El presidente Sánchez regresa a Melilla


Hay patriotas de palabas y otros de hechos. No corremos riesgo alguno al afirmar que Pedro Sánchez es uno de los presidentes de gobierno más patriotas de la Democracia española, porque a las declaraciones, comunes a todos los presidentes, ha sumado los hechos, en forma de visitas a Ceuta y Melilla. Eso es lo que ha hecho hoy 23 de marzo, y lo que hizo el año pasado, 18 de mayo, es hacer «acto de presencia» en las dos ciudades españolas del norte de África, en los momentos en que lo necesitaban.

Resulta paradójico que el Frente Polisario, a través de su representantes, sea más comprensivo con España, que cualquiera de las opciones políticas representadas en el Parlamento de España, al decir, sin reproches ni palabras gruesas, que «España había cedido a los chantajes de Marruecos«.

El Presidente del Gobierno no puede mencionar esas palabras, pero no lo ha podido decir más claro en su presencia y comparecencia en Melilla, ciudad en la que se siente muy arropado por Gloria Rojas (secretaria general del PSOE) y Sabrina Moh (Delegada del Gobierno), a las que ha mencionado de modo expreso y afectuoso. «Ceuta y Melilla son una cuestión de Estado», y había que hacer algo para que en el futuro, «no existan más faltas de respeto a la integridad territorial de España», a la vez que calificaba como «socios estratégicos» tanto a Marruecos como a Argelia. Todo esto, dicho en Madrid, suena bien y es un mensaje claro, pero expresado en Melilla, por un presidente del gobierno, en su segunda visita a la ciudad, algo que sucede por 1ª vez, ya no solo es una manifestación pública, sino un hecho político.

Ambas visitas se han producido tras acciones migratorias, que han supuesto vulneraciones claras de la integridad territorial española. Hay que recordar que en mayo de 2021, los 10.000 «invasores» eran nacionales marroquíes, a los que se animó o dejó pasar. A todo esto hay que añadir, y lo ha mencionado el Presidente Pedro Sánchez, el daño para España y las economías de ambas ciudades, del cierre fronterizo decretado por Marruecos, sin que tuviera visos de finalizar. Navieras en quiebra, España excluida de la operación Paso del Estrecho, con la enorme repercusión que tiene esa exclusión, para comarcas como la de Algeciras. Era una suma de problemas y una situación, a la que «el Gobierno de España tenía que dar una respuesta», en palabras de Pedro Sánchez. ¡Quien no lo vea, es por que no quiere!

Los jaques del Rey de Marruecos

Como dice el propio autor del libro, el periodista y corresponsal de la Agencia EFE en Rabat, Javier Otazu: «este es el libro que escribes cuando ya sabes que no vas a volver a Marruecos», porque nunca más vas a tener el plácet. En él desvela los entresijos de la diplomacia Marroquí, que se las ha visto con países más poderosos que España como Alemania o Suecia, y a los que también les ha ganado los envites. En Marruecos, quien lo decide absolutamente todo es el Rey, por que la Monarquía Alauí es el Estado.

Giro o evolución

Está claro que España tenía desde hace mucho un plan b, o una «jugada secreta» en términos ajedrecísticos, para una situación como esta. No puede ser calificado como traición, aunque tengan que dar más explicaciones como Gobierno; algo ha confirmado el propio Pedro Sánchez que hará el próximo 30 de marzo en el Parlamento, porque el Gobierno ha actuado en defensa de los intereses nacionales, como son los de Ceuta y Melilla. También ha dicho que todos los demás temas: frontera, paso del Estrecho, relaciones comerciales, se verán a partir de la próxima visita del Ministro de Asuntos Exteriores de España José Manuel Albares a Marruecos, el próximo 1 de abril.

Como decía Karl Marx, la burguesía es la clase mas revolucionaria, porque se adapta a cualquier cambio, y si tiene que cambiar sus principios, lo hace sin ningún pudor. Mientras tanto, la izquierda tradicional, tiene unos rígidos dogmas, y un catecismo más rígido que el del padre Ripalda. España abandonó el Sáhara obligada por la ONU, y lo hizo un gobierno de Franco. El giro diplomático no implica abandonar a la población saharaui, ya suficientemente abandonada en los campamentos de Tinduf. El Sáhara es un problema que tiene Marruecos, aunque indudablemente, España tiene una autoridad moral en la posible solución, muy superior que la de cualquier otro país.

El Hospital Universitario de Melilla

La intervención del Presidente Pedro Sánchez, se ha llevado a cabo dentro de las instalaciones de la mayor obra pública jamás realizada en Melilla, tanto por sus dimensiones, como por la cantidad de dinero invertido, y a invertir: el nuevo hospital universitario. Es un inmenso edificio de 5 plantas, tres bloques, y una amplia red de instalaciones y pasillo que conectan todas sus áreas y dependencias. Es una obra colosal, visibles desde cualquier punto de la ciudad. La obra civil estará finalizada este año, y ya solo quedará la dotación de cada área funcional. Es una edificación para todo el siglo XXI. Lo que nos interesa de momento es esto.

El presidente del Gobierno en Melilla


Cuestiones sobre Marruecos

A Marruecos le irrita que los presidentes del Gobierno de España vengan a Melilla (Adolfo Suárez, José Luis Rodríguez Zapatero, Pedro Sánchez). A Marruecos le irrita que un presidente de gobierno (Rodríguez Zapatero), autorice la visita de los Reyes de España a Melilla (2007). A Marruecos le irrita que España acogiese a la activista del Frente Polisario Aminatu Haidar en Lanzarote (2010). A Marruecos le irrita que España acoja en un hospital al máximo dirigente del Frente Polisario Brahim Galli, enfermo de coronavirus. Decimos mal en decir Marruecos, porque no es la nación, ni el pueblo marroquí a quien le molesta e irrita todo. Quien se irrita es el Rey de Marruecos, Mohamed VI, porque en Marruecos la Corona es el Estado, y el gobierno marroquí solo tiene funciones delegadas, y su Parlamento, aunque elegido en votaciones públicas, apenas tiene competencias sobre el funcionamiento de la Nación.

En julio de 2018, recién llegado Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno, Marruecos decidió de modo unilateral, romper con la Aduana comercial con Melilla, y acabar así con más de 3 siglos de Tratados Comerciales con España. En noviembre de 2018, el recién investido como Presidente de Gobierno Pedro Sánchez visitó el Reino de Marruecos. Los Reyes de España han visitado Marruecos en varias ocasiones, y el monarca marroquí no ha visitado nunca España, pese a llevar en el Trono desde 1999.
Mohamed VI ha visitado la ciudad de Nador siempre que ha querido, o la ciudad de Alhucemas. Se ha paseado frente a los peñones de Alhucemas y Vélez de La Gomera y se ha bañado en aguas próximas a las españolas y nadie se ha molestado por ello en España. Es más, ni siquiera se rompieron las relaciones diplomáticas tras el incidente del islote de Perejil en 2002. De hecho y para no irritar a Marruecos, el islote quedó deshabitado y no hay ningún símbolo de la soberanía española sobre él.

Una crisis diplomática y humanitaria sin precedentes

El presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha visitado hoy, 18 de mayo, las ciudades de Ceuta y de Melilla, con claros signos de contundencia y también de distensión. Ha decidido visitar ambas ciudades en el mismo día de la «crisis de los inmigrantes», pero lo ha hecho en un helicóptero del Estado y no de las Fuerzas Armadas. Ha venido acompañado por el Ministro de Interior Fernando Grande-Marlaska, y no por la de Defensa Margarita Robles. No sabemos sin en Marruecos se entenderá este sutil gesto, porque en el Reino de Marruecos quien decide es el Monarca Mohamed VI y no el gobierno.

Karima Benyaich, embajadora de Marruecos en Madrid, ha dicho hoy una frase intolerable en términos diplomáticos, pero efectivamente, cada lleva aparejadas unas consecuencias, y no es lo mismo dar acogida a un hombre enfermo, que envenenar las relaciones diplomáticas entre dos países vecinos y amigos, como ha hecho hoy la embajadora marroquí, que debería ser relevada de su puesto, si el Reino de Marruecos quiere iniciar una distensión con España, algo de lo que todavía no ha dado muestras.

En unas relaciones de buena vecindad, hay cosas que no se hacen, como cerrar las fronteras de modo completo, como hizo Marruecos en marzo de 2020, con apenas una horas de antelación, y dejando dos bolsas de ciudadanos atrapados, una de marroquíes en Melilla, y otra de españoles en las ciudades colindantes. El gobierno de España ha dado muestras de buena vecindad, al atender a los marroquíes atrapados en la ciudad, pese al elevado coste que ha supuesto y que todavía sigue suponiendo, pues hay muchos ciudadanos marroquíes a los que su país no reconoce como tales, ni acepta su repatriación, caso de los menores.

El gobierno de España y la ciudad de Ceuta han demostrado su buena vecindad, al atender antes que nada, a la salud de los más de 6000 marroquíes que han entrado en avalancha en la ciudad del Estrecho, intentando escapar de un país, en el que prácticamente no tienen opciones de vida.

El Presidente Pedro Sánchez en Melilla

El Presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez-Castejón, ha visitado hoy la ciudad de Melilla. Se le ha visto muy afectuoso y cercano con las autoridades que le han recibido en visita oficial, Sabrina Moh, Delegada del Gobierno, José Miguel de los Santos, Comandante General, y José Joaquín Cobarro, Coronel-comandante militar Aéreo de Melilla. Desde el Aeropuerto militar se trasladó al Palacio de la Asamblea, en donde fue recibido por el Presidente de Melilla, Eduardo de Castro, el Gobierno de la ciudad y los diputados y diputadas de la Asamblea.