Carlos Castañeda y el pregón de Semana Santa de 1997
» A Enrique, amigo, buscador indómito de variopintas historias que van desde lo sacro hasta el averno».
Cuando hace cinco años D. Carlos Castañeda me regaló una copia dedicada de su pregón de Semana Santa de 1997, y escribió esa dedicatoria, no sé si llegaba a imaginarse lo cerca que he llegado a estar del mismo averno en mis búsquedas, o lo alejado que estoy todavía de lo sacro. Digamos que como máximo he llegado hasta el mundo religioso. Lo sacro, lo sagrado, está más cerca de él, que de cualquier otra persona que yo conozca, exceptuando a Monseñor Buxarrais.
Si hay una persona en Melilla que ha dedicado su vida a La Virgen de La Victoria, es D. Carlos Castañeda, si hay alguien que ha dedicado su tiempo a la Iglesia de modo desinteresado es él, pero sin beaterías. Que nadie piense que D. Carlos Castañeda se espanta por «un taco» o se ruboriza por la visión de «un pecado». Él, que ha estado dentro y vive dentro de La Iglesia, ha visto cosas muy lejanas de la piedad y de lo recomendable, durante la época de Franco, en personas que de cara al público eran gente de Fe.
Dijo Ntro. Sr. Jesucristo a Tomás: «Dichoso tú por que has visto y has creído». Yo pienso que dichosas son las personas que como D. Carlos Castañeda, creen a pesar de haber visto, y eso que D. Carlos no es de los que cuentan ni pecados, ni pecadores. Solo lo insinúa o lo deja caer.
Nunca pensé que en los pasillos de La Iglesia se produjesen determinadas acciones, como la que le ha descabalgado del puesto honorífico que le ofrecía el congregante, y candidato a Hermano Mayor Guillermo Carmona. No lo pensé pese a tomar como una de mis máximas de referencia una de las increíbles frases de un santo, San José Mª Escrivá: «Yo perdí mi inocencia en los pasillos del Vaticano».
Elecciones y Derecho Canónico
Tal y como dijo días atrás Imparcial, el Derecho Canónico es muy serio, a lo que yo añadiría que también es muy potente. Si cualquiera de nosotros se enfrentara a sus normas, no solo seríamos aplastados como un vulgar sello, sino que también arderíamos en un instante, como una falla. Papas, cardenales y obispos podrían sucumbir ante la tupida red que componen sus cánones o artículos. Invocar al Derecho Canónico para cerrar el paso a alguien, equivale a concitar a la potencia del fuego sagrado, porque si se encuentra un canon para achicharrar a alguien, hay diez más para mandar a la hoguera al que ha encendido el fuego.
Elecciones en La Congregación de La Victoria
Me comentan que no hay nada previsto para la delegación del voto, de personas impedidas, enfermas o mayores y que tampoco se han desarrollado normas para el voto por correo. También me señalan como incogruente que el horario de votaciones del próximo domingo 25 de marzo (de 10 a 14 horas), se verá interrumpido por la celebración de la Santa Misa entre las 12h 00 y las 12h 30.
Los cofrades (pregón de Carlos Castañeda en 1997)
«A aquellos que no nos entienden , les digo que: Los cofrades estamos con la Iglesia, porque nosotros también somos iglesia y queremos con nuestro ejemplo ampliar el Reino de Dios… debemos transmitir que somos capaces de tener el mejor manto de virgen, paro también capas de misericordia para el necesitado, que deseamos una parroquia absorbente y no repelente para la fe del cofrade. .. Porque nuestra sensibilidad y experiencia la queremos basar también en ese camino de la Iglesia hacia el Tercer milenio, queremos renovarnos para clarificar y potenciar nuestra identidad cristiana…Esta formación debe adaptarse para que esté al alcance de todos, para así, seguir conformando este pueblo sabio capaz de albergar en sus corazones deseos ecuménicos que entrelacen los espítirus de esas cuatro grandes religiones que coexisten en Melilla».