Contenedores en medio de la calle


                      contenedores en medio de la calle

                                 Melilla, ciudad de accidentes

   La situación de estos contenedores en la vía pública raya en la temeridad, en el peligro público. Ya no es que su situación elimine aparcamientos públicos, como en otros casos, o que dificulten la visibilidad, como la mayor parte de las veces. En este caso parecen estar colocados como contenedores trampas, y parecen inducir de modo directo a causas accidentes. La calle es Carlos Ramírez de Arellano, justo en la esquina con la calle de Luis Morandeira, en el siglo pasado conocida como Bandera de Marruecos, la de Falange.

    En este caso, para poder salir de la calle y girar, hay que sacar el coche hasta casi interceptar el tráfico, practicamente a unos centímetros de la colisión. Es insólito lo que sucede y se ve en Melilla, en donde ya nadie gobierna nada. Somos los ciudadanos los que tenemos que alertarnos unos a otros, y buscar nuestra propia defensa y slavaguarda. Aquí ya ha dejado de funcionar todo. Hace no mucho la Dirección Provincial de Tráfico alertada del incremento de accidentes y de los atropellos graves de peatones. Son otros que ya predican en el desierto. En él acabaremos todos.

 

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Colocación de contenedores I


Al igual que en la serie sobre «las mejores aceras de Melilla», en donde ya vamos por el nº 7*, o aquellos que versan sobre la «ilógica» colocación de los postes (eléctricos y telefónicos), en donde hemos alcanzado el capítulo 5, aunque el número de entradas escritas sobre «los postes» es mucho mayor que la que refleja este ordinal (https://elalminardemelilla.com/2011/10/26/seguimos-con-los-postes-electricos-y-telefonicos-v/). Ahora procedemos a abrir un nuevo serial sobre la situación anómala de los contenedores en la vía pública, en los que podemos distinguir tres categorías: los que entorpecen el paso de los peatones, los que dificultan la visibilidad del tráfico, y aquellos que fomentan la suciedad. Todas estas situaciones resultan peligrosas y afean el aspecto de Melilla. En esta ciudad nada parece tener solución, porque desde hace un lustro ya no hay gestión de ningún tipo. Hay un gobierno a la deriva, que ya solo busca mantenerse, aunque sea con respiración asistida, cualquier cosa con acercarse lo más posible al horizonte de mayo de 2015, que no alcanzarán en ningún caso.

La acera de Cándido Lobera es una de las más difíciles de por sí, y podría haber entrado en la categoría de las mejores aceras, pero también es verdad que esa pequeña colina resulta un accidente natural insoslayable. Lo que no tienen nombre ni perdón, es la absurda, peligrosa y dantesca situación de estos contenedores, que convierten en un ejercicio imposible el transitar por la acera, además del peligro que supone la opción de salir a la calzada o su alternativa, la de comerse los asquerosos olores que emanan de los mismos.

PD: Se está procediendo a una reordenación interna del Alminar, colocación de nuevas etiquetas y agrupación de temas.

Nota:https://elalminardemelilla.com/2013/10/14/las-mejores-aceras-de-melilla-vii/