¿ Quién fue el soldado Bueno Espinosa ?


                        El monumento del soldado desconocido

    Si hay alguna ciudad de España en la que su cementerio esté integrado en la vida de la ciudad, esa es Melilla. Todo melillense cristiano, acude al menos media docena de veces al año al cementerio, por uno u otro motivo. Pero además, están los «viernes» melillenses, en los que se acude al cementerio a recorrer las diferentes rutas de las tumbas milagrosas o de «favores». En esas rutas hay una serie de tumbas que son visitadas por casi todos y otros distintas, según con quien se vaya.   

    Hay un monolito o pequeño mausoleo, que destaca por la gran inclinación de la columna que sirve de recuerdo y conmemoración de la muerte del soldado Fernando Bueno Espinosa. En el callejero de la Asociación de Estudios Melillenses, editado en la etapa de José Luis Blasco como presidente, se pueden recoger los pocos datos que sobre este soldado existen. El monumento o monolito, que consta de una columna partida apoyada sobre un basamento labrado e inclinado, fue costeado por los jefes y compañeros del «Batallón Disciplinario de Melilla», al que pertenecía este soldado.

      En la parte frontal hay una lápida, partida e ilegible en un tercio de la misma, en la que  está inscrito el nombre de Bueno Espinosa y también un poema o largo epitafio como dedicatoria. Debería intentarse recuperar todo el texto antes de que se pierda. Ya ni siquiera puede verse la fecha del fallecimiento, que parece se produjo en el Barranco de Cabrerizas en 1892.

        Está colocado en una posición privilegiada que hace que siempre se vea, se vaya a la parte del cementerio a la que se vaya, pues está en el camino central. Está claro que con el paso del tiempo, todo nombre, toda gloria, por muy grande que esta haya sido,  está destinada a perderse y disolverse en el tiempo. Si he traido esta tumba a El Alminar, es porque no se trata de ningún muerto en acción de guerra, ni en batalla heróica alguna. Se trata de un simple soldado peninsular, fallecido en unas circunstancias extrañas, dicen que fue encontrado muerto por apaleamiento en Cabrerizas.

            Según Gabriel de Morales, el más grande historiador que haya tenido Melilla, muerto trágicamente en Annual, Fernando Bueno Espinosa murió al intentar perseguir a dos prisioneros fugados y vigilados por el Batallón Disciplinario. Al parecer rebasó los límites de Melilla en la persecución y fue capturado por los rifeños, que lo mataron por apaleamiento. Su cadáver fue objeto de intercambio entre los cabileños y la plaza de Melilla. Murió el 31/03/1982.

        Está integrado en la ruta de los viernes, y se depositan claveles rojos en su tumba. En un tiempo también se le consideró milagroso. Tiene una calle dedicada en Melilla.

  

Anuncio publicitario

Las caminatas de San Nicolás en Melilla


 

      Todos los lunes se repite el rito, decenas de personas entran  en el Centro Asistencial de Melilla, como etapa final de «las caminatas de los tres lunes», única iglesia de Melilla que abre sus puertas durante 12 horas consecutivas ( 09h 00´-21h 00). De los cuatro lunes de cada mes, se debe acudir a San Nicolás tres. Durante el franquismo fue un santo muy venerado, al que se acude  en situaciones de dificultades económicas extremas, como la que se vivió en España durante la larga y dura postguerra.

             Anteriormente la peregrinación se realizaba a la imagen del San Nicolás de la parroquia de Batería Jota, pero  al no mantenerse los templos abiertos más que en horas de culto y no todos los días, como es el caso de esta iglesia, la peregrinación se desvió hacia el Centro Asistencial. La aplicación de las renovaciones del culto aprobadas por el Concilio Vaticano II, supuso el fin de todas estas devociones populares, y en cierta medida de carácter semi  «pagano», de las que recelaba la Santa Madre Iglesia. Pablo VI descatalogó como santo a San Nicolás. El altar del santo en la iglesia de Batería Jota fue clausurado y la lenta pero irreversible pérdida de población cristiana de Cabrerizas, supuso el fin de esta peculiar peregrinación en Melilla. Los lunes eran de San Nicolás y los viernes del Cristo de Limpias.

             Primeros las Hermanas de La Caridad, y luego Monseñor Buxarrais, han convertido al Centro Asistencial en el natural y último refugio de este sant0, pues Nicolás de Bari (rito católico romano)  o Nicolás de Myra (rito cristiano griego) era conocido, entre otras muchas cosas, como portento de la caridad, pues a escondidas de su padre, un rico comerciante griego del siglo III, vaciaba las arcas familiares para dar sustento a los pobres. Al quedar como heredero de la fortuna familiar, se deshizo de ella  repartiéndola  entre los pobres e ingresó en un monasterio.

                         En la actualidad el refugio de San Nicolás lo constituye lo que fue su patria, la actual Grecia, Turquía y Rusia, ya que pese a ser un santo griego, Licia, su ciudad natal pertenece hoy a Turquía.    Sus restos mortales reposaron en Myra (Turquía) desde su fallecimiento en 345 hasta 1087, año en que fueron trasladados a  Bari (Italia), poco antes de que lo que hoy constituye la península turca de Anatolia pasara del dominio cristiano-bizantino al del turco-sarraceno.

         Además de su protección en las dificultades económicas, es  patrón de marinos, pescadores y gentes del mar en el mundo greco-ortodoxo,  y por extensión se le invoca como protector en todo tipo de circunstancias peligrosas o de riesgos en la vida de las personas. La más sorprendente de sus intercesiones es la relacionada con el mundo judicial, pues se le solicita el amparo para evitar los juicios injustos. En otro tiempo fue incluso el patrono de los jueces. Su festividad se celebra el día 6 de diciembre.