El modernismo aislado


Es el edificio modernista o Art Decó más alejado de cuantos existen en Melilla. Ya está vacío. Data de 1941 y fue reformado en 1941. Consta de una planta baja y otras dos viviendas en el primer piso. Tiene patio interior y se asienta sobre una superficie de más de 500 m2. En un principio pudo ser un chalet de campo, pues todo el terreno que le rodea fueron huertas hasta bien entrada la década de 1980.

Hoy resiste frente a la nada circundante en soledad absoluto. El inmueble quedó deshabitado a finales del año 2021. ¿Cuál será su suerte? No lo sabemos, aunque sí está incluido en el catálogo elaborado en 2012. Los esgrafiados Art Decó están ocultos por la misma patina de color que la fachada, lo que los hace casi indistinguibles. Están prácticamente extinguido en la fachada de la carretera de Huerta de Cabo, pero se conservan intactos en la entrada sobre el Paseo de las Conchas. El edificio presenta un estado deficitario de conservación, pero es de factura robusta y muy luminoso.

Su peculiar diseño, de aristas redondas o «aerodinámicas» pertenece a uno de los arquitectos más prolíficos de la ciudad y del Protectorado: Francisco Hernanz Martínez, cuya amplia obra fue recopilada por el historiador Antonio Bravo Nieto, en La Ciudad de Melilla y sus Autores (1997)

Tras dos décadas de pérdidas en el patrimonio arquitectónico de Melilla, han surgido varias páginas de divulgación y defensa del patrimonio existente en la ciudad, desconocido en gran medida. Hay muchos edificios de gran riqueza patrimonial, que o bien están en zonas aisladas, u ocultos en barrios antiguos como el del Carmen, de difícil accesibilidad; lo que les convierte en especialmente vulnerables. Muchos desaparecen sin que casi nadie se percate de de su fin.

Por ello, es especialmente necesario, dado el renovado interés por el diseño urbano de Melilla, que la hizo una de las ciudades más modernas de España, no dejar olvidado ningún edificio, como este, situado en la zona de las antiguas huertas del Real. A lo largo de estos 11 años, hemos dado cuenta de muchas demoliciones, y pese al interés actual, gran parte de ese patrimonio se encuentra en un riesgo serio.

El edificio fantasma de Melilla


 

       Edificio deshabitado en la Avenida de La Democracia

   En Melilla, para su pequeño perímetro, pasan demasiadas cosas inexplicables, como lo ocurrido con este edificio en pleno centro de la ciudad. Es un edificio emblemático, muy visible, del arquitecto Francisco Hernánz Martínez*. Prácticamente toda la línea de la avenida de La Democracia es obra suya (ejecutada en la mitad de la década de 1930). Este arquitecto se caracterizaba por imprimir líneas aerodinámicas a sus edificios y todas sus esquinas son redondeadas, los que le da más impresión de ligereza los edificios. Hace no muchos dos años «derribaron» un edificio suyo en el Tesorillo. Fue expulsado de Melilla mediante expediente, para abrirle hueco a otro arquitecto al que debían abrir paso en la ciudad.

     Parece ser que era un hombre desordenado y además, cosa fatal para él, se descubrió que no se embolsaba ni una sola peseta extra en sus proyectos. Cobraba sólo lo que estaba estipulado y eso resultó fatal, casi una mancha en su expediente. En sus últimos años, ya en la otra zona del Protectorado, acabó edificando el célebre Monumento de Llano Amarillo*, que conmemora el Alzamiento del Ejército de Marruecos contra La República española. Este monumento se puede ver hoy en día en el Monte Hacho de Ceuta y la horma de los pies de Franco en cemento, que por el tamaño más parecen los del «Yeti».

     El asunto que nos ocupa es que este edificio, el nº 12 de la calle, fue comprado por un grupo inversor internacional, en la mitad de la década del 2000, por una cantidad cercana al millón de euros. La superficie del solar es de 350 mts. cuadrados y consta de planta baja y 4 plantas. Se acometieron las obras de rehabilitación, se vació casi todo el interior del edificio , se acondicionó completamente y pasados unos años todo pareció detenerse. Desde hace 5 años no hay obra alguna en su interior. No se sabe si se completó la rehabilitación. Realmente no se sabe nada.  Todo está vacío y la planta baja está diáfana y parece ser «un improvisado almacén de mercancías». Pero esto es solo una apariencia. la realidad nadie la conoce.

              En Melilla suceden demasiadas cosas sin explicación aparente.

Notas: Datos de Francisco Hernanz*, tomados de «La Ciudad de Melilla y sus autores», de Antonio Bravo Nieto.

*Autoría del monumento de Llano Amarillo de: www.ceutaturistica.com