- Carroza del infierno
- Los gigantes
- Los caníbales
- El mundo
- El demonio
- La carne
Los enemigos de almas son tres: el mundo, el demonio y la carne. Eso es lo que decía y dice la doctrina cristiana desde hace 21 siglos. La Cuaresma, tiempo de ayuno, oración y penitencia empieza el próximo 18 de febrero, miércoles de ceniza, símbolo de aquello en lo que nos convertiremos todo. Sin embargo estamos hechos de carne, vivimos en el mundo y estamos enfrentados a las tentaciones. Tenemos que convivir con ellas, con el mundo y con el demonio y sus asechanzas. Todo esto es cierto o no, según desde el lado en que se quiera mirar.
El carnaval es, aparte de una fiesta inmediata a los rigores de la Cuaresma y del invierno, en la que se conjuraban todas estas amenazas; una fiesta transgresora en la que se criticaba sin tapujos, tanto a la autoridad civil como a la eclesiástica, que eran las dos potencias rectoras de la época. Hoy todo es un pálido reflejo de lo que en su día fue, aunque tampoco hay que mitificar las cosas. Casi nada ha sido nunca como nos han dicho. Ahora la autoridad impide la crítica obligando a entregar previamente las letras de las canciones o coplas satíricas, con lo cual es imposible la crítica despiadada y siempre merecida, al poder. En cuanto a los rigores del infierno o de la condenación eterna, ya casi nadie les teme, entre otras cosas, porque todo el mundo es bueno o se considera así, con lo cual el diablo no tiene trabajo, o le sobran candidatos/as a vender su alma a él, sin necesidad de las tentaciones.
El Carnaval en Melilla
Domesticado todo, y desprovisto de sentido, nos queda al menos una hora de espectáculo visual y de entretenimiento. El frío y el viento concedieron una tregua al desfile de carnaval y al menos se pudo disfrutar un rato, en el ciudad con menos cosas que hacer del mundo. La carroza del infierno, con humo y llamas fue muy vistosa y resultó una de las más atractivas, junto con la del hombre cocinado en la olla de los caníbales. También muy originales algunos disfraces individuales. En una de las fotografías, conseguimos que una de las diablesas (al diablo no se le puede ver nunca), nos mirase directamente. Pese a la falta de apoyo, a la domesticación de cualquier acto lúdico, hay cosas que se resisten a desaparecer, pese a que ponen todo su empeño en ello.






Hemos podido disfrutar de los Gigantes, pero no de los Cabezudos…. algo es algo…
http://fotografiasdemelilla.blogspot.com.es/2015/02/gigantes-y-cabezudos-en-la-cavalgata-de.html
Algo es algo. Me sorprendieron las dos carrozas un poco más valientes. Lo demás, poco canalla, poco carnaval y poco cashondeo. Muchos demasiado pendientes de seguir una poco trabajada coreografía en vez de dejarse llevar. Otros, como cierto siniestro personaje con muchas viviendas bajo su trasero, vestido de vaquero con una cara de «cuándo terminará esto…» tremenda. Carnaval sin fuelle ni fuste, Como las censuradas comparsas (en el mejor de los casos, nunca «chirigotas») del carnaval en el Kursaal. Y lo de la presencia policial, con esa cara de siesos en el desfile, también a destacar. No pasa en ningún sitio de España.
Eso sí, la mordida de los de siempre para preparar mayo, eso no ha faltado en esta dormida durmiente que habitamos…
este festival es muy impresionante en mi ciudad, nunca he visto algo que se parece a ella
El Carnaval de Nador y Rusadir
Yo era un niño entonces y ya
me parecía muy raro, el que
mis paisanas/os se disfrazasen
y que no pudieran exteriorizar
su sana alegría, por las plazas
y calles de mi querido Nador.
Alegrando a todos sus vecinos.
Toda manifestación de creación
o de exaltación de la libertad
estaba prohibida por decreto.
Lo permitido era dirigirse al
Hogar de Caza y Pesca y una
vez allí, bailar y disfrutar en el
salón, admirando el gran ingenio
y la creatividad de los disfraces
elaborados por las nadorenses.
Para una vez acabada la fiesta
y la entrega de premios a los
ganadores, regresar cada uno
a casa y hasta el año que viene.
Y sin hacer mucho ruido al salir.
Cada uno a sus labores y a oír
el “ parte “donde exaltaban cada
día las inauguraciones del Caudillo.
Esto sucedía en la década de los
50 y concretamente en el 1954.
La Posguerra pesaba todavía
como una losa de cementerio.
Al pueblo había que controlarlo
y reprimirlo porque la fiesta
del Carnaval era transgresora
y pecaminosa para la autoridad
militar y la Santa Madre Iglesia.
Estamos en pleno Siglo XXI y en
el año 2015 y en la Bella Rusadir
modernista y multicultural miran
con lupa, las letras de las canciones
de las comparsas, por si atentan
contra el poder local instalado.
Y pueden afectar a los resultados
en las elecciones del Mayo florido.
Vivir para ver lo que sucede hoy
una vez superado lo de los pecados
del alma: Mundo, demonio y carne.
Ya no les preocupa a los dirigentes
y responsables locales, las andanzas
del diablo rojo y con rabo, sino lo que
puede decir o cantar el sufrido pueblo.
Y que sea oído en las calles y plazas.
En Melilla la ciudad moderna donde
está instalado Cronos, el Dios del
Tiempo, se ha parado el gran reloj
y no hay forma de ponerlo en hora.
¿ Será cierto lo que dicen los sufridos
melillenses, de que, lo que pasa en
su amada ciudad, no pasa en ninguna
parte ?………………………………..
Hemos leído con tristeza, lo que escribes Nadorense, la libertad en todas sus formas no tiene precio, ni sé compra ni sé vende eso… esta ciudad es sorprendente, en es qué lo oculta de forma simultánea, ella sé Farde dé oro, para ocultar su negrura…si nosotras puedemos comprender…Pero esto está más allá de nuestra imaginación !!!
Los Gigantes y Cabezudos expuestos en el Mercado Central (Melilla en Flor 2015)
http://fotografiasdemelilla.blogspot.com.es/2015/05/gigantes-y-cabezudos-melilla-melilla-en.html
Cabalgata de Carnaval en Cuaresma, la Pollinica para el Viernes Santo ?