Tiempos de guerra en Melilla


                   Carmen Angoloti y Mesa, Duquesa de la Victoria

      Lo primero que hay que decir es que la Duquesa de la Victoria perdió la calle que tenía dedicada en Melilla, en la 1ª reforma del callejero llevada a cabo por los franquistas  en 1941. Solo recupero su nombre en marzo de 1991, media siglo después, en la tímida reforma del callejero llevada a cabo por el alcalde socialista Gonzalo Hernández, tras un propuesta de la Asociación Cultural Ateneo. La calle iba a ser denominada como avenida del V Centenario. Hay otro nombre, anterior, el de Consuelo González Ramos, casi olvidado y que también tuvo su importancia en la transformación de la sanidad de guerra en una auténtica sanidad militar.

       Melilla fue el epicentro de la política nacional a lo largo de un cuarto de siglo, desde 1909 hasta 1936, desde el Barranco del Lobo hasta el Alzamiento militar de 1936. En esa corta secuencia temporal, el desastre de Annual en 1921, provocó la mayor conmoción política y social de todo el  siglo XX español.

        En la retirada de Annual, como relata el diputado socialista y también periodista Indalecio Prieto: «Hubo algunos destellos heroicos, pero el honor del Ejército no quedó a salvo. Los oficiales se refugiaban entre los mulos, para poner a salvo sus cuerpos de las  balas del enemigo». Según los recuentos de Indalecio Prieto, el desastre de Annual se cobró 8668 vidas. Hoy mismo, cuando nos encaminamos hacia el siglo de la trágica efeméride, el Ejército Español no ha publicado ni la cifra oficial de muertos, ni un listado nominal de los que perecieron. en esa semana.

         Según el parlamentario socialista, el desastre se originó por un clima de degradación generalizada que el denomina como «el vicio de Melilla», donde la malversación de los fondos destinados a las tropas, la prevaricación, el fraude y toda suerte de inmoralidades administrativas, como la concesión de permisos, que minaron la moral de las tropas, y que eran mantenidas en estado casi de indigencia, mientras que la oficialidad vivía en la opulencia. «El problema de España, decía Indalecio Prieto, es de moral y de decencia pública». No solo era un diagnóstico acertado, es que sigue siendo cierto.

                        Damas enfermeras y la Cruz Roja

          En aquel ambiente de degradación, Prieto detecta a «una bandada de mujeres vestidas de blanco, enfermeras de la Cruz Roja, capitaneadas por la Duquesa de la Victoria y la señora de López Montenegro. Vienen a despedirse de sus enfermos y heridos, es meritoria la labor de estas damas». De los hospitales dirán que están en «una situación deplorable», y que hasta el quinto día no se evacuaba de las trincheras a los enfermos de fiebre, hacia los hospitales de campaña.

          Será el propio Indalecio Prieto el que la enaltezca hasta lo más alto. en un discurso en el Parlamento español : «Sin embargo, conozco en esta guerra un heroísmo ante  el cual me hincaría de rodillas, y es el de unas damas que, sea cual fuere su alcurnia; una conciencia honrada como la mía no puede pasar en silencio. Me  refiero a ese grupo pequeño, diminuto, ínfimo, capitaneado por esa heroína que se llama duquesa de la Victoria. Es el único heroísmo español del cual he sido testigo, el único que me siento con valor para exaltar aquí; pero con la exaltación tiene que ir la honda lamentación, entre lágrimas, de que sea un puñado tan escaso, cinco, seis u ocho mujeres, las que andan atendiendo a los heridos, clavando los féretros, amortajando los cadáveres”.

         Carmen Angoloti y Mesa se encontraba en la nebulosa biográfica, hasta que fue rescatada en el libro Mujeres en Melilla*, año 2002. Hasta ese momento era más conocida por su título nobiliario, que por su verdadero nombre. Carmen Angoloti nació el 7 de septiembre de 1875 y murió el 4 de noviembre de 1958. La serie de Antena 3 Tiempos de Guerra, ha abierto la carrera hacia el centenario de la mayor derrota sufrida por el ejército español ante una fuerza extranjera.

          En este punto surge la segunda pregunta, la que nadie se atreve a responder. ¿Cómo es posible que una serie cuyo eje es Melilla, no haya tenido ni siquiera un minuto de rodaje en la ciudad?. Las consejerías de Turismo, Cultura, Comandancia, entidades preocupadas por la difusión de la imagen de Melilla, también por la difusión de la historia y cultura militar, no han dicho una sola palabra. El debate está absolutamente cerrado.

        Nota*: Mujeres en Melilla (http://www.stes.es/melilla/revista/mujer_melilla.pdf)

 

 

 

 

 

 

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