Las mejores aceras de Melilla IV


                       El eslalon de postes, de la avenida de Castelar

                 La palabra inglesa slalom se refiere a una modalidad de competición  en la que hay que zigzaguear entre diferentes obstáculos, y siempre en referencia a modalidades deportivas. La voz española es eslalon se refiere a: Una competición de esquí con pasos obligados. O sea, que hay un recorrido con un trazado determinado, marcados por palos, llamados también puertas, entre los que hay que pasar sin tocarlos, pues hacerlo supone alguna penalización.

                 Melilla, la ciudad que se ofrece como modelo accesible, tiene tal cantidad de postes de cableado eléctrico y telefónico, mas del primer grupo que   del segundo, que en algunas de sus calles se podrían realizar competiciones de eslalon, no de esquí, pero sí de monopatines. Este trazado de la avenida de Castelar tiene un grado de dificultad máxima. Sortearlos en un monopatín, en velocidad lanzada, supone un ejercicio de riesgo. Si no podemos ofrecer «puenting» u otras modalidades de deporte extremo, podríamos llevar a cabo la competición de «posting», que consistiría, obviamente, en atravesar este entramado de postes (se podrían incluir también farolas extremas), sin darse el más grande de todos los leñazos, u «ostión», en la acepción del lenguaje coloquial, todavía no admitida por el diccionario de la RAE ( Real Academia Española). La propuesta es seria.

La Ley del poste, en Melilla


     La tercera Ley de Newton, también conocida como el principio de acción- reacción, dice que: » Si un cuerpo A (coche) ejerce una acción sobre otro cuerpo B (poste), éste realiza sobre A otra acción igual y de sentido contrario. Osea, la Ley del poste, preferentemente  de GASELEC, aunque también puede ser de Telefónica.

      Desde que en el último mes de julio rompí el faro trasero de mi coche intentando aparcar en Cabrerizas, sin haber tenido en cuenta la Ley del Poste, no he parado de ver postes en situaciones peligrosas y susceptibles  de impactar contra ellos, a lo largo y ancho de Melilla. Da igual la zona, están en todos lados, desde Cabrerizas, hasta el Tesorillo, o desde el Real hasta Ataque Seco, incluyendo también Héroes de España o el Rastro.

     En un principio me pareció ver una tímida reacción, pues me pareció que se estaban repintando los postes, e incluso señalándolos con chapas, para distinguir así los de Gaselec de los de Telefónica. Luego todo, como siempre en Melilla, se detuvo y pasó al olvido. He perdido la cuenta de cuántas fotos he hecho de postes, en cuántos barrios, o cuántas entradas he subido a El Alminar sobre este asunto.

       Este poste brutal y otros cuantos más, están instalados en El Tesorillo, en la calle Cabo Noval y todas las adyacentes. Nadie todavía ha sido capaz de decir, si la normativa de postes exige colocarlos en una determinada situación, o si se pueden instalar en medio de una vía pública, o lanzarlos como en determinado deporte escocés, llamado «lanzamiento de cáber».