La procesión extraordinaria


   Todo fue extraordinario en la tarde del 25 de octubre de 2025. Se cumplían 75 años de la presencia de la imagen de la Soledad del llano, en las calles de Melilla. Todo resulta extraordinario en estas procesiones extraordinarias, que están llenando el sur de España, desde los lunes a los sábados. En esta ocasión se cumplían 75 años desde la fundación de la Cofradía de la Soledad, ya que la imagen procesionó un año despues,  al estilo de los Servitas de Málaga.  En riguroso silencio,  con luces apagadas y solo una corona de neón sobre la cabeza.

   Los dos años de ausencia extraordinaria de las imágenes en profesiones,  por causa de la pandemia del Covid, están propiciando un auge de las procesiones, en cualquier tiempo y ocasión,  como pueden ser un aniversario,  o una coronación.  Las cofradías son unas asociaciones que se lo juegan todo a una sola salida anual, en semana santa, y con el tiempo más inseguro posible. También se están llevando a cabo las procesiones magnas, que agrupan a todas las imágenes de un ciudad, o incluso de una provincia entera. Málaga, Sevilla y Granada se están llenando de procesiones extraordinarias,  también de «magnas». Las dos últimas de esta categoría se han celebrado en Jaén y Huelva.  Incluso en Roma se llevaron a procesionar a las imágenes más emblemáticas de León, Málaga y Sevilla.

  Este nuevo fenómeno,  está obligando a cierto reposicionamiento sobre la teología procesional, del que se encargará la Congregación vaticana para el Culto Divino.  Ya se sabe que las cofradías, presentes en todo el catolicismo romano,  son como el agua y tienden  al desbordamiento.  Al nuevo obispo de Málaga, el oscense monseñor Satué, ya le han planteado copar el sábado santo, único día del año sin oficios litúrgicos, por motivos obvios.

Al no ser una procesión Semana santera, el ambiente estaba solamente concentrado frente a la iglesia arciprestal,  y el orden procesional era distinto.  Estaba solo quien quería estar,  y podía colocarse en el lugar más apetecible.   Destacó la presencia de la ConGeMel (Comandancia General de Melilla), que portaba al Cristo de la Paz, y aportaba la Banda de Música. Al ser una procesión conmemorativa,  no era necesario el luto en las autoridades presentes, que sí lo usaron.

   Si alguna institución conoce las debilidades humanas es la iglesia, y sabe atemperar los ímpetus personales. Y lo hace con el recurso del tiempo y del silencio.

    La crisis eclesiástico de 2011

  Resultó muy significativa en alto grado, la presencia en procesión del vicario arciprestal de Fuengirola-Torremolinos , Manuel Jiménez Bárcenas, que fue Vicario melillense hasta 2009, junto al actual arcipreste de Melilla Eduado Resa Huerta. Jiménez Bárcenas fue un notable vicario en Melillla,  y ha mantenido siempre el vínculo con la ciudad,  a través de la Congregación de la Victoria,  presidiendo la presentación del cartel del año 2019.  Su presencia en Melilla, en esta procesión extraordinaria,  sugiere algunas cosas,  y apunta hacia el próximo relevo en la cabeza de la iglesia melillense.

   En 2011 hubo una gran crisis de autoridad en la iglesia de Melillla, con un párroco que no aceptó su destino en San Agustín del Real,  otros movimientos no conocidos,  y el relevo anticipado del Vicario melillense José Manuel Barreiros, que desde esa fecha está de misión evangelizadora en Venezuela,  se supone que «madurando», como el resto del país.

  Hubo un suceso notable en el tiempo de Jiménez Bárcenas, y fue la caída del rayo que abrasó el pináculo que corona la torre del Sagrado Corazón, y que fue reemplazado tras su marcha. Nunca ha perdido, ni quiso perder su vinculación con la ciudad.  La Iglesia, en semejanza con el Padre,  sí suele conceder segundas oportunidades, a quien juzga merecedor de ellas.

Nota: https://elalminardemelilla.com/2011/10/17/frente-a-la-roca-de-san-pedro/

 

  

El obispo Satué, en la puerta de la iglesia


El obispo que llega desde las Tierras frias

No es usual que un obispo reciba y salude a todos y cada uno de los feligreses que acuden a la iglesia, en ese caso, para recibirle en su primera visita a Melilla, en la misma puerta de la iglesia arciprestal. Esto ocurrió ayer viernes, 10 de octubre, en la puerta principal del templo. Monseñor Jose Antonio Satué Huerto, obispo de Málaga desde el pasado mes de septiembre, se encontraba tras la hoja izquierda de la puerta. Podía haber estado sobre los mismos escalones, pero los lemas coreados por los asistentes a la concentración Pro Palestina, se entremezclaban con el rezo de rosario. Abrir la puerta y encontrarte con el obispo de la dióceis resulta sorprendente.

Cada vez que un nuevo feligrés o feligresa accedía al templo, escuchaba el saludo del oscense monseñor Satué, la parte de la oración correspondente (ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte), junto con el más estruendoso «Netanyahu asesino«. Luego, durante la misa, entre los rezos litúgicos y los cantos salmódicos, se escuchaba también a los tunos, que andaban por todos lados. Son las insólitas mezclas que pueden producirse en nuestra ciudad. Todo variopinto y diferente, concentrado en un radio no superior a 100m. Por eso lo reflejamos, porque ocurrió así. Si no reflejáramos todo lo que vemos, no tendría valor.

  José Antonio Satué, desde las tierras frías

Nacido en Sesa, a pocas decenas de kilómetros de Huesca, y a una centena de ellos de Los Pirineos, y de la frontera con Francia.  Huesca se encuentra muy por encima de la marca alta,  en lo que se denomina el Alto Aragón, uno de los primeros y más antiguos reinos hispanos.

Monseñor Satué es teólogo canonista,  lo que en términos laicos sería un constitucionalismo. El Derecho Canónico es el corpus legal de La Iglesia. Su primer destino episcopal fue Teruel, en donde ha permanecido 4 años. Es el obispo malacitano que ha venido desde más al norte, de todos los llegados a esta ribera del Mediterráneo.

¿Que trae? No lo sabemos, pero su acción, según explicó en su presentación: Conversión, unidad y Dios, según la reflexiones sugeridas por la lectura del día. Recalcó especialmente esta: «Todo Reino dividido contra sí mismo va a la ruina», que se puede interpretar en un sentido amplio o específico,  pero igualmente vale. Preservar la unidad por encima de todo.

El nuevo obispo,  es un hombre muy alto, de tipo norteño. No le atemoriza nada , pese al gran cambio que le ha supuesto venir al sur. Ha hecho también algo inédito, y es venir a Melillla, casi de modo inmediato, porque «le gusta empezar por lo más pequeño,  por esas comunidades que rara vez ven a su obispo». Es una interesante declaración de intenciones. No nos va a perder de vista y viajará más,  allí en donde se le necesite en mayor medida.

  De momento contamos con imágenes diferentes y con palabras distintas, o las mismas pero expresadas de otro modo. «Como tú y contigo», ese es su lema episcopal,  que adoptó en 2021 en la diócesis de Teruel-Albarracín.

  Dos centenas de feligreses, un coro excelente, un obispo en presentación,  un futuro lleno de incertidumbres y retos. «A veces no tienen que cambiar los demás,  o la Iglesia,  sino nosotros mismos». Esto también lo señaló monseñor Satué. Más profundo de lo que pudiera parecer.

 

Nota:https://santuariodejuanelbautista.com/2015/11/19/exegesis-de-la-visita-de-catala-ibanez/

Acerca de la Esperanza Macarena


Dolorosas y Vírgenes de Sevilla

Pocas son las tallas e imágenes de culto que atraviesan el mundo, y que son conocidas más allá de su ámbito geográfico y devocional. La cofradía no es un entorno que comparta mucho; los cofrades son feligreses de sus imágenes, de su comunidad, de su propia cultura de hermandad. En cada aspecto que analicemos siempre hallaremos la frontera. En este caso (por fin un asunto interesante en medio del desafuero político que nos domina), existen los iconódulos y los iconoclastas, fractura que se remonta a Bizancio, en los siglos VI y VII. El primer emperador iconoclasta fue León III, en el siglo VIII. Todo viene de allí. Una de esas imágenes es la de La Esperanza Macarena, que no de Triana, que también la tiene. Sin embargo, este asunto ha tapado otro importante, y es el traslado de otra talla hermosa, camino de su coronación canónica, la del Rocío del barrio de Santa Cruz, en medio de todo el escándalo. Solo desde el aspecto artístico, no hay Dolorosas como las de Sevilla.

Las cofradías de Sevilla

Hay un libro formidable, de una profesora de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, Rocío Plaza Orellana, Los orígenes modernos de la Semana Santa de Sevilla (El Paseo 2018), que desgrana toda la historia de las poderosísimas cofradías sevillanas, y el surgimiento de su moderna Semana Santa, que no surge del pueblo, sino del Poder, del emanado de un edicto de Carlos III, un rey aboluto y que además ejercía. El motín de los soldados regresados de Cuba, provocará una reacción en la Corona de España, que creará unas figuras: «diputado del común y síndico personero», sin las que «resulta difícil comprender el azaroso recorrido de las dos hermandades más importantes de Sevilla, Gran Poder y Macarena«, ob. Las cofradías ya eran poderosas, pero debían adaptarse a una nueva legislación, dictada desde Madrid. Un nombre destaca en esa evoluición, Juan Nepomuceno Sarramián, al que la profesora Rocío Plaza describe así: «un hombre que manejó las circunstancias con tanta habilidad, que fue capaz de sacar adelante a su cofradía, devolviéndola al lugar que le correspondía, en un momento aciago». Ya eran poderosas, ya eran ricas, pero desde ese momento, tendrían una oportunidad de jugar papeles relevantes en la construcción, no solo de la Semama Santa, sino también de la propia ciudad, que en ese año, todavía era la Capital de Indias. Una ciudad, Sevilla, por la que pasó todo el oro del Nuevo Mundo.

Desmanes cofrades

Esta historia va de un desmán, de un exceso, en el que todavía nos falta saber el qué y el porqué. Son dos preguntas; ¿Qué es lo que se le hizo realmente a la talla de la Esperanza Macarena? y ¿Por qué esa premura en «retocarla» y presentarla a los fieles»?. La talla de La Macarena fue intervenida, en secreto, en el fin de semana previo a la festividad de San Juán. Alparecer, según una respuesta a través de la red social X, «se realizó una corrección sobre un barniz ya aplicado, y se volvió a barnizar con pigmentos«, lo que para @Oskar_molina20, le parecía un doble despropósito. También le colocaron una pestañas, que para algunos cambió el sentido de su mirada. La falta de transparencia sobre lo realizado, en unas entidades tan poderosas, pero que dependen del pueblo para su existencia, La Macarena cuenta con 18.000 cofrades, desató la alarma de la gente que acude cada mañana al Arco del Postigo a ver a la Virgen. Percibió cambios, no sabían que había pasado y se desató la tormenta. En Sevilla, los que entienden de estas cosas, entienden y mucho. Si das un una respuesta montada al albur, estás completamente acabado. La Hermandad reconoció el 21 de junio pasado, «!una intervención de mantenimiento y conservación«, a cargo del profesor Arquillo Torres. También se le había rebajado el tono rojizo de los pómulos. Hay que fijarse y mucho, salvo en el ojo izquierdo, para reconocer esos cambios, pero claro, nosotros no la vemos a diario, como sí hacen los macarenos, como ellos mismos dicen.

El responsable es el hermano mayor José Antonio Fernández Cabrero, del que no cabe pedir la dimisión porque dejará el cargo a finales de año, ya que el Derecho Canónico establece en dos mandatos el máximo de representación, y el suyo fue renovado en 2021. No sería pues la motivación electoral la causa de este fatídico retoque de la talla. Eso sí, en cofradías de barrio de ciudad pequeña hemos visto hacer cosas para sortear esta exigencia canónica, que de hacerlas Nicolás Maduro le valdrían nuevas sanciones internacionales, como el la de ir intercalando candidatos de relleno, para luego acumular otros dos nuevos mandatos. La Hermandad de La Macarena tiene más capital, patromonio y masa social, que muchos clubes de fútbol de capitales de provincia, en las divisiones profesionales. Puede ser que en esas alturas, se pierda todo sentido de la realidad, o que sea un error mayúsculo, forzado por una motivación más mundana, como la de rivalizar con la semana de coronación del Rocío de Santa Cruz. Visto lo que pasa con la rivalidad entre el Betis y el Sevilla, uno puede esperarselo todo, en una ciudad tan pasional, tan monumental, tan de excesos de fe, como es la capital de Andalucía.

La pasión puede desordenar y nublar hasta el más preclaro y templado de los cerebros. Las imágenes cambian a lo largo de los siglos, se las adorna y viste de distinta manera, pero en realidad, son siempre las mismas, y llegará el tiempo en que queden recluidas en sus templos. Eso sí, la Hermandad evitó siempre las fotos centrales y en detalle. Las únicas que publicó el sábado 21 fueron tomas laterales de la imagen. Algo escondían.

Notas: Las fotografías pertenecen a la cuenta X de la Hermandad de la Macarena, a @PasionDSevilla, y una propia.

Profecía del último Papa


De Malaquías a Nostradamus

«Tras la muerte de un pontífice muy viejo, será elegido un romano de buena edad, de quien se dirá que deshonrará la Sede, y durará mucho tiempo con una obra polémica«. Nostradamus, C-V, c 56

¿Por qué alguien en el año 1100, y luego otra persona en el 1550, se tomaron la molestia de profetizar el final del papado? El monje Malaquías solo hizo una lista de Papas, mediante unos lemas, con asombrosas coincidencias. Sobre todo, porque es una lista ordinal, no hay saltos. Son 113 pontífices romanos para un milenio de predicciones. Lo del médico y oráculo francés Nostradamus, es distinto, porque son 10 centurias, con 100 cuartetos cada una. Lo que equivale a 1000 profecías, para un periodo de tiempo de 500 años, la mitad del espacio temporal previsto por Malaquías. Es mucho más compleja la interpretación de los cuartetos de Michel de Notredame, el médico francés, al que conocemos como Nostradamus, pues abarca todo el espectro posible de situaciones. La lista de san Malaquías de Armagh, a la que la Curia le teme como a la peste, concluye con la próxima elección papal.

No hemos respondido a la pregunta, porque no tiene una posible respuesta. La profecía se va a cumplir querámoslo o no. Sería pues una advertencia, un mensaje que atraviesa el tiempo con una finalidad principal, la de prevenir y estar alerta, ante algo que ocurrirá, en nuestro tiempo, o en otro. En una nueva revisión de las Centurias de Nostradamus, hemos reencontrado ésta, que estaba atribuida a Pío XII, pero que hoy en día parece descartada. Los Papas ancianos señalados, pudieran ser tanto Benedicto XVI, como Francisco I. Sacudida por enormes escándalos desde los años de Juan Pablo II, la Santa Sede atreviesa una crisis financiera, moral, e incluso teológica, que bien pudiera dar al traste con su predominio universal. Y es esa continuidad la que parece conectar con el último lema de San Malaquías: «In persecutione/prosecutione extrema S.R.E. sedebit (en continuidad o persecución extrema, reinará). Petrus romanus qui pascet oves in multis tribulationibus» (que apacienta sus ovejas en muchas tribulaciones). Y continua: «quibus transactis civitas septecollis diruetur et Iudex tremendus iudicabit populum suum. Finis», (pasadas las cuales-tribulationibus-la ciudad de las 7 colinas será destruida, y el Juez Tremendo juzgará a su pueblo. Fin). Lo que sí resulta tremendo, es ese FIn, colocado al final del párrafo, del lema último.

El próximo Cónclave

Medio siglo sin Papas italianos, romanos. Hay que tener en cuenta que ni en el siglo XI ni en el XVI, existía el nombre de Italia. Por eso uno y otro hablan de «romanos». Hace ya casi medio siglo que un Papa italiano no ocupa la Sede de Pedro y se nota. Es una anomalía que hay que resolver, como la de que en 2000 años de historia la presencia de Papas españoles sea testimonail y el último, AlejandroVI. Lo más cerca que se ha llegado, en la época más reciente, es a la Secretaría de Estado, con el cardenal sevillano Rafael Merry del Val, que ocupó ese cargo junto a Pío X.

  El Colegio Cardenalicio

En este momento, el Colegio Cardenalico está compuesto por 137 cardenales electores y 115 no electores. De grupo de los electores, 109 han sido nombrados por Francisco I, con su específica orientación de la iglesia, solo quedan 23 de los nombrados por Benedicto XVI y 5 por Juan Pablo II. Los cardenales no electores ni elegibles son 115, que aunque no voten sí pueden influir. «La obra de ese pontífice que sustituirá a una muy anciano«, como señaló Nostradamus, «cuya obra muy polémica durará en el tiempo«, si puede referirse a la sustitución de Benedicto por el cardenal Bergolio. Desde luego la permanencia de los 109 cardenales electores, se prolongará durante décadas.

Son europeos solo 49 de los 137, e italianos 17, entre los que hay que buscar el sucesor, según San Malaquías de Armagh. Españoles hay 5 elegibles de un total de 13. Por continente lidera la lista Asia, con 21 cardenales, aunque la suma de los americanos sea 32, desde el norte al sur. África dispone de 16 cardenales, entre ellos Robert Sarah, que siempre aparece en las quinielas previas. De entre los italianos destaca el Secretario de Estado Pietro Parolin, de edad adecuada, italiano, y nombrado por Francisco I como cardenal. La tribulación es muchísima, y todos conocen las profecías.

Nota:https://elalminardemelilla.com/2023/01/31/la-profecia-del-ultimo-papa/

Emilio Caramazana Hernández, canónigo de Badajoz


En internet no está todo, es más, cada vez hay menos. Todo está muy seleccionado y depurado. Enlaces que existían hace 10 años, ya no. Por eso me sorprendió la referencia a mi tío abuelo Emilio Caramazana, sacerdote de la diócesis de Badajoz, capellán durante décadas de las Siervas de María, y finalmente canónigo de la S.I. Catedral de Badajoz; en el blog de un maestro jubilado, Juan Francisco Caro, alumno del seminario diocesano, del que era profesor de latín y otras materias. El latín que no solo conocía, sino que hablaba.

En sus recuerdos como alumno del seminario, Juan F. Caro escribió lo que sigue: «D. Emilio Caramazana fue mi profesor de latín y de Lengua Española en los primeros cursos.  Sus clases eran entretenidas. Nos colocaba en corro y nos hacía preguntas. Se subía de lugar cuando se acertaba una pregunta que los anteriores a ti no sabían. Si hablabas más de la cuenta te mandaba a la cola o te hacía retroceder varios puestos. Después se compadecía y empezaba a preguntarle a los que estaban delante para ver si conseguía resarcir al penalizado. Tenía un latiguillo que repetía siempre que algunos se reían y a él no le hacía gracia: “No me río yo”. Las calificaciones las ponía al final de mes según el puesto que ocupaba cada uno en el corro.  Se sentaba en su mesa y colocaba la mano delante de la libreta para que no viésemos las notas que iba poniendo. En una ocasión preguntó al primero de la clase cómo se decía merienda en latín y fue pasando puestos del corro porque nadie lo sabía. Un compañero, que era de Ribera del Fresno se llamaba Juan Báez, estaba deseoso que llegase su turno para responder lo que él creía la respuesta correcta. Cuando le llegó la vez respondió casi gritando: “merendola, merendole”. En ese mismo instante quedó bautizado».

Posteriormente, y sigue activa la referencia, pude leer que asistió como monaguillo al fundador del Opus Dei, Josemaría Escrivá de Balaguer: «Entre sus monaguillos había un seminarista, Emilio Caramazana, que durante las vacaciones de los meses de agosto de 1927, 1928 y 1929 le ayudó a misa». Esto se cuenta en su biografía oficial escrita por Andrés Vázquez de Prada. Ahí se inicia la amistad entre el santo fundador de la Obra de Dios, y mi tío Emilio, que ingresará en la muy selecta Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, o milicia de élite del Opus. Tanto es así, que cada 2 de febrero, aniversario de su fallecimiento, se celebra una misa en su nombre en Roma. Esta era una especial preocupación suya, las misas de asistencia por las ánimas. Algo que me comentó en diversas ocasiones, y para lo que dejó estipulado en su testamento, una considerable cantidad de dinero.

El sacerdote Caramazana y el maquis

Cuando se rinde Madrid en marzo de 1939, parte del Ejército republicano del Sur y de Extremadura estaban intactos. Fueron decenas de miles de prisioneros que fueron a los campos de concentración extremeños, como el de Castuera. Algunos escaparon o ni siquiera se rindieron de modo oficial. Se convirtieron en «los maquis», y su único modo de vida posible era el bandolerismo. Aquí apareció la segunda referencia impactante sobre mi tío, Emilio Caramazana.

Eliseo Camacho publicó en 2015 una historia sobre la relación de su familia con los maquis en 1953, que realizaban por aquella época secuestros rápidos. Al parecer secuestraron a un tío suyo, y tuvieron que pagar 25.000 pesetas de la época. La Guardia Civil citó al abuelo y apresó al «pagador», Germán, pero la madre, Emiliana Rubio, sabedora de su inocencia, decidió interceder por él (con indudable valentía para aquellos tiempos), y se dirigió a la única persona que podía ayudarle, el sacerdote Emilio Caramazana, al que conocía tras su estancia como párroco en Herrera del Duque: Entonces dijo mi madre:» -Conozco en Badajoz a una persona que creo que nos puede ayudar. Esa persona es D. Emilio Caramazana, Capellán Eclesiástico de la Catedral de Badajoz, con quien tengo buena amistad. Al día siguiente mi madre se presentó en Badajoz. Al llegar a la ciudad fue directamente a la Catedral para hablar con D. Emilio. Después de un cordial saludo le preguntó: -¿Qué te trae por aquí señora Emiliana? Te veo muy de luto.-

Mi marido ha fallecido hace algo más de dos años, pero el motivo de mi visita es otro. En mi pueblo los maquis han secuestrado y con amenaza de muerte a mi hijo y a mi hermano, y para que los dejaran libres hemos tenido que pagar un rescate. La persona que ha llevado el dinero está aquí en la cárcel y la guardia civil de mi pueblo ha puesto en el atestado que es un “presunto enlace”, pero no es así. Es una buena persona que lleva muchos años trabajando en la casa de mi padre, nos quiere y le queremos como de familia, incluso a arriesgado su vida para salvar la de mi hijo y la de mi hermano, por eso tengo que hacer todo lo que pueda por él… pero no sé el qué, y vengo a pedir ayuda. Por favor, ayúdame. -D. Emilio vio a mi madre muy nerviosa, apurada, con lágrimas en la cara. Comprendía que tenía que hacer algo por ayudarla, estuvo un momento pensando y dijo:-Voy a llamar al gobernador civil, con quien tengo muy buena amistad, y veremos si podemos conseguir algo.-D. Emilio llamó por teléfono al secretario del gobernador y después de identificarse le dijo que deseaba hablar con el señor Gobernador. Pocos minutos después llamó el secretario a D. Emilio y le dijo que el señor Gobernador le esperaba en su despacho. D. Emilio y mi madre se ponen en camino; al llegar a la puerta del Gobierno Civil estaba la escolta, y al hacer el saludo militar al Capellán éste dijo: -Esta señora viene conmigo». Tras 40 días de investigaciones, Germán fue puesto en libertad. No era lo usual, ni en esa época. ni por ese motivo, ni que un sacerdote intercediera en estos casos.

Sacerdote en Badajoz y la amistad con el Padre

En Badajoz han pasado muchas cosas (Sagrajas, La Albuera), siendo la más reciente y de la que menos se sabe, la tiene que ver con la Guerra Civil. Emilio Caramaza cantó misa el 2 de julio de 1936. Escrivá le había dicho que fuese cura de pueblo, pero eso tuvo que esperar. Primero fue destinado como capellán castrense del Regimiento de Castilla. Al acabar empezó a recorrer los pueblos de la provincia: Fuente del Maestre, La Albuera, Puebla de la Calzada, Nogales, La Garrovilla, y otros que no hemos podido documentar. Regresado a Badajoz, fue capellán de las Siervas de María durante 32 años, Beneficiado de la Catedral y finalmente canónigo honorario desde 1987, hasta su fallecimiento el 2 de febrero de 1992.

Mantuvo correspondencia con el Padre Escrivá de Balaguer durante muchos años. Al menos existían 20 o más cartas en sus archivos. De esto da prueba la única carta conservada en poder de la familia. Al fallecer y quizá pasado un mes, se presentó en una de las casas familiares un edecán de la Obra de Dios, con la exigencia y mandato de volver, sin excusa alguna, con todas las cartas del Padre, dirigidas al sacerdote Caramazana, como era conocido en Badajoz. ¿Qué había en ellas como para que fuese un deber de la Obra acercarse hasta un domicilio ajeno? Por supuesto que no extendió oficio o nota de haber recogido nada.

La única carta existente, firmada pro el propio Escrivá dice lo siguiente: «Muy estimado en Cristo. Recibí tu carta y te agradezco tu felititación por la ordenación de tres nuevos sacerdotes, así como tus oraciones por la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Si vienes por Madrid tendré mucho gusto en hablar contigo de los asuntos que te interesan. Os recuerdo con mucho cariño. Josemaría Escrivá». Madrid 1944

Tampoco era usual que el fundador de la Obra de Dios escribiese a nadie de modo tan directo, ni que te recibiera personalmente.

Como último dato trascendente diré  que fue compañero de seminario y sacerdocio,  del muy venerado sacerdote Rafael Sánchez,  conocido como el «padre Rafael‘.

Nota: Escribimos todo para que permanezca, porque el algoritmo pone o quita, según el número de menciones que detecte, y para luchar contra la tendencia al borrado. Lo que queda escrito ahora, permanecerá para siempre y atraerá nuevos enlaces. Lo que importa es que lo que cuenta sea verdad, aunque no sea completa, porque eso es imposible.

La oscuridad de las clarisas herejes


Excommunicationem latae sententiae

Hace no mucho, la excomunión suponía la muerte civil, y en otras ocasiones también la física, tras ser sometido «a la relajación por el brazo secular», lo que comúnmente es conocido como la hoguera. Las clarisas han incurrido en un delito contra la unidad de la iglesia, y han promovido rebelión contra el ordinario (obispo) y contra el Papa Francisco I, al que han calificado de hereje, las más común de las descalificaciones contra el papado de Begoglio. Sin embargo, es casi normativamente imposible que un Papa pueda ser hereje, del mismo modo que un juez no puede firmar una sentencia ilegal. Se puede errar siendo Papa, y prevaricar siendo juez, pero la herejía y la ilegalidad son categorías imposibles en estas dos autoridades.

Las clarisas herejes están perseverando en su error, y con manifiesta contumacia y escándalo público. Sin embargo, para ser cismático hay que triunfar como Lutero, en caso contrario se acaba en la categoría de rebelde, como el diablo, o en vulgar herejía. No habiendo hecho apostasía de la fe, ni promoviendo una nueva iglesia, quedan solo en rebelión sin fin aparente, salvo la del 10º mandamiento; la de codiciar bienes ajenos, los de la Iglesia, de los que solo disponen en usufructo.

Al calificar al Papa como hereje, negando su autoridad, así como la del Ordinario, han incurrido automáticamente en herejía, lo que además de la excomunión, le supondrá la pérdida del estado clerical, con la obligada salida del convento que ya no les pertenece. En el pasado, obispos, cardenales y clérigos disponían de bienes propios y ajenos, con gran conmoción social, por lo que todo se fue regulando con el Código de Derecho Canónico, que es la constitución y legislación de la Iglesia. Incluso podrían recibir varias penas de excomunión, que ellas califican como caricaturas. No les parecerá lo mismo cuando estén frente a las llamas del infierno, o sentadas extra muros de la Iglesia, a la que pertenecían hasta hace poco.

En todo este viaje relámpago, lo que ha quedado claro, es la manifiesta inconsistencia de las clarisas, arrimadas a unos personajes estrambóticos, de la autoproclamada como Pía Unión de San Pablo Apostol, esta sí caricatura de la muy solvente Fraternidad de San Pío X, del arzobispo francés Marcele lefebvre, que sí se enfrentó al Papa y al Vaticano, pero con una sólida doctrina y acción, que obligó a la propia Santa Seda a dar marcha atrás en su decreto de excomunión sobre el arzobispo Lefebvre. Sería el propio Benedicto XVI, quien pusiese fin al cisma francés, reconociendo y autorizando la fraternidad lefebvrista.

Ansiosos de cismas y rebeliones en el seno de la Iglesia, muchos ojos y oídos se volvieron hacia las clarisas de Belorado (Burgos), atisbando una oportunidad de discordia, que a la luz de los focos mediáticos, se ha disuelto como el vampiro frente al clarear del día. Aquí hay poca gloria, y mucha zozobra, sin justificar a una Iglesia que no suele prestar demasiada atención a las monjas y mujeres en estado clerical; a las que considera como de segunda categoría, pero que le resuelven una parte fundamental de lo que suele denominarse como «obra social de la iglesia».

Es una Iglesia con bienes extraordinarios, pero muy manirrota, asolada por escándalos financieros, como la quiebra técnica de la Diócesis de Almería y otros de mayor y mundial calado. No sabemos si la Iglesia paga sueldos y cotizaciones sociales a sus trabajadoras religiosas, que también lo son. La raíz de la desafección puede tener más de una causa.

Desafiar a la Iglesia no es tarea fácil, vencerla está al alcance de muy pocos. Estremece la lista de herejías y cismas a los que ha apisonado la Iglesia. Aquí hemos mencionado a dos vencedores, Lutero y Lefebvre. Fuera de sus muros hay frío y viento, igual que le ocurre a los que no militan en los partidos políticos dominantes. Nada les espera fuera y serán expulsadas del covento. Las cuentas canceladas y la propiedad de los inmuebles inmovilizada. Serán vencidas por el hambre y la sed. Su último comunicado es caótico, parece redactado por cualquier demonio, el mismo Asmodeo. El diablo se adentró en el convento por las redes, en donde miradas curiosas e inocentes quedaron deslumbrados por el aparente brillo de fuera.

«El covento es para la que lo trabaja«, es una expresión correcta, pero la propiedad intelectual es de Marx y no de San Mateo. Pero recuerden siempre: Y no nos dejes caer en la tentación ( et ne nos inducas in tentationem).

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Cambio de imagen en la capilla Castrense


Lo que ha cambiado es la imagen titular del Cristo Crucificado, presente en todas las iglesias de rito católico, en el retablo y presidiendo el altar de oficios. Son pocas las iglesias de Melilla que se han librado de los avatares históricos, pero la capilla castrense de la Inmaculada Concepción es la más afectada por ellos.

La solemne inauguración de las obras se produjo el sábado 18 de septiembre de 1920. El acto ceremonial fue presidido por el Comandante General de Melilla Manuel Fernández Silvestre, y el presidente de la Junta de Arbitrios, General Federico  Monteverde y el capitán ingeniero de la Junta, Francisco Carcaño, autor del proyecto, así como la esposa y la madre del infausto General Silvestre. Este dato es importante porque una vieja leyenda africanista dice que la campana mayor de la capilla castrense de La Inmaculada Concepción lleva el nombre de Eleuteria, nombre de la madre del entonces Comandante General de la Plaza, algo que todavía no ha sido corroborado. Las madrinas de la ceremonia fueron la madre de Silvestre y la esposa del General Monteverde. Las obras avanzaron muy lentamente y se interrumpieron abruptamente en julio de 1921, con la catástrofe de Annual. También sufrió importantes daños en el terremoto de 2016, que interrumpió la labor de relanzamiento emprendida por el anterior pater castrense Francisco Sierra.

En 1923 se concluyeron definitivamente las obras, bendiciéndose la capilla el 23 de noviembre. A las nueve en punto de la mañana se inició el solemne oficio religioso de la bendición, presidido por Julio de Diego y Alcolea,  Ilustrísimo Patriarca de las Indias Occidentales, lo que hoy sería el obispo general castrense, en un acto privado. Fuera esperaban los fieles, el inicio de la misa pública. La efeméride se conmemoró el año pasado, con la celebración de su centenario. Velas votivas y medallas se editaron para la ocasión y todavía están a la venta. La capilla está viviendo un nuevo impulso con la llegada de dos nuevos capellanes, pertenecientes al Arzobispado Castrense de diócesis única.

  El Cristo de Regulares

Así lo llamó el padre Sierra en 2007, cuando lo fotografié en el trastero de la torre del evangelio. La iconoclasta melillense asoló todas las iglesias, que llegaron casi en ruinas a la década de 1990. Con menos imágenes que los templos luteranos y totalmente devastadas. La capilla castrense empezó a salir de la penumbra en el presente siglo. Hay datos y fechas que todavía estamos buscando. Desconocemos la fecha de instalación del crucificado ahora sustituido, de madera de cedro del Líbano, y más oscurecido que el Cristo de Lepanto de la catedral de Barcelona, recientemente restaurado.

  En esta semana se ha cambiado al Cristo, y se le ha dado más luminosidad al fondo del retablo.  También se ha bendecido una imagen de San Judas Tadeo y se ha instalado un lampadario de velas de cera, arrinconando los eléctricos que no crean ambiente. Nunca se oyó o documentó que una iglesia ardiera como consecuencia de sus propias velas. Por todo esto y más cosas decimos que: Antes de que existiera El Alminar, ya era. Ya teníamos fotografías mucho antes de que existieran los hechos que hoy escribimos.