Oasis de Sidi Yahia Benyouness


                  El santo musulmán patrón de Oujda

       La ciudad marroquí de Oujda está situada junto a la frontera de Argelia. Oujda alberga muchas cosas y una de las más conocidas es su oasis, con aguas procedentes de un manantial, que conforma el espacio que alberga el morabito de Sidi Yahia Benyouness. Hubo un tiempo en que los musulmanes tenían santos, hombres que en su día contribuyeron a la difusión y asentamiento de la religión musulmana o Islám, algo que no hay que confundir con el islamismo, que es un movimiento religioso con características políticas.

        Todo el norte de África se islamizó gracias a la influencia de los morabitos o santones, Andalucía estuvo llena de ellos, que fundaban cofradías o zaouías para la predicación del Corán. Muchos no tuvieron éxito, o sus discípulos o seguidores desaparecieron pronto. Sin embargo, muchos de ellos se asentaron en su zona de origen e incluso se expandieron en un área de influencia. Melilla cuenta con un importante centro de culto, la Zaouía Alaouía o Cerro de la Palma Santa.

         Los morabitos están siendo barridos por la nueva ola de islamización, que no tolera ni admite este tipo de cultos. En Ceuta fue atacado el morabito de Sidi Embarek; y el de Sidi Hamed el Hach, en la parte más lata del Gurugú, está ya arruinado y la tumba saqueada. Eran lugares de peregrinación y de refugio.

                                 El santo escondido de Oujda

        Los seguidores de Sidi Yahia Benyouness, el escondido, («Makhfi» ó «Moul el Waada» ), no construyeron monumento alguno y no identificaron su tumba de forma alguna, para así preservarlo de las iras ortodoxas de su momento y también de las futuras. Unos dicen que está enterrado junto a la antigua fuente, otros que está bajo los árboles, o en uno concreto, en donde los fieles, dicen que mujeres, colocan trozos de tela y exvotos. En Melilla existió una higuera santa, en donde se practicaban este tipo de rituales, en el lugar que hoy conocemos como cerro de Santiago*.

         El antiguo manantial o fuente se secó, el gobierno marroquí remozó toda la zona en el año 200o. Hoy es un inmerso parque a 6 kilómetros de Oujda, con canales de agua, una amplia arboleda y un edificio que conmemora la presencia del santo protector de la ciudad en las inmediaciones. Conoció épocas de esplendor ene l pasado, pero al menos se ha preservado. Los lugareños le atribuyen notorias influencias benéfica. Es un lugar de paz  de desconocido origen.

       Para unos se trata del enterramiento de una rabino judío procedente de España y que recaló allí en el siglo XIV, para otros es un lugar de veneración de Juan el Bautista, conocido como Sidi Yahia entre los musulmanes. Los marroquíes dicen que se trata del Sidi Yahia Benyouness o «el escondido». En cualquier caso un lugar común para las tres religiones monoteístas. No podemos ir a todos los lugares, pero colaboradora del Alminar, nos ha proporcionado las fotografías actuales del lugar, al que sin duda habrá que ir.

Los santos musulmanes


                   

                

         El viernes se iniciará el mes de Ramadán en El Magreb

             Nadie podrá acabar con el principio de incertidumbre, porque se trata de una creencia establecida, pero el inicio del  Ramadán, mes del ayuno musulmán, esta sometido a algunas variables. El calendario Saudí lo tiene establecido para el día 18 de junio, pero en el Magreb Al Aqsa ( el occidente lejano), todo se inicia un día después. Al igual que sucede con los usos horarios y la salida del Sol, el creciente de la Luna no puede ser a la vez visto en el lejano Oriente y en el Magreb a la vez. Todo es muy sencillo de entender, por más que algunos se empeñen en establecer diferencias, o por arrancar a Melilla de un entorno al que ha estado siempre vinculada, desde el inicio del Neolítico mauritano.

            Si todo sucede según lo previsto, desde el gran alminar de la nueva mezquita de Farhana, se marcará el inicio del mes de ramadán del año 1436 del calendario musulmán en la tarde del cercano 18 de junio, para iniciar el ayuno el viernes.

                                        Los santos musulmanes

              Hace ya tiempo, un amigo me preguntaba sobre la existencia pasada de santos musulmanes. En aquel momento no tenía un conocimiento amplio sobre el tema por el que se me preguntaba. Con el paso del tiempo, leí que la religión musulmana, se extendió gracias a ellos, o sea, a los morabitos. Los morabitos fueron predicadores, lectores y estudiosos del Corán y propagadores de la fe musulmana, España estuve llena de ellos. Además de esto, eran buenas personas que ayudaban a la gente mediante consejos o conocimientos prácticos de materias diversas.

                Ibn Arabí de Murcia (1165 dC- 1240 dC), fue un andalusí español que recogió en un escrito la vida de los más conocidos de todos ellos, en un libro que se conserva en la Biblioteca del monasterio de El Escorial. Es una guía de los maestros del espíritu o santones andaluces, que abarca desde  Abu Abd Allah del Aljarafe,  hasta Abu Muhammmad el peregrino de Purchena. El distinto tratamiento de la memoria hacia ellos por parte de la religión musulmana, y las vicisitudes históricas, hace que ya todo apenas sea recordado. La religión musulmana como tal, no tiene una institución encargada de mantener vivo el recuerdo de aquellos que en vida tuvieron fama de santidad, pero esto no quiere decir que no hayan existido. Los hubo y existieron.

                                         Celadedín al Rumi

              Hay un lugar en donde todo es diferente, y es en Turquía. Allí no solo se sigue venerando a los que fueron considerados como celebridades o santos, sino que además se edificaron grandes mezquitas en su nombre y recuerdo. Uno de esos casos es el de Yalal ad-Din Muhammad Rumi, gran poeta y hombre santo, muerto en 1210 en la ciudad turca de Konia. Además de un gran maestro espiritualista sufí, fue el fundador del movimiento de los derviches giróvagos.

              Celadedín al Rumi, el griego. Los árabes, los musulmanes o sarracenos, en su expansión del año 622 dC (Hégira), jamás estuvieron en contacto con los romanos, cuyo imperio había caído en 475 dC. A los únicos que conocieron  y con los que estuvieron en contacto, fueron a los griegos, o sea, al imperio bizantino, a los que llamaban como rumies, y a los que tenían en gran estima. De aquí surge el sobrenombre del poeta y maestro espiritual  Celadedine al Rumi, cuyo nombre es Yalal ad-Din Muhammad Rumi. Una colaboradora del Alminar nos ofreció las fotografías de la mezquita en la que se le venera y honra en Konia, Turquía, cada 17 de diciembre, aniversario de su muerte en esa misma ciudad.

Nota: https://es.wikipedia.org/wiki/Yalal_ad-Din_Muhammad_Rumi