Sin acuerdo en la mezquita del Buen Acuerdo


             

                    Marruecos en el centro de Melilla

       ¿Qué hace una mezquita de titularidad marroquí en el centro de Melilla ?. La explicación no es fácil ni tiene respuesta, salvo la relacionada con la tortuosa y complicada historia de Melilla. Cuando se llevó a cabo el Acuerdo de Demarcación de Límites con Marruecos en 1863, existía una mezquita dentro del nuevo territorio melillense que fue derribada, la de Lal-La Zurzut o de La Higuera: http://www.webislam.com/articulos/40409-la_mezquita_de_la_higuera_sagrada_147_anos_de_su_demolicion.html.

         Probablemente para compesar aquel hecho, se inició en 1905 la cesión del solar para construir una mezquita que reparase aquel injustificado suceso, propiciado por el temor de los españoles a albergar un santuario islámico dentro de los nuevos  límites territoriales.

            Este edificio, emplazado en los márgenes del Río de Oro, recibe diversas denominaciones, pero yo prefiero llamarla “la mezquita del Habús”,  Institución Marroquí de asuntos religiosos que es  la propietaria del edificio. El suelo pertenece al Ministerio de Asuntos Exteriores como heredero del anterior ‘Ministerio de la Guerra’. Por tanto nos encontramos ante un complicado asunto con posibles derivaciones exteriores. 
                ¿Quién tiene razón en este conflicto?

         En el verano de 2010 el Ayuntamiento quiso iniciar la reparación del edificio por las bravas, llamémosle procedimiento de urgencia, y enquistó de modo irresoluble el problema. Quisieron apuntarse un tanto político y religioso y no tuvieron en cuenta las especificidades del edificio. Es verdad que la asociación cultural «Mezquita de Buen Acuerdo», que administra la mezquita desde el año 2000, ha puesto mucho orden en un edificio en el que no se pagaba ni la luz. Sin embargo, la asociación que preside Mohamed Tieb, se vio superada por una anárquica gestión de más de 20 años, en la que los negocios existente en los laterales de la mezquita, fueron ampliando y haciendo reformas, no consolidadas legalmente. En un principio había tres familias autorizadas a residir dentro del entorno de la mezquita. En  la actualidad solo reside legalmente el «almuédano».

          Todos los locales que tienen su sede social en la mezquita pagan el alquiler a Marruecos a través del Habús e incluso los impuestos catastrales anuales son satisfechos por el citado organismo marroquí. El Habús es una Instutición religiosa y benéfica islámica, fundada por el propio profeta Mahoma, que no tiene equivalente en el mundo cristiano. El Habús equivale a «ligar» un patromonio  o una vida a la caridad y al servicio a Dios, sin que ese lazo pueda ser jamás disuelto.  Es una Institución en la que no puede haber cristianos, ni dinero procedente de manos que no sean musulmanas, por lo que la intervención de la Ciudad Autónoma de Melilla, no pudo ser más desacertada.      Por otro lado, el Ministerio de Asuntos Religiosos de Marruecos carece en Melilla de los instrumentos jurídicos necesarios para poner orden en el complicado laberinto de los locales allí asentados.

      El aspecto interior de su sala de rezo es magnífico, pues fue completamente reformado en los finales de los años 80 del pasado siglo, con materiales y técnicas modernas. En los primeros años de esa década un impresionante y potentísimo rayo abatió toda la techumbre del edificio (que estaba realizada en un magnífico artesonado de madera), y lo redujo prácticamente a ruínas y carbones. La reparación consistió en realizar una nueva superficie de rezos, dotarla de columnas de hormigón y  la realización de una doble cúpula, una de ellas de estilo bizantino de gran altura. Es una mezquita muy luminosa y de aspecto muy esbelto.

     Personalmente creo que los funcionarios marroquíes del Habus actuaron conforme a sus derechos al precintar el acceso a lo que es un edificio de su propiedad. Ellos son los encargados de velar por la seguridad de los fieles que allí se congregan y de permitir o no, el paso al edificio, cuya titularidad ostentan. La CIM (Comisión Islámica de Melilla), no actuó correctamente al reventar los candados colocados por los marroquíes. La historia de Melilla es la que es y también la de ese edificio. Además, todo se está llevando a cabo con la vigilancia de la asociación de La Mezquita del Buen Acuerdo, que es la que gestiona y administra legalmente esta mezquita emblemática.

Nota:http://www.elfarodigital.es/melilla/sociedad/9207-la-mezquita-del-habus.html

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10 comentarios en “Sin acuerdo en la mezquita del Buen Acuerdo

  1. Parece mentira que podamos saber tan poco de nuestra propia ciudad, no tenía ni idea de este tema…es bonita la mezquita, cualquiera diría que tras esas paredes mugrientas hay un lugar tan interesante.

  2. Frecuento esa Mezquita, y su estado es mejor que otras de la ciudad, y de Marruecos. Y si el problema está en los locales exteriores, pues deben reararse dichos locales, y no como se pretende cerrar la Mezquita, por intereses de un constructor, casualmente con un local en ese edificio, y vinculado al PP. Muchas casualidades, ¿no creen??.

  3. Lo que está claro es que el edificio pertenece al Habús y todo los que están en la mezquita, incluido el constructor al que aludes, están allí con el permiso de las Autoridades Religiosas marroquíes. Es una mezquita marroquí. Si el Habús ha autorizado a quien sea a repararla, o decide cerrarla, no hay modo de impedirlo. Es una mezquita espléndida, de las más bonitas de Melilla. El problema es complejo y es verdad que la Ciudad Autónoma pecó de precipitación al decidir arreglarla por la fuerza.

  4. ¿mezquita marroquí? Que yo sepa no goza de extraterritorialidad. Es decir es española pero propiedad del Ministerio marroquí de asuntos religiosos, al igual que los manantiales de Yasinen y Trara son marroquies pero propiedad del Ayuntamiento de Melilla.

  5. En febrero de 2011, la Ciudad Autónoma adjudicó las obras a la empresa de los hermanos Clay, por un valor de 232.000€ (El Faro, 12/02/2011). En un principio se habia conseguido la autorización del Habús para reparar la mezquita y luego ellos hacerse cargo de la factura.
    En Marruecos están acostumbrados a sus precios y no a los nuestros y al ver que el montante ascendía a 2.300.000 dirhams, se quedaron helados y no autorizaron la reparación.
    En Melilla un cuarto de millón de euros es una limosna, pero en Marruecos resulta una barbaridad. Realmente es una barbaridad, pero como aquí todo va a 1/4 de millón, pues nos hemos llegado a acostumbrar.

  6. La Iglesia de nador, como la de Alhucemas, NO son territorio español. Son propiedad del Arzobispado de Tanger. Tampocon son territorio del Vaticano. Son iglesias enclavadas en territorio marroquí y NO gozan de extraterritorialidad. Es decir, si en el interior ellas se comete un delito, o se refugia un delincuente, las autoridades marroquies son las encargadas de su esclarecimiento y pueden entrar libremente, con el debido respeto, en su interior. En la Constitución marroquí se reconoce la libertad de creencias, pero con discrección. No se permiten las manifestaciones externas de cualquier religión que no sea el Islam. Así, por ejemplo, esta prohibido tañir campanas, sacar santos en procesión, etc tampoco está perimitido el proselitismo, quedando totalmente prohibido «convertir» a subditos marroquies, que ademas tienen prohibido cambiar de religión.
    Aqui no somos tan estrictos, pero las mezquitas, NO gozan de extraterritorialidad. Su dueño, y encargado de su mantenimiento es su propietario. En este caso el Ministerio de Asuntos Religiosos del Gobierno de Marruecos, pero NO es territorio marroquí. Pagan sus impuestos a España, cosa de la que estarían exentos si gozaran de la extraterritorialidad. Si se realizan obras, se hacen y se pagan conforme a la legislación española. No pueden traer obreros marroquies y pagarles en dirhams. Tienen que ser obreros españoles o con permiso de trabajo y sujetos al convenio colectivo de la construcción de España.
    Otra cosa es que haya personas que desconozcan esto, o conociendolas, quieran aprovecharse y liarla. La Ciudad Autonmoa de Melilla podría intervenir y realizar obras en caso de inminente ruina, pasandole a continuación el cargo al propietario. Y si, ya se, Hospitalario me va a decir que eso no ocurre nunca, y ponemos de ejemplo la Casa Paraiso, etc. pero la ley es la ley

Acostúmbrate a sufrir con paciencia las contrariedades, a escuchar en silencio lo que desagrada, a estar sosegado entre los turbulentos y a permanecer tranquilo entre el estrépito del mundo.

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