


No conocemos las razones reales detrás de esta clausura del Night Club El Cielo, solo las adoministrativas. Fran Antón es un conocido melillense, actor de profesión, y nacido en una familia de conocida tradición hostelera. Su nombre saltó a la primera plana naciona, tras su relación y matrimonio con el afamado Kiko Hernández , tertuliano habitual de los programas del corazón, tras au pasó por la primera edición del concurso Gran Hermano.
El local de eventos conocido con El Cielo, venía ejerciendo esta actividad desde hace un año, con licencia en vigor hasta 2034. La licencia de uso es sobre el local, aunque este haya sido traspasado. La obligación del propietario es actualizar la titularidad, pero se entiende que el uso sigue vigente. La zona de Puerto Noray en Melilla es de uso recreativo y de ocio, desde su misma creación.
En Puerto Noray está instalado el Casino de Melilla, actividad económica por la que apuesta el actual Gobierno Autonómico, y que hoy reflejan los medios de comunicación. La cancelación de licencias podría ser el primer paso hacia el cambio de orientación de la zona. Es la Administración Local la que tiene la sartén por el mango y las cosquillas legales pueden siempre tornarse en espinas.
Solo conocemos, por el empresario Kiko Hernández, cónyuge de del melillense Fran Antón, que en los últimos meses se ha creado un rastro administrativo de comunicaciones y apercibimiento, que han culminado en este cierre total, en plena campaña navideña, con el consiguiente y quizá letal, perjuicio económico. Según Antón, ya ha tenido que cancelar un evento contratado, y los próximos de Navidad ya estaban reservados e incluso cobrados, y probablemente correrán la misma suerte.
Melilla es Melilla, no el resto del mundo. Si se revisasen las licencias de uso y su destino final, debería cerrarse la mitad de la ciudad, o al menos eso dicen. El reglamento vigente, siempre puede ser a favor o en contra. Ahora la Administración Autonómica tiene que explicarlo todo y fundamentarlo. Ahora mismo todo es especulación.
La creación del nuevo puero deportivo en 1996, generó muchas expectativas en la ciudad, como muchas otras cosas, aunque nunca llegó a cuajar. Ha habido demasiados cambios en este entorno. Ahora parece ser que Míster Marshall llegará, o se espera, desde el antiguo imperio azteca y del turismo de cruceros. Nada hay seguro, salvo este presente.