Balcón modernista en situación de derrumbe


El modernismo consistía en hacer edificios lo más ornamentados posibles, con materiales baratos. Los que construían los edificios o encargaban la construcción era los propietarios, buscando edificios vistosos pero no excesivamente caros. Los elementos decorativos, ménsulas y molduras, eran de escayola, yesos u otros materiales pobres. Aparte, no existían en Melilla otros materiales de más consistencia. A todo esto hay que añadir que son edificios con una media de edad de 70 años y su situación estructural es muy comprometida. Hay situaciones irreversibles y abandonos intencionados.

El estado de este balcón y de todo el edificio es de una situación próxima al derrumbe. su propietario lo ha puesto a la venta. quien quiera comprarlo deberá acometer un proyecto de rehabilitación integral, que será muy oneroso, en las inmediaciones. apenas unos números más allá, en el edificio en cuyos bajos se encontraban «las bodegas Guerrero», se llevó a cabo una de las mejores rehabilitaciones de los últimos años, aparte permitió elevar el edificio en un altura, para al menos hacer rentable el proyecto de conservación.

El balcón de este edificio en la esquina de la calle del Gral. Astilleros está apuntalado y al borde del colapso. La zona está cerrada al paso peatonal. Hay que hacer un censo de lo que queda del modernismo en la periferia. Catalogar lo que está en situación de ruina inmediata y lo que no. Decidir qué se quiere o se puede conservar y empezar a actuar si se quiere conservar algo.

Diferentes grados de ruina de un edificio en Melilla


 

       Post nº 100   

         Ruina absoluta en la calle Lope de Vega

      Gracias a la colaboración de un amigo arquitecto, puedo hoy ofrecer a «la comunidad del Alminar de Melilla», una  descripción pormenorizada y exacta de qué es la ruina de un edificio, y cuáles son sus diferentes grados. Este en concreto, de la calle Lope de Vega, está en un grado de ruina absoluta, aunque da la impresión de que se ha ayudado algo a ese estado, porque nunca he visto una forma tan extraña de derrumbarse un edificio.

         Hace años, el  Cardenal Paul Casimir Marcinkus ( 1922-2006) al ser preguntado por el «insólito estado» de las finanzas de La Iglesia respondió que: «La voluntad de Dios es la que es, pero a veces hay que estimularla». La reflexión encaja pefectamente con esta de que : «La ruina es la que es, pero a veces hay que fomentarla». En este caso, albergo dudas sobre este  extraño e intenso grado de ruina, al que califico de absoluta y que excede, con mucho, la académica descripción de la ruina edificable que me proporciona mi amigo Javier Herrera, Decano del Colegio de Arquitectos de Melilla, y que por su interés transcribo literalmente:

     1)_ La Ruina Economica es cuando el coste de las reparaciones necesarias para dejar el edificio en condiciones de habitabilidad originales, supera el 50% del valor de reposición, (lo que costaría hacer este edificio nuevo hoy),,, en estos conceptos se justifican todos los expolios interesados.

      2)_ La Ruina Técnica  es un concepto más que un número,,, Pues lo que viene a decir es que ,independientemente de la ruina economica, si algún elemento fundamental de la estructura ( en este campo de fundamental entra toda la jurisprudencia del mundo y algunas ordenanzas intentan fijarlo en porcentajes) está ruinoso o ha perdido su capacidad portante,,, se puede considerar que el edificio está en ruina técnica. y por lo tanto exonera al propietario del deber de conservar,, ya que la reparación de tal elemento supera dicho concepto de mantenimiento o conservación.

 3)-  La Ruina inminente , es fácil de deducir, que es aquella que exige el desalojo inmediato de los ocupantes y el apuntalamiento integral del edificio.

         Visto este edificio yo añadiría el estado, fuera de categoría, de:

4)_ Ruina absoluta, que sería aquel que ha atravesado los tres estados anteriores, sin que la Administración responsable de evitarla se haya dado cuenta de nada, ni conseguido anticiparse a ninguna de las calificaciones de ruina ni sus respectivos saltos cualitativos. También sería aquel en el que el edificio es derribado por el propietario, sin que la Administración lo haya autorizado, que no es el caso, pero sí el de otros edificios de Melilla, uno de ellos extrardinariamente emblemático.

Moder-ruinismo, la nueva categoría


            » La propaganda es como el arte, no tiene necesidad de respetar la verdad«. Ha sido así en todas las épocas y lo sigue siendo en la actual. En Melilla no hay gestión, el dinero se está malgastando en cosas improductivas, pero no en el mantenimiento de la ciudad. Melilla ofrece como su principal escaparate turístico el «producto modernista», pero la verdad es que el Modernismo en Melilla podría definirse como: «Moder-ruinismo». El aspecto es muy lamentable. Todos estos edificios llevan en estado de abandono desde hace al menos 10 años, el periodo que abarca el presente gobierno autonómico. El edificio de la palza Comnte Benítez está ya listo para el derribo, el 1º de la calle López Moreno ha acabado provocando el cierre del negocio que tenía debajo y el otro inmueble está ya cerrado por ruina. Melilla está perdiendo todo su patrimonio. No hay vigilancia ni seguimiento desde la Consejería de Fomento. Las cosas no pueden llegar al «estado de ruina técnica», porque en ese momento ya nada puede hacerse y sólo espera el derribo. Otro edificio emblemático, el de La Casa de Los Cristales ya sólo espera caerse.

      La lista, el recuento de deficiencias es interminable y no porque quieran buscarse defectos, es que cuando se ha dispuesto de ese volumen de dinero (2.500 millones de euros en diez años), se deben exigir responsabilidades y resultados. La realidad es que no hay liquidez en el Ayuntamiento de Melilla, que todo se paga con créditos, con ampliaciones de créditos, con onerosas operaciones financieras (leasing) y con mil y una fórmulas. Pero la ciudad se cae, literalmente, a pedazos.

    Tras el 23 de mayo todo debe cambiar profundamente, tanto si este gobierno repite como si no. No se puede permitir tan mal uso del dinero de todos, diga lo que diga la propanganda. Las evidencias son estas y esto es el centro de Melilla. Nuestro escaparate.