truco era sencillo, pues se solicitaba el vado en el primer año, pero luego se mantenía la placa y la pintura del bordillo y a disfrutar de las excelencias de un vado permanente. Cayeron algunos de esos vados, no sabemos cuántos, pero la práctica pícara parece seguir existiendo. En Almería el problema está resuelto con la instalación de una placa, en la que figura el año en vigor de la licencia. Así no hay picaresca, pero eso obliga a una gestión constante por parte de las  Consejerías o la Áreas delegadas municipales. En Melilla, los consejeros correspondientes, algunos con más de 10 años al frente de las Áreas de gestión, han caído en la indolencia y la inercia. Es imposible saber si los vados melillenses están en vigor. Hay unas placas, casi ninguna homologada e incluso muchas parecen procedentes de «los chinos», con el número de expediente escrito a mano, con rotulador, o con números adhesivos. No sabe uno a que atenerse con estos vados, así que ante la duda es preferible no aparcar.

          Los vados deben estar apoyado por señalización vertical, o pintura de bordillo de un tono determinado. Hemos observado pintura de dos colores distintos. La mala señalización perjudica tanto al usuario en busca de aparcamiento, como al que tiene un vado pagado y renovado anualmente. Todo sería más sencillo si se instalasen las placas que mostramos. Aquí ya da la sensación de no existir ley alguna, o lo que es peor, si existen nadie les hace caso, o muy pocos, con lo que el desánimo aumenta entre los ciudadanos cumplidores. El repaso a vista de pájaro que hemos realizado sobre los vados, muestra una situación de caos y dejadez absoluta, pero con una solución muy sencilla.

La cuestión de los vados


Vados en Melilla

                 En Melilla es difícil aparcar, como en cualquier otra ciudad. Para garantizarse el aparcamiento, o un tiempo determinado durante una franja horaria, existe los vados, entendiéndose por vado en la vía pública toda modificación de estructura de la acera y bordillo destinada exclusivamente a facilitar el acceso de vehículos a locales sitos en las fincas frente a las que se practique. Hay vados permanentes y otros limitados, generalmente para carga y descarga. En nuestra ciudad, la señalización de los vados es confusa. En Almería, junto a la licencia municipal, se instala una pequeña placa metálica, en la que figura el número del año correspondiente. Así se sabe si ese vado está vigente o  no. El vado debe estar apoyado por la pintura amarilla en el bordillo de la acera y esto nos lleva a una nueva cuestión, y es la del tamaño del mismo, que en principio debe ser el mismo que el de la embocadura del garaje al que se debe acceder. Ocurre también, que en algunas zonas, si la zona de vado coincide con el de la puerta a la que se pretende acceder, y dada la estrechez de algunas calles, la maniobrabilidad no existe, por lo que algunos pintan la zona amarilla un poco más de la cuenta. La sensación, como viene siendo habitual en nuestra ciudad, es la que todo funciona con demasiada manga ancha. Las licencias de garajes y habitabilidad se conceden con excesiva benevolencia, sobre todo en las nuevas construcciones de los barrios del Real, Monte de La Libertad, Tesorillo, Cabrerizas, El Rastro y luego aparcar resulta toda una hazaña. Hay que regular con cierto criterio y luego vigilar. La pregunta es: ¿ Cómo se sabe si una licencia de vado está en vigor?.  Este que muestro es de la avenida de  Castelar, pero podría ser de cualquier otro lugar de la ciudad.