Melilla no vive del turismo, eso es una evidencia para Melilla entera. Los únicos usuarios de las playas de la ciudad son los propios melillenses, pero estos no les importan a nadie, al menos al Gobierno de Melilla. Es incomprensible que a día 2 de mayo, las playas de la ciudad estén en este estado. Ahora, cuando ya sabemos lo que estaba pasando en la Consejería de Medio Ambiente, entendemos el porqué del estado de las playas.
En el mes de abril, en la localidad almeriense de Aguadulce, hace exactamente un mes, las playas estaban completamente operativas, en perfecto estado y con los chiringuitos a pleno rendimiento. En Aguadulce tienen un Puerto deportivo, con locales de copas, pizzerías, cafeterías y está en perfecto estado el año entero. No tienen ni de lejos, los problemas que dice tener la Autoridad Portuaria en Melilla. El problema en Melilla es de «esclerosis múltiple» del gobierno. La diferencia es que Aguadulce y Roquetas de Mar (el ayuntamiento matriz) sí viven del Turismo y no representan una farsa como en Melilla.
Hoy para vergüenza de los melillenses, en un diario local, se suplicaba al gobierno de la ciudad, que tuviese a bien concedernos el que se adelantase en unos días, la temporada de playa. Hay que arrodillarse y postrarse ante esta manifiesta y clamorosa incapacidad de gestión, incluso hasta para pedir que nos coloquen las sombrillas llenas de chinches, las hamacas viejas y que pongan en estado mínimamente operativo, las duchas , los aseos y los vestuarios playeros.
No hace falta recordar, o tal vez sí, que el presente año, en FITUR 2012 (Feria Internacional del Turismo) , el producto destinado a ser la imagen de Melilla, era el ofrecer a la ciudad como destino de sol y playa.
Nota: «Busque, compare y si encuentra algo mejor y puede, váyase allí«. Este sí parece ser nuestro principal lema. El esfuerzo de la Viceconsejería de Turismo, es absolutamente baldío, si lo que se encuentra el visitante es esto.





