En la muerte de mi tía Carmen Delgado
Nuestra vida se ve afectada por innumerables cosas, no caminamos en líneas rectas. También, a veces, hay que detenerse para descansar y reflexionar. Hay cosas que nos obligan a ello.
En las iglesias ortodoxas griegas que visité hace años y en la católicas de rito oriental, se ilumina todo con velas, no con los fríos lampadarios eléctricos. La vela da un olor y un ambiente especial a las iglesias. En Melilla se han suprimido en todas y es algo que no es algo que no acabo de entender y aprovecho la ocasión para reivindicar la vuelta a las velas de cera y a los lampadarios clásicos, que pueden convivir junto con los otros. Las cererías notaron el descenso de sus ventas, cuando se suprimieron las velas de cera en los templos.

