Subidas generalizadas en las navieras


    

            Acciona Trasmediterránea, Armas, Balearia, están subiendo los precios de sus billetes de barco en una media de 100€ con respecto a los mismos trayectos y acomodaciones que el año anterior. Un usuário melillense, ceutí o cualquier otro que quiera repetir el mismo trayecto que el año pasado, pagará al menos 100 euros más que en el año 2011. En Ceuta se denuncia todo de modo claro y sin acusar a nadie, como puede comprobarse en la portada del diario el Faro en su versión ceutí (http://www.elfarodigital.es/ceuta/sociedad/97658-acciona-y-balearia-suben-el-precio-del-billete-para-residentes-mas-del-10-.html) . En Melilla y como si se tratase de un coro, los consejeros/as afectados. echan la culpa de todo a la extinguida presidencia del socialista Rodríguez Zapatero. Ya nadie les cree. Son varias las navieras y no todas firmaron el convenio con l Estado para el transporte marítimo. son políticas comerciales puras y duras.

   Las razones son fundamentalmente dos, siendo la principal la privatización de las Estaciones Marítimas, y de los servicios portuarios, responsabilidad absoluta del PP en el caso melillense. Se encarecen los precios de atraque y desembarque para hacer más caja, y las navieras repercuten esas subidas sobre los usuarios. No hay mas truco ni justificación.

              La quiebra de las navieras marroquíes

   Las navieras marroquíes han quebrado, o han dejado de prestar servicios de transporte de pasajeros por razones que se desconocen. El caso es que la ausencia de los barcos de FerriMaroc, Comanav y Comarit, hace que los barcos marroquíes permanezcan  atracados en los muelles de Almería y Beni Enzar, sin vender billetes y sin que nadie sepa qué va a pasar, ante la inminente Operación Paso del Estrecho. En el caso melillense, Acciona Trasmediterránea soportará en solitario la demanda de pasaje, lo que quizá constituya una de las razones para la desmesurada subida de precios de los últimos días. En vez de caja harán un cajón.

                Nuestra insuficiente Estación Marítima

    Melilla tiene la Estación marítima más grande del Norte de África y la más moderna de Europa entera, pero sólo pueden desembarcar a la vez un ferry y un barco rápido. No hay sitio ni medios para más. En Almería, sin tanta alharaca, hicieron hace años una ampliación de su puerto y hoy disponen de seis atraques simultáneos, todos interconectados por pasarelas a la modesta pero funcional Estación Marítima de Almería, eso sí, no disponen del megagimnasio más grande del mundo y tienen dos cafeterías. Sin aspavientos de ningún tipo, dotaron a la Estación de una pequeña sala de rezos para los viajeros musulmanes, e incluso disponen de un pequeño supermercado con productos hal-al, y eso que Almería no es la ciudad de las mil y una culturas. Es una ciudad correctamente gestionada, con una deuda bruta inferior a la melillense.

           Este verano los melillenses vamos a tener problemas de billetes, problemas de espacio en la Estación Marítima e incluso problemas de colapso circulatorio, tanto en la ciudad, como en la frontera. Aunque esta vez, eso sí hay que reconocerlo, la voz de alarma la dieron ellos mismos.

    

Melilla, año 1497


          

     Melilla fue conquistada en 1497, solo 45 años antes se había hundido para siempre el Imperio Bizantino. El que fuera el Imperio romano de Oriente sobrevivió casi mil años a la caída de Roma. Constantinopla, luego llamada Bizancio, la ciudad consagrada a la Virgen María, ejerció de parapeto a la expansión del Islam primero y a la del Imperio Otomano después, en solitario, durante casi 9 siglos. Mucha gente desconoce que la 1ª Cruzada no se convocó contra el mundo musulmán, sino contra los cristianos de bizantinos u orientales. Sin la protección de Bizancio, los ejércitos otomanos llegaron hasta Viena. Si el Imperio bizantino se hubiese derrumbado apenas uno o dos siglos antes, la historia de Europa hubiese sido otra.

                     Las antorchas de Melilla

     Llegando a Melilla por la noche, las luces de la ciudad se proyectan como antorchas sobre el agua. El faro de Melilla ya es solo simbólico, pues las luces de la ciudad orientan mucho más y mejor.   Sin embargo, en 1497 esto no era así, la oscuridad debió ser absoluta. La Crónica oficial de la conquista habla de que la flota de desembarco  se mantuvo en posición hasta la noche, para no ser advertidos. ¿Dónde y por quién?. Troya estaba en la línea visual de Ténedos, la isla a la que se retiraron los griegos. Melilla está en la línea visual de Chafarinas. Probablemente la flota de conquista se mantuvo en aquella posición hasta la noche.  La respuesta al por quién es clarísima, por los bereberes, los amazighes, los mauritanos,  los habitantes de siempre, incluso desde mucho antes de los fenicios.

        La conquista se llevó a cabo para dar cumplimiento al Tratado de Tordesillas de 1494, cuyos términos habían sido previamente fijados en el Tratado de Alcaçobas en 1479, entre España y Portugal. Todo lo que no sea reconocer esto, es seguir falseando la historia de Melilla. Fue una conquista en toda regla, llevada a cabo por la 1ª potencia militar del Mundo, pero no en nombre de España, sino en el de la Casa de Medina Sidonia. Los Reyes Católicos habían renunciado a ocupar la plaza, tras el devastador informe de Martín Galindo: «Melilla está rodeada de moros alárabes por todos lados, y antes será carnicería de cristianos, que población de ellos». Que verdad histórica más grande.

     Carlos I de España, el César Carlos, el monarca más grande que haya tenido nunca este país, visitará Melilla, aunque desde la distancia. La flota del más grande monarca hispano se mantuvo en el Atalayón. La villa de Caçaça se había perdido ya de modo irremisible. Si duras eran las condiciones de vida de Melilla, las de su villa gemela eran sencillamente infernales. La propia guarnición española pactó la entrega de la ciudad con los rifeños. Carlos I dijo que la ciudad de Melilla, aislada no tenía valor estratégico alguno para España. Ordenó su abandono, pero siendo un monarca sensible, dijo que tras los grandes trabajos realizados en su conquista y mantenimiento, se debería hacer de modo gradual, en respeto a las vidas que había costado mantenerla. Una de sus medidas fue ordenar el repliegue de la guarnición española hacia el peón rocoso (Melilla La Vieja), abandonado la zona que hasta ese momento ocupaban ( Plaza de Armas y zona colindante). Esto sucedió entre 1505 y 1525. En 1555 Carlos I abandonó el Poder y se retiró al monasterio de Yuste. Las penalidades sin fin de Melilla se mantendrían hasta el Tratado con Marruecos en 1860. Desde ese momento la historia de Melilla es otra. Sin olvidar nada, se deben buscar nuevas fechas y nuevos horizontes.