En cualquier aspecto de la sociedad en el que uno quiera mirar, pueden encontrarse las diferencias que separan a hombres y mujeres , y las situaciones de discriminación existentes. En algunos casos serán más visibles y en otros menos. Si en algún modo se manifiesta de modo claro esta discriminación, es en la ausencia casi total de nombres de mujeres en el callejero de Melilla. Si parte de la historia de una ciudad queda reflejada en los nombres de sus calles, la de Melilla parece querer decir que aquí solo ha habido hombres. En los dos distritos del centro de Melilla solo hay dos calles con nombres de mujeres, el de una monja: Sor Alegría, y el de una aristócrata y enfermera: la Duquesa de La Victoria, cuyo nombre fue recuperado por la Asociación Cultural Ateneo en 1991, porque la intención era poner a esa calle el nombre de V Centenario, de no se sabe qué.
Si analizamos las publicaciones de nombres ilustres que han dado forma a Melilla, nos encontramos que todos los biografiados son hombres, casi siempre militares o ingenieros militares. Solo hay un libro editado y dedicado a la historia de las mujeres de Melilla, el libro fue escrito por la profesora Mª de los Ángeles Sánchez, que recopiló y recuperó biografías de mujeres, tanto del pasado como del presente. El libro Mujeres en Melilla fue editado en el año 2004 y puede descargarse en versión PDF en el siguiente enlace: http://www.stes.es/melilla/revista/mujer_melilla.pdf.
El trabajo de la profesora Mª Ángeles Sánchez no ha tenido continuidad en cuanto a abrir una línea de investigación histórica, la de la historia de Melilla a través de sus mujeres, pero al menos ha quedado como un trabajo pionero. Un oasis de mujeres en medio de un mar de hombres.
Carmen Gómez Galindo
El recuerdo del libro «Mujeres en Melilla» es apropiado por varias cosas; una porque hoy es el día de La Mujer Trabajadora, segundo por recordar que una de las biografiadas: Carmen Gomez Galindo, mujer sindicalista asesinada por Falange en 1936, tuvo su continuación en un artículo publicado el año pasado en el Faro de Melilla: http://www.elfarodigital.es/melilla/sociedad/40379-la-ultima-noche-de-carmen-gomez-galindo.html), en el que se da forma y rostro a la vida de esta joven socialista, en un duro relato que supuso el rescate completo de la historia de una mujer, asesinada por defender las ideas en las que creía. Se trata de visualizar historias de mujeres reales, de mujeres de Melilla.
Calle Consuelo Gonzalez Ramos
Es el ejemplo máximo de como se ningunea la historia de las mujeres en Melilla y también de la ineptitud de la anterior Direccion General de Administraciones Públicas de Melilla, encargada de reformar el callejero de Melilla. Consuelo González Ramos es una escritora y enfermera voluntaria en Melilla entre 1911 y 1912, en la denominada campaña del Kert. Firmó también artículos y colaboraciones con los pseudónimos de Celsia Regis y Doñeva de Campos. El libro Mujeres en Melilla tiene la virtud de aclarar por 1ª vez que ambos nombres corresponde a Consuelo González Ramos.
La fachada de esta casa, de apenas tres metros de longitud, es lo que entiende el Ayuntamiento de Melilla que es lo apropiado para darle el nombre de una mujer, a una inexiste calle. No tiene números, ni edificios, ni los tendrá nunca. La entrada del edificio se llama calle del magistrado Roberto Ruíz Vadillo, la parte trasera es del «abogado José Mª Paniagua», y enfrente de la placa de Consuelo González Ramos, que no calle, el nombre del Tte. Gral. Gotarredona. Esta acción, resulta una burla absoluta a la memoria de las mujeres en Melilla.