Todo cabe en Europa


El escaño en Europa dentro de la circunscripción de España se alcanza con unos 500.000 votos. Eso permite la visibilidad y es el Rubicón o Paso del Mar Rojo para una cantidad considerable de pequeños partidos. En las elecciones europeas de 2014 VOX no consiguió ningún diputado pese a obtener 250.000 votos. Los dos grandes partidos (PSOE y PP) suelen repartirse la mitad de la baraja electoral, con el 50% de los votos emitidos y la mitad de los escaños europeos. El último vencedor es el Partidos Socialista en la convocatoria de 2019, con más de 7 millones de votos y 20 escaños. Aunque dicen que no son elecciones extrapolables, la realidad dice que se extrapolan y mucho, y que importan ganar cualquier convocatoria electoral, sea de lo que sea.

Las presentes elecciones europeas se van analizar como un refrendo o rechazo de las últimas acciones del «gobierno de progreso», que tomó posesión hace apenas un año. En el otro lado, la derecha, abanderada por el Partido Popular evaluará el liderazgo de Feijóo y de su política de desgaste del gobierno. En apenas un año, que parecen 10, Pedro Sánchez llega a las elecciones europeas en la agitación social y política más complicada de la última década, aunque pudiera ser solo mediática. No sabemos si el ruido y el estruendo de los medios de comunicación, a favor o en contra, podría ser más aparente que real, aunque la crispación sea mucha. La gente está agitada, pero es porque se la agita desde arriba. Es tiempo de argumentarios y no de argumentos. Nadie pretende convencer, sino gritar más alto y más veces.

Las izquierdas y los guardias rojos

Los rojos, aunque hoy sea el adjetivo de moda (positivo o negativo) quedan ya muy pocos, y está circunscritos a los partidos más clásicos de la izquierda, adscritos a movimientos leninistas, trotskistas, y a la 4ª Internacional. Uno de los lamentos clásicos es el referido a la aparente desunión de la izquierda, pero es que eso ha sido así siempre y además constituye su esencia, la de los matices. No es lo mismo un leninista, que un seguidor de Mao, un abanderado de Trotsky que otro de Stalin, aunque este último, el que resultó triunfante, es en realidad el negador de todo. Los rojos pues, son el clásico PCPE (Partido Comunista de los Pueblos de España). el de los trabajadores o PCTE y la Corriente Revolucionaria de los Trabajadores (CRT), que parecen los más actualizados de entre los partidos de izquierda más tradicionales o históricos. La Corriente Revolucionaria aparecen por primera vez en estas europeas, encabezados por Pablo Castilla y Lucía Nistal. El PCPE suele obtener 29.000 votos y el PCTE 19.000 en el año 2019. Esto es la ortodoxia roja, el resto es la izquierda más actual, o aburguesada, según los análisis más ortodoxos. Esta opción la representarían Sumar, antes Izquierda Unida, y los restos de Podemos después del naufragio. Podemos, la opción de izquierdas surgida en 2014 , que alcanzó los 2,2 millones de votos en las europeas de 2019 y 6 diputados, ha sido dilapida en solo una década, por un hiperliderazgo tóxico. Los obreros de derechas, que lo hay pero no quiere decir que sean defensores de los patronos, tienen su hueco electoral con Frente Obrero. El PCPE suele tener en Melilla 22 votos en las convocatorias europeas. Quedan también los menos definidos de Izquierda Española.

Ciudadanos, las derechas y Alvise

Ciudadanos certificará en las presentes europeas de 2024, su defunción electoral. El único diputado que les queda, saldrá elegido en la lista de VOX. Ciudadanos, opción también surgida en 2014 con 2 eurodiputados, alcanzó su cima en las de 2019, con casi 3 millones de votos y 7 europarlamentarios. Fue la mejor opción de centro desde la UCD de Adolfo Suárez. El liderazgo de Albert Rivera fue aún más centrifugador que el de Pablo Iglesias en Podemos, e imprimió una mayor aceleración a la destrucción del partido. Ambas opciones han corrido un camino muy parecido, si bien Ciudadanos solo alcanzó gobiernos en Autonomías y en algunos ayuntamientos. La caída de Podemos se ha producido desde las máximas alturas del Estado.

La derecha concurre siempre lo más agrupada posible a cualquier cita electoral, y esto también es del manual básico electoral. Lo mismo que la radicalización de la campaña provoca que el voto se concentre o derive hacia los dos polos (PSOE-PP) electorales. Siempre hay a quien votar. La sopresa electoral puede darla el ciudadano Alvise, que podria alcanzar el acta europarlamentaria, con su candidatura de Se acabó la Fiesta. Alvise pasa por ser un gran fabricador de bulos, y procede también de la descomposición de Ciudadanos. Un enigma.

Libertad sin fianza en Rusadir


 

   Interpretando un caso mediático

  Si conmocionó la apertura, extensión y dureza de la operación Rusadir (rehusamos del sobrenombre de Santiago), la revocación de las medidas cautelares ha causado perplejidad. La libertad sin fianza hace pensar que las principales acusaciones decaerán de aquí a la apertura del juicio oral, si es que llega a celebrarse algún día con algún acusado de renombre.

  A estas alturas  no había nadie que no pensara que la prisión preventiva se extendía demasiado, 71 días, y que la asignación de unas fianzas similares a las del Procés de Catalunya eran excesivas. Pero no cabe discutir las acciones judiciales,  solo recurrirlas por parte de las defensas, cosa que han hecho.

  Tenemos a mano un manual de Derecho para «no letrados«, publicado bajo el pseudónimo de Judge the Zipper (JthZ), y titulado Destripando el Derecho, que viene a ser un catecismo judicial para neófitos.

       Jueces y Justicia

   La politización de la Justicia es un hecho innegable porque muchas cuestiones políticas se deciden en los tribunales y porque se recurre a ella para que los dirima. Ya no sólo vale con refutar al adversario,  sino que además se intenta su condena en algún modo. Según JthZ «esto no afecta directamente a la independencia judicial», pero  añadimos que sí la contamina y altera. Los jueces trabajan bajo la presión política, social y la mediática y esto puede ser causa de excesos, errores, aciertos, desde nuestra óptica, pero los jueces rectifican reformando sus propios autos, como ha resultado en el presente caso.

      Una cuestión preventiva

  «La prisión preventiva es un medida muy excepcional que el juez sólo puede acordar en determinados casos y que lo normal es que los investigados permanezcan en libertad durante todo el proceso, recursos contra la sentencia incluidos», en opinión de JthZ, para que se determine este tipo de medida deben concurrir tres hechos, a saber: 1- Que el delito principal supere los dos años de prisión. 2- que existan sospechas fundadas de que se ha cometido ese delito. 3- Que lo solicite el fiscal o una acusación particular. El juez no puede actuar sin apoyos.

¿ Qué es lo que ha ocurrido en Melilla?  Hemos pasado en un mes de la prisión preventiva y de fianzas millonarias,  a la desaparición de todo eso. La única interpretación posible es que existan dudas razonables  sobre el delito más sorprendente: el de asociación criminal con fines delictivos. Algo que se veía como desmesurado, y que deberá probarse en juicio, de mantenerse esta acusación,  que no lo parece. La prisión provisional es algo que el juez debe motivar mucho, se escribe en Destripando el Derecho.

   La cuantía de la fianza debe estar en relación con la capacidad económica del investigado. No puede ser una segunda barrera y eso podría explicar su desaparición.

   Melilla, bajo la sombra de la corrupción

   Todo lo que llevamos de siglo hemos caminado bajo la sombra de la corrupción.  En el año 2000 fue detenido un consejero autonómico de Hacienda bajo esta sospecha, siendo finalmente juzgado y declarado inocente, con la anulación  de todas las pruebas que condujeron a esa imputación.  Las operaciones policiales de Ópera y Tosca (2014 a 2016) pusieron patas arriba el Palacio de la Asamblea, resultando imputados consejeros, cargos de confianza y funcionarios,  pero todo se archivó sin llegar siquiera a juicio.

     Resolución final

Nada se ha sustanciado en Melilla en todo lo que llevamos de siglo XXI, ni antes tampoco.  JthZ hace mucho hincapié en que a pesar de las imputaciones,  de la apertura del proceso, de la revelaciones filtradas a los medios, «la presunción de inocencia sólo se destruye con la sentencia» o con el reconocimiento por parte del acusado.

   Hemos detectado una desaparición completa de analistas oficiosos, de filtradores y de comentaristas, en los últimos días, como si nadie entendiera qué ocurra. Ahora solo impera el silencio.

  El lawfare es un concepto sometido  a debates e intervenciones muy amplias y difusas. Lo que existe es la instrumentalización de la Justicia por parte del mundo político. Todos quieren extender la influencia este tercer poder del Estado. Hay jueces instrumentales y políticos que son jueces, aunque lo prohíbe La Constitución. Para evitar esta y otras incomodidades se hicieron los reglamentos.

   El Poder político, sea cual sea, lo esgrime como recurso para crear zonas de sombra.  Es un concepto importado de Sudamérica, pero resulta difuso, salvo en que el Derecho se interpreta y utiliza como arma arrojadiza. Los delitos lo son o no en función del actor principal,  y de la posición con respecto a los mismos, no de los hechos.

  No sabemos qué ha pasado en Melilla en las últimas décadas,  aunque hayamos podido verlo y formar opinión. El mal tomó forma en 1997 y nombre en 1999, bajo las siglas del GIL (Grupo Independiente Liberal).

     

La cábala de Pedro Sánchez


Y de repente el mundo político se volvió del revés, pero eso es algo que no puede evitarse. La cábala es el retorcimiento de las palabras para buscar significados ocultos, o la conjetura llevada hasta el extremo, incluso más allá del hecho visible. Hemos leído e interpretado todos los libros de Pedro Sánchez, bien dictados o escritos por él mismo, y no hemos sacado nada demasiado concluyente. Enarbolar pensamientos o ideas claras en tiempos de la política turbia es un ejercicio difícil, y quizá tampoco importe demasiado. El mes de abril no acaba como empezó, pero es que nada puede predecirse.

La crispación política y la gresca pública en España

Fue Santiago Carrillo el que intentó analizar el tema de la crispación y enraizarla con nuestro pasado más reciente. La lectura de su libro nos lleva a la conclusión de que los dabtes siguen dominados por las mismas tensiones nacionalistas (presentes desde el siglo XVIII) los mismo actores políticos (izquierda y derecha), y la misma cuestión sobre la forma de Estado.

El guerracivilismo no está superado ni siquiera en los Estados Unidos, en donde se ha estudiado a fondo. En España se está intentado poner en valor y en un lugar visible la parte de la memoria silenciada (lo que concita una resistencia feroz) desde el inicio del siglo XXI. Decía Santiago Carrillo que: «una de las consecuencias más curiosas es que todavía hoy sea un lugar común referirse a Franco y los franquistas como los nacionales, y a los vencidos simplemente como los <rojos>, o los republicanos». Es más simple, pese al tiempo transcurrido, no dejan que se equiparen e igualen las memorias de las víctimas. Conocemos sobradamente, al menos algunos, el volumen y el grado de barbarie que alcanzaron las matanzas anarquistas y las de las checas, algunas nombradas con nombres de ministerios públicos, como las de Fomento y Bellas Artes en Madrid. Sin embargo no ocurre lo mismo al identificar las matanzas y ajusticiamientos perpetradas por las fuerzas sublevadas contra el gobierno, que no contra la República y sus ciudadanos. En un principio nadie quería abatirla, pero Franco dio un golpe palaciego dentro del propio Golpe mayor, y transformó el Estado en una autocracia y dictadura militar. Hay ñ un trazado muy simple para lograr esta equiparación, pero no aciertan con él, pese a las dos leyes de Memoria en vigor, sin añadir crispación a la tensa situación política

Las tribulaciones del presidente Pedro Sánchez

No es lo mismo irse del Papado (Benedicto XVI), de la Jefatura del Estado (Juan Carlos I), que de la Presidencia del Gobierno, un lugar en el que a nadie llevan a la fuerza. ¿Son las circunstancias políticas más adversas para Pedro Sánchez que para cualquier otro lider político europeo, por ejemplo Boris Johnson? ¿Son más tensos los debates políticos en el Parlamento español que en el de Italia, Francia o la misma Inglaterra? ¿Son más duros los escrutinios sobre la vida personal y privada de los servidores públicos en España que en EEUU? ¿ Son más graves las presentes circunstacias que las de Felipe González, en los años más duros del terrorismo de ETA? En ninguno de los casos, es más, en muchos países europeos han dimitido primeros ministros por asuntos que en España son considerados baladíes, de esos por los que ni siquiera en casa se darían explicaciones. A Felipe González y a sus ministros les llamaban «asesinos» cuando acudían una funeral tras un atentado, y como dijo el ministro Barrionuevo, no había semana en la que no acudieran a uno.

Damos por sentado el acoso mediático y político de la derecha política, y la utilización y su recurso la Justicia como tercera cámara, pero también hay que decir que si alguien tiene recursos de defensa es un gobierno. Al presidente Pedro Sánchez le fallan sus apoyos y no sus adversarios. Para El Alminar lo más grave que ha sucedido en las últimas décadas son el encarcelamiento de un ministro de Hacienda (Rodrigo Rato), de uno de Trabajo (Eduardo Zaplana) y las sospechas extendidas a otro ministro de la Hacienda Pública como Montoro, y también las que afectan a una ex ministra de Defensa (Dolores de Cospedal) y del Interior (Fernández Díaz), por espiar las vidas privadas de ciudadanos sin sospecha, en beneficio de intereses personales o partidistas, nunca de gobierno. Todos son del Partido Popular.

Manual de resistencia y la única respuesta posible

¿Merece la pena ser presidente del gobierno de España? La respuesta a esto debe ser sí siempre,  pese a la coyuntura en que se ejerza, y pese a las indudables dificultades y sinsabores que pueda reportar. El servicio público es una vocación,  no una profesión.  El problema estriba en que cuando se emite una «carta a la ciudadanía» lo menos que se puede esperar es que surja un debate,  y posibles líneas de respuesta. Algunas podrán iluminar la respuesta y otras no, pero en el presente caso, lo obligatorio es responder a quien pregunta.

       Solo sí es Sí

  En realidad es un pregunta retórica  porque no cabe otra respuesta. Sí merece la pena ser presidente del gobierno de España, y sobre todo, cuando se han recibido los votos suficientes para ello, ya sea en modo directo o en suma, hace apenas un año. Lo que puede merecer la pena o no, son los compañeros de viaje,  y aquí es en donde está el problema crucial, el que no se menciona.

   Ahora mismo y en las actuales circunstancias,  siempre susceptibles de empeorar,  no cabe más remedio que seguir. La dimisión,  cuando nadie lo ha pedido, no cabe en ninguna cabeza. Lo único que puede modificarse son las condiciones,  o sea, decidir que está será su última comparecencia como cabeza de lista , o determinar el lapsus de tiempo,  o lo que es lo mismo, en qué momento decidir el fin de la legislatura,  aunque esta acabe de empezar.

     Carta y espantada

   No hay duda alguna sobre la campaña orquestada contra la «esposa» (en sus propias palabras) del presidente Pedro Sánchez. Los denunciantes instrumentales no ofrecen confianza alguna. Hasta la fecha no hay nada que resquebraje su presunción de inocencia, por lo que este movimiento, no excesivamente pensado, sólo alimenta las dudas y no las certezas.

  Como Presidente del Gobierno hay que explicarlo todo, cualquier cosa, y sufrirlo todo hasta que se dice basta, como Adolfo Suárez. Cuando se ha escrito un Manual de Resistencia hay que tener claras dos cuestiones, una es que hay que tener un fe o convicción interna a prueba de todo, la otra es que la única consigna es precisamente esa; resistir. Curiosamente,  en el referido manual, ni siquiera se habla de eso, de resistir.

Hay cosas que se pueden hacer como diputado (dimitir sin demasiadas explicaciones), o como jefe de un partido (renunciar a la dirección del mismo), que no se pueden hacer si se es presidente del gobierno de España.

En este callejón con una única salida. Solo se puede salir diciendo sí  a todo y contando, sin límite alguno, la verdad de lo que pasa a la ciudadanía.

 

Conspiración contra la Reina


   Los Borbones en Pelota

 El silencio y el alejamiento son necesarios, pero hay que ponerle fin cuando puede llegar a confundirse con la aquiescencia total sobre el estado de lo que nos rodea, o cuando la gravedad de algunos asuntos requiere un posicionamiento sobre ellos. Un gobierno no necesita defensa externa porque cuenta con suficientes medios para ello, pero con las personas que integran o constituyen la Jefatura del Estado, la cuestión es distinta. No pueden salir a defenderse de modo público de cuestiones particulares o personales. Cuanto más alto se está en el Estado, menos errores deben cometerse y más expuesto se está. La cuestión es compleja, porque la ausencia de respuesta aumenta la impunidad.

  En 1868 se publicó en España la mayor sátira política posible contra una Reina de España, en concreto Isabel II. Eran viñetas obscenas y pornográficas contra la Reina, en las que se la representaba de la manera más indigna posible. Tanto a ella como a toda la familia Real y sus colaboradores más cercanos. La bajeza en España puede ser realmente extrema, y la manera más fácil es cuestionar la sexualidad o las relaciones de la reina. Aunque sigue sin saberse quien o quienes propiciaron aquella acción infame, se atribuyó siempre a los hermanos Becquer y a su imprenta sevillana, y se tuvo al general Narváez, «el espadón de Loja», como su inductor o propiciador. La consecuencia de todo ello fue la caída irremediable de la Reina Isabel II; «la mil veces traicionada«.

  La intención queda meridianamente clara en el excelente estudio de Pilar Burdiel, sobre esta etapa y estas publicaciones denigratorias: La fijación crítica en el cuerpo y la sexualidad de la reina– para deslegitimar a la monarquía isabelina; para lograr la pérdida de respeto entre sectores amplios de la población y, en último término, para crear el ambiente propicio y también la justificación moral de la revolución que la destronó en 1868. Algo similar sucedió en Francia con Mª Antonieta, dice la autora del estudio Los Borbones en Pelota, en el que se llegaba a dibujar a la Reina de España «copulando con un asno»: ¿Actuó la personalidad de Isabel II (considerada tan peculiar) como caja de resonancia y caleidoscopio de las contradicciones de su época respecto a qué cosa debía ser la monarquía constitucional y qué cosa debían ser las mujeres?

  ¿Qué molesta, la monarquía o las mujeres? preguntamos desde el Alminar, en el que no vamos a defender a nadie, pero sí señalar que quienes deben y tienen capacidad para ello, no lo hacen. En el diseño de Estado que se configura tras las presentes turbulencias territoriales, no caben ni el actual modelo de la jefatura del Estado, ni la redacción constitucional en vigor. El camino más fácil para crear una crisis profunda, es abatir la imagen pública de la Reina, tanto da si es consorte como titular. Sigue siendo así de machista la historia. Y en eso se está, sin que nadie sepa como atajar ese despropósito, en los que las supuestas intimidades de la Reina Letizia salen a la luz, sin ningún criterio de verificación posible. Las ambiciones personales no se detienen ante nada, ni nadie. No reconocen lealtades de ningún tipo, y ya hay muchos sectores interesados en los microestados autonómicos. En las anteriores constituciones españolas, salvo las dos republicanas, solo se pretendía seguir el modelo inicial de la Revolución Francesa (1789), que no era otra que la proclamación de una monarquía constitucional

      Acoso y destrucción de la imagen de la Reina

  Francia destruyó la imagen pública de la Reina y luego la decapitó en un una plaza pública, lo que constituyó un crimen de Estado que sigue dividiendo a la sociedad francesa, después de haber hecho lo mismo con el Rey. España ha abatido dos veces a su monarquía, y ha contado con innumerables guerras dinásticas y reposiciones. Otra Reina tratada con crueldad fue María Victoria del Pozo, esposa de Amadeo de Saboya, a la que llamaban «la reina de las lavanderas». La memoria y biografía de esta reina ha sido rescatada por Carmen Gallardo. Nadie cuestiona la calidad democrática de las monarquías constitucionales europeas (Inglaterra, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Suecia y Noruega), pero sí se puede poner en solfa a todas las repúblicas procedentes de los antiguos países socialistas. La cuestión no es pues la forma, sino el contenido y el fondo. Pilar Burdiel lo borda en su estudio: «Desde el principio, Isabel II quedaba excluida del formato de representaciones asociadas al monarca heroico, masculino. Sus virtudes (y sus vicios) habrían de ser esencialmente femeninos. Desde el ángel de inocencia de su niñez, pasando por la imagen de la madre cristiana desprendida y piadosa, hasta la Eva lasciva, la mujer caprichosa, esclava de sus pasiones, del final del reinado». Se repite el mismo esquema, da igual el siglo.

       El cortesano resentido y el amigo traidor

   ¡Cuidado no nos acontezca esa ignorancia rayana en la demencia, no infrecuente, que llega a tomar a un enemigo por amigo y viceversa! San Agustín

 La traición personal, política, siempre anida cerca. El entorno sevillano era el feudo del mayor enemigo de Isabel II, el duque de Montpensier, cuñado de la Reina, y que jamás apareció en las sátiras, como señala Burdiel. Aquí tenemos pues otro elemento importante, el resentimiento cortesano, las ambiciones familiares, y cualquier otra maldad humana, disfrazada de falsas razones de fidelidad, pureza dinástica y supuesta lealtad a la institución. Ninguna buena intención existe en el libro del antiguo y todopoderoso director de Hola, aunque pretenda estar cargado de ellas. Es una repetición de ripios, lugares comunes, material de relleno, cascajos y juicios de valor trasnochados, con un propósito escondido que hemos explicado.

 Señalaremos los nombres para que queden asociados con la villanía, afirmando que no creemos nada de lo afirmado en un libro infame: Yo y Letizia de Jaime Peñafiel (Peñainfiel, como también se le apoda), que quedará ligado a una obra infame y absurda. Cualquier persona tiene un pasado, salvo que esa afirmación pretenda referirse a algo más medieval. El resentimiento de este personaje es infinito y no decae con el tiempo, además de que conceptualmente resulta decimonónico. Ni vale nada lo que escribe y publica, ni valor alguno tiene lo que supuestamente calla. Eso sí, el daño es inmenso, pero no por lo que dice, sino por la intención. Alguien ha querido cerrar una vida de escritura pobre, con una acumulación de cieno y guano. Solo un medio digital, http://www.elnacional.cat, está aventando este pretendido escándalo, aunque real.

  Distinta y aún peor consideración merece el amigo traidor, Jaime del Burgo. Inversor privado, abogado, empresario, amigo personal de la periodista Leticia Ortiz, y del círculo de confianza ya como Reina. Hijo del diputado del Partido Popular del mismo nombre, y que fuera ex presidente de la Comunidad Foral de Navarra. Testigo de las capitulaciones matrimoniales y de la boda de Letizia Ortíz. Probablemente obsesionado con ella, volvió a entrar en el círculo íntimo y familiar, al contraer matrimonio con su hermana Telma Ortíz Rocasolano. Su condición navarra podría situarle en la órbita del carlismo, tradicional y secular enemigo de la actual familia borbónica en la Jefatura del Estado. Cuanto menos se diga de él, mejor.

  Todo lo que insinúan, mencionan y juzgan es incomprobable, y por tanto no puede refutarse ni afirmarse. Tampoco se puede calibrar la intencionalidad, aunque se adivina. El final de esta campaña no puede estimarse tampoco.

Nota: Fotografías, Casa Real de España.

  

  

Nostradamus y las profecías sobre España


La centuria X alude a la coronación de una Reina, que podría ser Leonor

Michel de Nostradamus vivió entre 1503 y 1566. Era médico y profeta. Escribió sus célebre centurias en la década final de su vida. La redacción de las 10 centurias no se corresponden con un orden cronológico, por lo que la interpretación y su atribución a determinados hechos históricos queda muy abierta. No marcan un final claro, como las del monje Malaquías y el último Papa Pedro Romano.

En la primera mitad del siglo XVI, el mundo eran la luchas entre Francia, España, Italia, Inglaterra y Alemania, por lo que casi todas los cuartetos de las centurias hacen referencia a localizaciones de estos países. Cada centuria tiene 100 cuartetas, muchas de las cuales no han sido atribuidas aún, por ser demasiado oscuras. En aquel tiempo la idea de un posible fin del mundo, impregnaba todavía la literatura y los escritos. El convencimiento en este hecho marcaba un límite a cualquier intento profético. Hoy todo queda reducido al ámbito esotérico y especulativo. Los misterios van desapareciendo poco a poco, aunque persiste el interés sobre qué va a ocurrir en un futuro próximo y en el porvenir de nuestras naciones. En estos días se habla del fin de España y en esa centuria final de Nostradamus, se alude mucho a ella.

Leonor y la centuria X

Cuarteta 19 El día que se coronada reina. El día despues de la salvación, la plegaria: La cuenta hecha razón y balbuceada. Antes, cuando era humilde, nunca se sintió tan orgullosa. Una mujer será coronada como reina (en ciernes solo está la princesa Leonor), y será después de la salvación, se supone que del país al que pertenezca. Tras la coronación será la plegaria. La alusión a su condición humilde, podría hacer alusión a sus origenes.

Cada centuria debe leerse como una unidad literaria independiente, con lo que cobra más sentido la propia atribución, y la interpretación del hilo conductor interno. De este modo, una cuarteta anterior o posterior aclara o completa su significado. El número 25 es clave.

Cuarteta 25 Por el Ebro abrirá el pasaje de Brisanne, bien alejado el Tajo hará muestra. En Pelligouxe se cometerá el ultraje de la gran dama sentada en la orquesta. La gran dama ultrajada solo puede hacer alusión a una de las naciones en conflicto en 1550, o sea España. El camino se abrirá por el Ebro (Cataluña) y el Tajo (Madrid) estará alejado pues del gobierno central. Todo sucederá en Pelligouxe (Périgueux), una localidad de Nueva Aquitania, región en donde nació la noble Leonor, que se convirtió en Reina de Francia tras su matrimonio con Luis VII.

Por tanto, esa mujer ¿Leonor? será coronada y salvará a su nación, que habrá sido ultrajada y se rezará un plegaria. España pues no caerá, pese a los intentos, y nada en Nostradamus hace prever un fin así, aunque vendrá un periodo de turbulencia y angustia generalizada.

Las cuartetas de la centuria X

Trabajamos solo con los versos de las cuartetas que todavía no se han atribuido a un suceso histórico. La primera cuarteta es muy clara: «Lo prometido al enemigo no se cumplirá…El resto se condenará para que ellos sobrevivan«. Lo primero es una constante universal,pues nunca se cumple casi nada de lo prometido. Lo segundo también, pues muchos han pagado con cárcel para que el gran actor quede impune. Lo curioso es que aparece en las centurias, y hasta su huída y el posible lugar de su procedencia.

Cuarteta 9 De Castelló a Figueres en un día de niebla. De una mujer infame nacerá un príncipe soberano. Sobrenombre de calzado, nacido de padre muerto. Nunca hubo peor rey en su provincia. La provincia no puede ser otra que Gerona, en la que Puigdemont fue alcalde. La mujer infame podría aludir a una idea o ideología espúrea.

El lugar de la huida se cita en el Cuarteto 11: Sobre La Jonquera, por un paso peligroso, hará cruzar el póstumo a su ejército. El póstumo, o el presidente depuesto de la Generalitat.

La última alusión a España llega en una de las últimas cuartetas, la 95: Un rey nuy poderoso llegará a España.

Nota: Fotografías Casa Real

¿Con quién estamos?


Estamos decididamente con la Organización de Naciones Unidas (ONU), que pese a las críticas de todos los sectores en conflicto, conserva su autoridad moral sobre el mundo entero. La ONU vigila, analiza y estudia todo y su principal problema es que los Estados no hacen caso de sus dictámenes cuando son contrarios, y solo se buscan y citan los favorables. El Tribunal Penal Internacional existe y dictamina de modo ecuánime y fundamentado, pero padece el mismo problema que las resoluciones de Naciones Unidas. Solo se divulga los favorable y se silencia lo negativo, lo que no beneficia según a qué intereses. Los Estados tampoco favorecen las investigaciones de los inspectores de Naciones Unidas (Guerras de Iraq en 1991 y 2001), y cuando emiten sus informes son silenciados o aireados convenientemente, bajo las influencias de los antagonismos mundiales. El veto de Naciones Unidas es más político que otra cosa, porque las resoluciones no son vinculantes. Eso sí, nadie quiere una condena de la ONU en su historial, porque tiene fuerza moral y política.

La historia de Israel y Palestina

La gente, los grupos políticos, los Estados, creen solo sus propias historias, fundamentadas en ideologías políticas, y no suelen respetar la realidad de los hechos históricos. En 1947 el Reino Unido renunció a la administración colonial del territorio palestino, y una año después, la Asamblea de Naciones Unidas emite la resolución 181(II) por el que divide el territorio en dos Estados independientes a los que no otorga nombre alguno. Los incumplimientos de las Resoluciones de la ONU empiezan en ese mismo momento. A día de hoy existen 24 países que no reconocen al Estado de Israel, entre los que figuran los más implicados en el presente conflicto, como Irán, Líbano, Siria y el emirato de Catar. España solo reconoció al Estado de Israel en 1986, durante los gobiernos de Felipe González, lo que le granjeó no pocos problemas con muchos países árabes. Argelia no reconoce al Estado de Israel. La Liga Árabe, la comunidad de países musulmanes, no reconoció nada nunca, e incluso llegó a declarar la guerra a Israel en 1967. En 1988 fue proclamado en Argel el Estado de Palestina, al que no reconocen los principales países que dominan la esfera política y económica mundial.

La situación territorial actual está muy alejada de la resolución 181 de Naciones Unidas de 27 de noviembre de 1948. Los territorios de Cisjordania y Gaza están muy lejos de poder conformar un Estado físico. No han ayudado mucho las decisiones de muchos gobiernos israelíes de ir anexionándose territorios o de seguir extendiendo la política de asentamientos sobre terrenos que debería administrar la Autoridad Nacional de Palestina (ANP). Tampoco ha ayudado el empeño de la Liga Arabe (que también tiene su propio doble rasero para medir los sucesos mundiales) de no reconocer a Israel, o de mantener el objetivo de destruirlo y hacerlo desaparecer del mapa. Tampoco se pronuncian sobre la exclusión de mujeres en Afganistán, o el asesinato de adolescentes iraníes que rehusan el hiyab.

7 de octubre de 2023, el nuevo día de la infamia

El ataque de Hamas a Israel del pasado 7 de octubre, supone añadir al calendario mundial un nuevo día de la infamía, cuyo paradigma fue el ataque de Japón a Pearl Harbor, el 7 de noviembre de 1941, en el aniversario tambíen de la batalla naval de Lepanto. Atacar a Israel con una acción terrorista masiva, similar a la del 11 de septiembre de 2001, causando 1400 muertos y más de 5000 heridos, no podía pretender otra cosa que una respuesta total por parte israelí, y una implicación de otros países en el conflicto, buscando una internacionalización. Lo que no buscaba, y no ha buscado nunca el movimiento islamista y terrorista de Hamas, es la defensa o el apoyo al pueblo palestino, que es y resultar ser su rehén. La situación social y humana en Gaza es invivible, ya sea en paz (que no la hay nunca) o en una situación de guerra extrema como la actual.

La ONU no tiene una doble vara de medir, ocurre que Palestina no es un Estado reconocido ni puede conformarse, en la situación geográfica actual. Las condenas de este organismo internacional hacia las acciones de represalia israelíes son claras, así como las condenas a los métodos y prácticas políticas de Hamas, así como de sus acciones terroristas. En el libro «Y llegó la barbarie» de José Ángel Ruíz Jiménez, sobre la guerra en Los Balcanes, se cuenta que un periodista le preguntó a un general inglés que quién era el responsable de esto, a lo que respondió: «señáleme el día y la hora y le diré quién era el culpable en ese momento».

En el caso presente y dado lo extenso y larga que es ya la guerra entre Israel y Hamas, diremos lo mismo. Que los responsables de todo lo que está sucediendo es, sin lugar a dudas, el movimiento terrorista de Hamas; tanto de las 1400 víctimas israelíes, más los 5000 heridos y los secuestrados, como de las víctimas palestinas que se acercan ya a dos millares y una cifra de heridos superior a 6000, según la propia ONU, más los que pueden producirse en el caso de una invasión de la franja de Gaza por parte de Israel, que ya no será total, sino que se limitará a la zona norte, aunque sin especificarse la profundidad. Lo que más preocupa a Naciones Unidas es el desplazamiento de población hacia el sur, la destrucción total de infraestructuras necesarias para la vida de la población, y el riesgo de que se produzcan miles de víctimas añadidas , por la carencia de alimentos, agua, electricidad, material sanitario y la aparición de epidemias. La cifra actual de víctimas (62% son mujeres y niños), supera ya la de 20 años anteriores (2003-2020), tanto en cómputo total como parcial, israelíes o palestinos. Es la fase más violenta en todo lo que va de siglo.

La verdad de las mentiras

Este es el extraordinario título de un ensayo del nobel Mario Vargas Llosa del año 2002. De modo resumido decía que la novela, la narración es esencialmente un cuento, una mentira, pero que en realidad esconde una verdad dentro. Tenemos un serio problema con la mentira y también tenemos un serio problema con la verdad. Pese a todo, si se lee bien y se comparan noticias, se detectan fácilmente la verdad que intentan esconder y también, si se está atentos a las reacciones de unos y otros cuando se destapa algún hecho que no se puede tapar.

La alta politización del conflicto presente hace que las personas, asociaciones, partidos políticos y países, se manifiesten por bandos, o se sensibilicen y manifiesten por según qué muertos. En la guerra de Ucrania se han matado ya más civiles, bombardeado más hospitales, escuelas, edificios residenciales y destruido más infraestructuras, que en todo el conflicto entre Israel y Palestina desde 1948. Sin embargo nadie califica lo que está sucediendo como genocidio. ¿Qué importa más, el número de muertos o quién los mate? ¿ Cómo se puede pedir, una ministra del gobierno de España, la ruptura de relaciones con Israel y no pedir la misma acción con Rusia? Eso es el posicionamiento selectivo e ideológico.

¿ Con quién estamos?

Estamos con la ONU, con sus resoluciones sacadas en contextos muy complicados. Estamos con el pueblo palestino y con el israelí. Estamos con la verdad y con la democracia. Estamos con las resoluciones de la ONU y con el cumplimiento de todos los acuerdos de paz entre la ANP y los gobiernos de Israel (Camp David y Estocolmo). Estamos con la existencia de dos Estados. Estamos con Ucrania.

En la base de todo subyace tanto un antisemitismo de fondo, como cierto supremacismo sionista, en declaraciones de algunos dirigentes israelíes. Pero este conflicto es lo que ha querido Hamas.

Reflexiones electorales finales


Estampas afganas melillenses

A estas alturas, a solo dos días de la finalización de la campaña electoral y a cuatro de la jornada electoral, a nadie le importa lo más mínimo los programas de los partidos, ni que Coalición por Melilla, en sus momentos más bajos de credibilidad, no lo haya publicado, ni que dos formaciones ni siquiera concurran a las elecciones o sean fantasmas. Da igual que la lista del Partido Popular sea casi la misma que la del año 2000, que el PSOE esté renovado o no, ni que sus medidas sean en serio, que probablemente lo son. Nadie cree a Créame, ni sabe lo que son los de Somos, ni tampoco importa. Ni las 800 medidas ni ningún otro resumen de 50 medidas principales. Nadie se ha leído nada, entre otras cosas porque ya nada es creíble y porque alguien tiene que gobernar y también, porque es lo mismo que vote el 70% del electorado que el 35%. Alguien sale siempre.

Una sola fotografía en la plaza de Torres Quevedo resume lo que ha sido esta campaña electoral, tras el gobierno del cambiazo, en la que ya no importan ni los candidatos. El electorado va a ir a votar igual que se acude al campo de fútbol, a la cancha del baloncesto o al tendido de los toros: a gritar a su favorito, a pedir orejas y rabo, vuelta al ruedo o a lanzar al albero lo que tenga a mano. Esa instantánea de la céntrica plaza está presidida por una estatua de la Reina Isabel I, bajo cuyo reinado fue conquistada esta ciudad en 1497. Frente a ella y ese desaparecido mundo, se encuentra un cartel electoral del candidato de Vox, los únicos que creen todavía en él. En el lado opuesto está el cartel de CPM y su candidata tutelada, pero que se convertirá en la titular, porque deberá dirigir la obligada travesía hacia la renovación, tras la catarsis a la que se enfrentan por el caso del voto por correo. En plena campaña electoral, el segundo máximo dirigente del partido cepemista, está irreversiblemente afectado por el escándalo del inflado artificial y dopaje del voto por correo. Si otros lo han hecho antes (que sí) y si otros lo han hecho más (que también) es lo de menos. Como en los exámenes solo importa al que pillan, y eso que algunos, justo el de al lado nuestra, en la cara del profesor, estaban los que se copiaban por norma, y siempre salían de rositas. Cierra la foto en la distancia, Juan José Imbroda, el patriarca en su otoño y que como Grover Cleveland en Estados Unidos, sumará dos mandatos distintos. Ganará las elecciones porque será la lista más votada y podrá escoger su final político. Mustafa Aberchán fundador de CPM, el partido llamado a transformar la ciudad, ya no tiene más recorrido político. El PSOE no tiene carteles en esta plaza, no se le ve, pero está detrás de todo.

La cuestión de los votos por correo

En Correos, o en el zulo de los votos todavía no descubierto, vagan más de 8000 votos perdidos. Quien haya diseñado esta estrafalaria estrategia de asalto al sistema electoral de Melilla, mereceria un puesto en el gobierno de Kabul, junto al Mulá Baradar, pues ha desamparado a un porcentaje elevadísimo de ciudadanos melillenses. Nadie entiende porque se prefiere atascar las tuberías del sistema, a ir a cara descubierta y dni en la mano a una de las 80 mesas electoral. El voto por correo es un sistema ideado para los residentes ausentes, unos 6000, o para los electores que no puedan acudir a las urnas por alguna circunstancia imprevista.

Los colegios electorales son suficientes. Están ubicados en el centro de los distritos y secciones electorales para facilitar el acceso a cualquier ciudadano, y también para evitar los desplazamientos motorizados en lo posible. Se ha querido asegurar el resultado a través de un trampa monumental, porque la mayoría de los votos están ya atrapados en un limbo del que es imposible recuperarlos. Queda sólo jugar la carta desesperada del órdago a la grande, o sea la impugnación, que también tiene sus riesgos.

Queda la sensación de bochorno y de humillación a la imagen de la ciudad, convertida ya en ejemplo mundial de lo que no deben ser unas elecciones. Las imágenes de sedes quemadas, del registro en las sedes estratégicas de un partido, de la custodia policial a los agentes de Correos o del blindaje policial de su se sede, ya han dado la vuelta al mundo, y se estudiará en los próximos cursos de Ciencias Políticas y de Derecho. Surgirá algún Master sobre trampas electorales y se estudiará en Melilla.

Esto es lo conseguido, pero en el pecado llevan la penitencia, porque quien pierda estas elecciones, lo hará sabiendo que existen 8000 votos no contados en alguna parte, esperando el recuento final en el infierno.