Las criptas perdidas de La Purísima


En 1996, en unas excavaciones promovidas y patrocinadas por el Ministerio de Cultura, de la que se daba cumplida cuenta de todo lo hallado, apareció una cripta junto a la capilla del Nazareno, en el lado del evangelio. En dicha cripta (3x3m), a la que se accedía por una escalinata, cortada por el muro de la nave, se encontraron 6 nichos, en los que no se hallaron restos significativos. En la restauración de la iglesia de 2016, se volvió a acceder a esa cripta, y esta vez sí hallaron una cantidad significativa de restos humanos, que fueron almacenados en sacos, y vueltos a dejar en el lugar, porque al ser un «enterramiento en sagrado» no pueden sacarse de su ubicación.

La leyenda y los conocedores de la Iglesia, dicen que se trata de defensores de Melilla, fallecidos a lo largo de los siglos. En 1996, la arqueóloga Manuela Barthélemy, descartó que se tratase de las tumbas de los Gobernadores de la Plaza, ante la ausencia de lápidas y otros elementos conmemorativos.

Se aclaró un misterio pero permanecieron otros, como los accesos perdidos a las criptas de Las Ánimas y a la de La Divina Pastora. De existir todavía las criptas y los accesos, estarían bajo ellas, pero eso no quiere decir que las entradas o la entrada estén ahí. Es un templo muy reformado, batido por los terremotos, y en el que se ha ido edificando constantemente. Muros y ampliaciones han transformado los accesos. Mediada la década de 1950, bajo la supervisión del entonces Cronista Mir Berlanga, se produjo el gran vaciado de las criptas. Los testimonios de la época, mantenidos solo por la memoria, refieren la salida de decenas de camiones y de cientos de sacos con restos humanos, camino de las fosas comunes del cementerio de La Purísima. Entre 1952 y 1954, se vació la llamada cripta del patio o de la Tahona. Hay nombres que se entrecruzan porque entonces nadie daba explicaciones de nada. Algo que también sucedería después, e incluso ahora. Todo lo vaciado se rellenó con escombros, de ahí la aparición de lápidas antiguas al levantar el suelo actual

En 1996, según el informe de las arqueólogas del Ministerio, detrás del Altar mayor, y en la sala de utensilios y reliquias de La Patrona de Melilla, se encontró una gran piedra blanca, que podría corresponderse con la entrada a la cripta de los Gobernadores, que por su importancia institucional , sí podrían estar bajo el referido Altar. El posible acceso estaría en la habitación conocida como camarín bajo. Julia Artal, subdirectora general del Ministerio, envió el informe a las autoridades competentes de Melilla.

La clave está en que entonces se excavó hasta un máximo de 1 metro de profundidad, y lo buscado ahora, que es lo mismo, debe estar entre esa cifra y los 3 metros. ¿Cuál es la profundidad máxima que ha autorizado el Obispado? ¿Quién está a cargo de la presente excavación? ¿Arqueólogos del Ministerio, locales? ¿Quién dirige esto? ¿Por qué se ofreció una información tan ambigua durante la visita del Ministro Iceta?

El método Schielemann

Troya estaba en donde dijo Homero, pero la comunidad académica le llamaba «el viejo embustero», así que el mecenas alemán Schielemann decidió utilizar dinamita en la colina de Hisarlik, para ahorrar tiempo y dinero, pero encontró Troya, aunque no la que buscaba. Las ciudades y los edificios se superponen a lo largo de la historia. El asunto es que ahora hay limitación de tiempo y de dinero. Si se encuentra algo se excava más, y si no se encuentra nada, se cierra todo. El Obispado no quiere más iglesias cerradas en Melilla, y la de La Purísima lleva cerrada desde el año 2017.

La aparición de los escalones de mármol, labrados a mano y datados en el siglo XVII, en el contenedor de escombros perfectamente cortados, hace pensar, porque no hay información, que se va con prisas. Hay que despejar todo lo antes posible y encontrar el acceso a las criptas, si existe todavía.

Pero la clave, repetimos, está en el límite de la excavación. De 2 metros arriba, difícil. Entre 2 y 3 metros, posible, pero hay que tener suerte. ¿Cuánto tiempo y profundidad permite el obispado? Son ya muchos años dándole vueltas a lo mismo.

Nota:https://elalminardemelilla.com/2016/10/23/la-iglesia-descarnada-de-la-purisima/

La iglesia descarnada de La Purísima


        Una Real Cédula de los Reyes Católicos obligaba a que las iglesias mezquitas conquistadas a los sarracenos , se dedicasen a la advocación de la Encarnación, aunque también pudieran escogerse otros titulares, como Santiago, San Miguel, o Juan el Bautista en Almería. Lo más importante para los castellanos establecidos en Melilla desde 1497 era reedificar las defensas y los edificios para la guarnición, almacenes de provisiones y municiones. Es más que probable que la planta de la antigua mezquita fuese adaptada al culto de Cristo, y se le otorgase el nombre de San Miguel. No había tiempo para más. Su orientación era sobre el eje este -oeste, obligatorio en las mezquitas. La actual iglesia patronal está en el eje norte-sur. Los restos de San Miguel, si es que aparecen, estarán en dirección distinta a la de la planta de la iglesia. No va a cambiar ninguna fecha en cuanto a la historia del templo histórico de Melilla.

       Si hubo una época destructiva y funesta para la historia de Melilla fue la franquista, época en la que se edificó la mentira histórica que asfixia cualquier investigación que se pretenda científica. En esta época se alteró toda la historia, barriendo y eliminando todo lo que no les interesaba. Las sospechas sobre la iglesia de la Purísima Concepción se dirigen hacia las criptas y bóvedas que se construyeron a la vez que el templo, y que serían accesibles en sus inicios. En ellas se enterraban a los personajes notables de la ciudad, a sus hombres y mujeres más representativos, a los religiosos, a los alcaldes, a los gobernadores y sus esposas. Solo hay dos opciones, que los alcaldes franquistas eliminasen los restos históricos de las criptas y los llevasen en secreto a los osarios, o que todavía permanezcan allí sepultados, en cuyo caso, la solución es la misma. Levantar la solería de la Iglesia, que data de finales del siglo XIX (1885), como mucho y buscar la historia real que yace allí sepultada.

         Serán necesarios al menos dos años para ese fin. Se hace necesario e imprescindible dejar el histórico templo en las mejores condiciones posibles. Como puede comprobarse en las fotografías, está hecho con materiales muy pobres y fácilmente deleznables frente a la adversa climatología del promontorio fundacional. Aquí no hay granito como el de la Sierra de Guadarrama que cobija al Generalísimo. Ladrillo, piedra de cantería y materiales reutilizados de lo que encontrase los españoles en el final del siglo XV.

         No volveremos a ver la iglesia que fue, pocos la verán en el estado actual. Lo que nos devolverán en 2018 será un templo con una imagen nueva, más acorde con su historia real. La verdad histórica está bajo ese suelo, que se hace necesario abrir. En las obras de 1991/1996 hubo pocos testigos y relatos de lo que allí se hizo. Ahora la verdad nos pertenece a todos.