Los Bloques de Álvaro de Bazán


              El inexorable avance del PGOU de Melilla

 El Plan General de Ordenación Urbana ( PGOU), avanza hacia Melilla sin que prácticamente nadie llegue a enterarse de muchas de las cosas que van a suceder. Como documento, pese a su obligada exposición al público, es prácticamente inextricable. Sabemos que retrasaron todo lo posible su aprobación, o dilataron los plazos de redacción, para que su vista y aprobación definitiva coincidiese con un Gobierno Estatal del partido Popular, porque en Melilla, uno de los grandes negocios, es el terreno, que al ser limitado, está a precio de oro.

       Con terreno por vender se financia un gobierno entero sin que le haga mella la crisis. Por eso están tranquilos y sin preocupaciones aparentes. Hay una inmensa tarta de recalificaciones de terrenos, de rústicos a urbanizables, o de la transformación de los cuarteles abandonados por El Ejército en áreas urbanas nobles. Todo eso está por venir y nadie se entera de nada y casi nadie puede enterarse. 

              En Melilla no ha habido burbuja inmobiliaria, pese a tener casi 3000 viviendas vacías. Todos los días se tiran casas viejas y se solicitan y conceden licencias para obras nuevas. Nada parece detenerse en Melilla. Los precios de las viviendas nuevas apenas han bajado, pero se necesita más y más terreno. Se compra cada palmo de terreno y luego da igual que la mitad del inmueble se quede semi vacío durante  años, o totalmente deshabitado. La presión de las constructoras es enorme y ningún gobierno parece resistirse a ellas. La Melilla del futuro se está decidiendo ahora y no sabemos cual va a ser. Tampoco sabemos quien maneja los hilos de todo esto.

        ¿ Caerán los Bloques de Álvaro de Bazán?, ¿ caerán los bloques de las calles Infantas Elena y Cristina ?, ¿ caerán el antiguo pabellón de deportes Lázaro Fernández?. ¿ Quién lo sabe ?. Quizá no necesiten tirar nada de eso y echarse a la opinión pública encima, porque dispongan de las suficientes alternativas. De momento ya han dicho que lo que era una prioridad con el gobierno socialista de Zapatero (devolución de las competencias en urbanismo), ya no lo es tanto con el gobierno popular de Rajoy. Algo más tranquilos nos quedamos, por el momento.