- Inclinados
- Aparcados
- De vuelta
- En declive
- Paso cedido
Buscamos señales, aunque no todos/as. Todo el mundo cree tener razón y estar haciendo lo correcto, con lo cual las señales han dejado de ser útiles, o algo que se tenga en cuenta. Todos/as creen ser sinceros/as y en virtud de ese falso axioma, se escucha a diario como personas tenidas por educadas, o incluso tolerantes, se dirigen acusaciones atroces carentes de fundamento alguno. La gente suele confundir su verdad con la verdad total, y así ya es imposible debatir o hacer razonar a nadie sobre asunto alguno. Todo esto está sucediendo tanto en los foros de las redes sociales, como en las tertulias más afamadas de la radio o de la televisión. El nivel de la algarada va en constante aumento. Lo único que se buscan son los hechos que reafirmen en la creencia preexistente e inamovible, aunque todo, absolutamente todo, indice lo contrario. Es la ley de «sostenella y no enmendalla».
¿Dónde están las señales en Melilla?
Las señales en nuestra ciudad están en lo suelos, vueltas del revés, derrumbadas o apunto de derrumbarse. Sostenidas por los muros o por un fino equilibrio que desafía toda lógica científica. ¿Es este disloque de las señales un indicio de lo que está sucediendo en Melilla?. Sí, sin ninguna duda, aunque los medios de propaganda nos muestren la ciudad como la novela de Un mundo Feliz, de Aldous Huxley. La ciudad está tan inclinada, como alguna de las señales que se ven en las calles.




