


Las mañanas de fútbol, en un inicio de noviembre con Sol blando, nos permite escribir y reflexionar sobre otras cosas, aunque en realidad, todo está en el mismo plano. Desde un tema tan específico se puede llegar a cualquier otro, porque las conexiones son múltiples.
El Club Deportivo Extremadura está fundado como sociedad anónima deportiva desde 2022, un paso que tendrá que dar la Unión Deportiva Melilla, si algún día quiere estar presente en las categorías profesionales, en las que más pronto que tarde, se integrará a la 1ª RFEF. Un club como el nuestro, subvencionado al 100% tiene un suelo (no desaparece), pero también tiene un techo. Además, la subvención hace que sea una prolongación más del eje político, dirija quien lo dirija.
El CD Extremadura actual, asume la base del anterior club homónimo, que jugó dos ligas de la 1ª División entre 1996 y 1999 dando a conocer la localidad extremeña de Almendralejo, siendo indisociables ambos nombres. Una localidad de 35.000 habitantes logró el éxito de colocar un club deportivo en la máxima categoría del fútbol nacional, con la proyección que eso tiene. Sin embargo, la gloria, como todo tiene dos caras. Una década después de alcanzar el máximo grado deportivo, acabó desapareciendo en 2010. De aquellas cenizas, y jugando en el mismo estadio, aunque totalmente remodelado, surgió el actual proyecto deportivo, que ya tiene un triunfo en sus vitrinas, y es la Copa Federación, de la que se proclamaron campeones en noviembre pasado. Ahora mismo lideran la clasificación de la categoría que compartimos, la 2ª RFEF, en la que se debe estar el menor tiempo posible. Pese a todo, la Junta de Extremadura, la Diputación de Badajoz y el Ayuntamiento de Almendralejo, son patrocinadores del equipo, junto a muchas otras firmas.
Todo tiene su precio, pero en estos momentos, la categoría perdida, es un buen escaparate de promoción, porque muchos en cuentros de la 1ª RFEF se retransmite por televisión, en el canal de Movistar, antigua telefónica. El líder, el Extremadura, está a solo 8 puntos de distancia. En la grada se comentaba que se veía al equipo con más ánimo, con más espíritu. Se está a tiempo de todo, de incorporarse al tren del ascenso.
Ya hemos escrito que Melilla resulta una visita a la que se viene con temor deportivo. En la pasada temporada, el ascendido Guadalajara perdió aquí uno de sus dos encuentros de la temporada. El Cacereño, también ascendido, obtuvo aquí un lustroso empate, como hoy el Extremadura (0-0). Hay que escapar de la categoría Gulag.




























