Cala de la Virgen de Trápana


      La pista italiana de Trápani (Enrique Delgado)

  Los nombres salen de algún lugar, o son traídos o llevados por alguien. Trápana es un nombre de origen italiano, que nada tiene que ver con la geografía ni la historia de la zona de Guelaya. Trápani es una localidad de Sicilia, en donde existe una advocación dedicada a la Madonna  di Trápani. Trápana es el nombre de la cala más emblemática de Melilla, a la que se accede desde las Cuevas del Conventico.

  Todo tiene que ver con los misteriosos Frailes Mínimos, procedentes de Italia, que proporcionan a Fernando el Católico la imagen de la Virgen de la Victoria, que resultará trascendental para la conquista de Málaga en 1487, en un momento en el que la desesperación empezaba a abrirse camino, por la tenaz defensa musulmana de la ciudad. Fundados en la mitad del siglo XV por el eremita Francisco de Paula, estarán ya presentes en el episodio más importante de ese final de siglo, la conquista del Reino Nazarí de Granada, iniciada en 1482.

La vía italiana en la historia de Melilla había sido apuntada por el historiador y Cronista de Melilla Antonio Bravo Nieto, y por el historiador religioso José Luis Blasco López, en el número 1 de la revista Trápana, de la Asociación de Estudios Melillenses. El profesor Antonio Bravo, junto con el también historiador Sergio Ramírez González, rematarán la importancia del vínculo italiano, al descubrir los orígenes manieristas de la iglesia de La Purísima, templo patronal melillense, y su relación con el arquitecto italiano Gian Giacomo Palearo. En el citado número de la revista, Nieto destacará la vertebración de la historia de la ciudad con la presencia de órdenes religiosas, y Blasco relatará la historia de la orden más presente y destacada de nuestra historia, la de los Capuchinos. Todos pertenecientes a la Orden mayor de los Franciscanos.

En los primeros años de la conquista, tras la iglesia de San Miguel, la siguiente en ser mencionada es la ermita de La Victoria, mucho antes de la llegada de los frailes capuchinos. No es especular demasiado el decir que aunque no exista constancia documental, de momento, los misteriosos Mínimos debieron deambular junto con las tropas de Medina Sidonia, en los primeros meses y momentos de la conquista de Melilla en 1497. Parte de las tropas, incluso los propios oficiales al mando, serían los mismos que conquistaron las tres últimas capitales de la España musulmana. No es de extrañar que trajeran consigo las mismas imágenes que ampararon esos últimos hechos. El descubrimiento de una aldea llamada Melilla en la región de Calabria, reafirma la idea de la procedencia de esa advocación, que quedaría fijada bajo el nombre de Trápana, en la costa melillense.

Todo hubiese dormido ahí, de no haber encontrado una postal religiosa de la Virgen de Trápana, que se encuentra en el monasterio de las Mercedarias, en la localidad hispalense de Osuna. La comparación de las imágenes, la hace muy similar a la virgen titular de Málaga, la de La Victoria, que guarda a su vez relación directa con la imagen siciliana, de la iglesia de La Anunciación. La característica vinculante, además del alabastro, es que la madre y el niño se miran, no ambos hacia el frente, como suele ser habitual. En el caso de Melilla, lo que no puede asegurarse es que se trate de la imagen primitiva, que debió ser de menor tamaño. La virgen de Trápana es copatrona de la localidad turolense de Cuencabuena, y su festividad se celebra entre el 8 y 10 de septiembre. En San Cristobal de La Laguna (Tenerife) existe también esta advocación.

La pista italiana sigue presente y pendiente de transitar por ella. La hipótesis es clara. La Victoria parece una versión hispana de la de Trápani. La relación con los Mínimos es estrecha y la procedencia italiana casi innegable, junto con la de los frailes Mínimos.

Volveremos siempre a Trápana


                    Melilla es una ciudad cíclica. Todo lo que pasa y nos escandaliza ha pasado ya anteriormente. Hace un año hubo ola de calor, rotura de tuberías de aguas fecales sobre nuestra maltratada playa urbana, y la gente buscándose la vida para bañarse en los mismos sitios en donde tradicionalmente se ha hecho. Cala de Trápana, ensenada de Los Galápagos, Aguadú, playa de La Alcazaba. Es una paradoja o quizá no, pero en donde no actúa la mano del hombre, ni la del gobierno local, la situación es paradisiaca. El 18 de julio de 2011, en las entradas del Alminar perdido, hice un comentario sobre gente bañándose en esa evocadora playa, tan vinculada a la historia de Melilla.

          Hoy con playa azul cerrada hasta nueva orden de La Autoridad, los melillenses volvían a recorrer senderos olvidados para acceder a esta playa, que ofrece siempre imágenes idílicas, de absoluta reconciliación con la naturaleza, esa que afortunadamente está al margen de la acción de nuestro gobierno y de su promoción turística.

    Nota: https://elalminardemelilla.com/2011/07/18/la-cala-de-trapana/

La cala de Trápana


             

                El baño en la cala de Trápana

   Nadie sabe porqué no hay un acceso público a la cala de Trápana, situada debajo de las murallas de Melilla. El único acceso posible es por las Cuevas del Conventico, pero los vigilantes y guías advierten que no está permitido bajar sólo para bañarse, es más, informan de que no está permitido el baño.

     Sólo hay otra manera de bajar a ella a pie y es por la Peña Flamenca o por un acceso desde la propia Iglesia de La Concepción. Hay un modo más de llegar hasta allí y es en alguna embarcación, lo que no parece el caso pues no había ninguna en las inmediaciones.

           Con poniente esa cala es paradisiaca. Hace años, cuando los accesos en Melilla La Vieja eran públicos y no como ahora, se bañaba infinidad de gente allí. Ahora parece una cala semi privada, destinada sólo a elegidos, a gentes que tengan algun tipo de llave maestra. Cuando hice las fotos no esperaba ver allí a nadie, pues el lugar no es accesible y las Cuevas estaban cerradas. ¿Cómo llegaron allí estas muchachas?, ¿Porqué no se habilita esa zona como zona de baños, aunque sólo sea en el mismo horario que las visitas a las Cuevas del Conventico?.

       PD: Hay un sendero por el peñón de roca que parte desde la ensenada de Los Galápagos y lo rodea por debajo del baluarte de La Concepción.