Una imagen del Distrito V


             El Distrito V, el que están desarrollando a base de rotondas, ludotecas y campos de fútbol, presenta aspectos que solo conoce el que vive, pasa o trabaja allí. Cuando cae la noche la presencia humana desaparece de las calles, que suelen ser ya inhóspitas durante el día. Aquí no ha inversiones, presencia de las administraciones, ni casi de la ciudad de Melilla. Solo la red clientelar de los Planes de Empleo se pasa por aquí, sobre todo cuando pueden coincidir con épocas electorales. Entre un periodo de votaciones y otro, solo queda el vacío y la nada.

           Esto debió ser en su día un coche, víctima quizá de un incendio. Ahora no es tan siquiera un coche abandonado. Parece un símbolo de arte urbano antisistema, un aviso a navegantes, o cualquier otra cosa. Se encuentra situado en la prolongación de la calle Juan Sebastián Elcano, puro Distrito V. Esta es la imagen del día. La composición de ropa de colores y bolsas de leña seca merecerían estar en un museo de Arte Contemporáneo, quizá en el de Melilla La Vieja. Algún día el Distrito 5º melillense será tan legendario como Harlem o el Bronx.

En el Rastro de Melilla


                     

              ¿ Suficientemente abandonado ?

  Algún día de hace mucho tiempo, se oyó decir que El Rastro de Melilla quería integrarse en «La red de Juderías de España» y hasta nos hermanamos con Toledo, como si la judería de la capital manchega o incluso la de Córdoba, tuvieran algo que ver con los que en Melilla, conocemos como El Rastro. Hubo viajes de hermanamiento, campañas publicitarias, y como siempre, pasado el tiempo ya nada se volvió a saber. Durante muchos años hemos vivido el cuento de la lechera, imaginándonos que nos concedían galardones sin fín como:  «Ciudad Patrimonio de La Humanidad».

      Por El Rastro de Melilla, no se puede transitar más allá de la mezquita central, y no por que sea una zona insegura o sucia, sino simplemente porque no hay nada que ver. El antiguo «barrio hebreo» no tiene más que el nombre de las calles, es una zona muy deprimida y mísera. La fuente del Bombillo está en un estado lamentable y muy descuidada, y poco más allá, en la calle Montes Tirado, en donde está el mercadillo de El Rastro, solo hay una zona cochambrosa y puestos de objetos usados, pero tirados en el suelo. Nada que ofrecer a un supuesto e hipotético turista.

    Lo más insólito puede encontrarse en El Rastro, como este coche, que ya hace tiempo que ha superado el estado de «abandonado». Está en situación de desguace constante. Si alguien necesita una pieza, vaciar el aceite del motor, o incluso una llanta, no tiene más que servirse directamente. Lo que resulta increible es que siga en la calle y no en cualquiera de los depósitos de vehículos abandonados. Esta claro que a 500 mts. del centro de la ciudad, la gestión ya ni siquiera existe.

          En esta zona están las viviendas que EMVISMESA (Empresa Municipal de la Vivienda de Melilla),  no consigue vender, pero de ello hablaremos en la siguiente entrada.