Las fallas de Alborán Sur


Cualquier observación que nosotros podamos hacer, les servirá a los que saben de movimientos sísmicos, los sismólogos de del Instituto Geográfico Nacional (IGN), cuya aplicación tiene descargada toda Melilla, mas de lo que pensamos. La sismóloga Resurrección Antón, estaba hoy de guardia en la sede del Instituto. El primer día de junio ha sido muy movido en el conjunto de fallas que componen la zona conocida como Alborán Sur, desde las primeras horas del día, cuando comenzó una nueva serie sísmica, con un movimiento imperceptible de 1,9M. A lo largo del día se han producido más de 20 movimientos registrados, todos superiores a 2M, y tres de ellos iguales o superiores a 3M. Son terremotos sentidos, en palabras de Resurrección Antón, pero que no producen datos salvo pequeñas grietas en las paredes más débiles.

Lo primero que vemos en la aplicación del IGN es una detección automática, que luego se ajusta con el contrate de datos de los sismógrafos de la Red de Detección Española. En Melilla existe un sismógrafo y un acelerógrafo. La Marina Española también tiene sismógrafos en los peñones de Alhucemas y Chafarinas. Toda la información se comparte y cruza entre los observatorios, para el ajuste de los datos, y los estudios posteriores.

¿Qué ocurre en Alborán Sur? Según Resurrección Antón, casi todo está por saber en la zona de Alborán Sur. Más que de colisiones de placas o movimientos de subducción , se podría hablar de una zona muy fragmentada, por los movimientos de las grandes placas Africana y Europea, que a su vez ha creado un conjunto de fallas, o una zona muy fragmentada, casi como un mosaico. Es una zona amplia de terreno, muy activa y también muy inestable.

Lo que sí parece en esta ocasión, es que es una serie sísmica muy diferente a la de 2016, y que de momento no da signos de remitir en su actividad, aunque sí parece contenida en cuanto a sus límites mínimos y máximos (>2M <4M). La intensidad de los movimientos se sitúa en el margen de II-III de una escala que llega hasta X, y que solo resulta peligrosa a partir de IV, franja en la que ya se producen daños perceptibles en los edificios.

La serie de 2016 tuvo una cantidad considerable de réplicas, como consecuencia de dos grandes terremotos, uno el día 21 de enero de 5,1M, y otro posterior de 6,3M el día 25. A partir de ahí la serie se fue disipando a lo largo del año. La serie actual ofrece un patrón sísmico similar, desde hace dos meses, sin que pueda precisarse el motivo, porque hablamos de movimientos de placas que se producen a profundidades que oscilan entre los 5 y 20 kms. La falla de Alborán Sur, o el conjuntos de ellas, se denominan como transformantes.

En todos estos días hemos podido distinguir claramente dos tipos de seísmos diferentes. Uno con aceleración que dura varios segundos, que tiene un arranque y un movimiento continuado hasta su detención, y otro muy breve, pero que es como un golpe seco y potente, pero sin movimiento. Los seísmos se propagan por ondas sobre el terreno, por lo que también influye la composición del mismo, la profundidad y la distancia desde el epicentro. Hoy 1 de junio ha aparecido un movimiento sobre la punta de Tres Forcas, en línea recta sobre Melilla. También hemos observado que a veces los movimientos en Alborán Sur, tiene uno correspondiente sobre el terreno, en la zona marroquí de Aknoul, también en línea recta.

Es una falla Cuaternaria, < de 2,9 millones de años de antigüedad, muy alejada de la actividad volcánica en la zona, que se remonta a más de 4 millones de años. Ha sido muy estudiada por: Álvarez-Gómez, J. A., Aniel-Quiroga, Í., González, M., Olabarrieta, M., Carreño, E., en 2011. La magnitud máxima alcanzada por un terremoto en la zona es de 6,9M, desde que existen registros. Los de Instituto Geográfico Nacional tienen datos desde 1370.

La ciudad tras los terremotos


              A lo largo del día 13 de julio la falla de Alborán Sur ha registrado tres nuevos movimientos sísmicos, de magnitud de 3,6, 1,9 y 2,3 respectivamente, entre las 02h 25´y las 21h 34´. Ya no son percibidos por la población, ya no son objeto de noticias o de información, pero el terreno y las edificaciones sí dan cuenta de su existencia. El día anterior, 12 de julio, se produjeron otros dos movimientos de magnitud 3,3 y 2,2, en el plazo de una hora, entre las 3 y las 4 de la madrugada. Los movimientos siguen registrando un persistente secuencia, bien procedan de Alborán Sur, Norte y Oeste.

                    Queremos decir con esto que los terremotos de Alborán, y sus consecuencias sobre la ciudad, deberían ser el primer objetivo de la agenda del Gobierno Local, sobre todo tras la decepción de que los 12,9 millones de euros en valoración de daños sobre edificios, se quedaran en tan solo un respaldo de 4,5 millones por parte del Gobierno de España, del que se presume que está atento a lo que pase en Melilla. La frase del Consejero de Fomento: «nunca dijimos que nos fuesen a dar todo», debería pasar a los anales del reconocimiento de la ineficacia política y de la gestión administrativa.

                     La realidad es que sólo recibirán ayudas para reparar sus viviendas y edificios, aquellos propietarios e inquilinos,  que tengan contratados seguros de hogar y de edificio. El Consorcio de Compensación de Edificios, o sea, el Estado, solo responderá por las inmuebles asegurados. La Ciudad de Melilla no tendrá ni para cubrir los gastos. No saben todavía cual será el proyecto para la rehabilitación de los torres del Palacio de la Asamblea. Volvemos a reiterar que la denominada como torre sur tendrá que ser demolida. Muchos edificios del «Centro modernista», no aguantarán más sacudidas sísmicas, que sin embargo se siguen produciendo.

                  Hay una realidad oculta e invisible a los ojos de los ciudadanos, pero mucha gente del Centro de la ciudad, y del barrio del Tesorillo, están viviendo en edificios arruinados. Hemos entrado en dos, que están completamente apuntalados, con grietas de gran tamaño, desde el portal hasta la azotea. Uno se encuentra en la calle de Luis Morandeira, el otro es muy conocido, La Casa de los Cristales, en la que cedieron dos pilares, y que ha dejado la escalera de mármol al mismo borde del desplome. Mucho de lo que hoy contemplamos está en el límite de la ruina. Todavía no se ha resuelto el problema de las familias desalojadas. El gobierno de la ciudad vive en la irrealidad.

            Es urgente la creación de un comisión de seguimiento sobre los daños provocados por los movimientos sísmicos. Melilla se desmorona.