Arte tosco y rudimentario
Hace unos días, frente al monolito de La Constitución, extendieron una vallas y se inició una obra secreta. En Melilla no extraña nada, porque siempre hay obras y excavaciones profundas. Sin embargo, al ir tomando forma, aparecieron unas letras toscas de cemento, reforzadas con varillas de hierro. Las siete letras forman el sustantivo Melilla, en un estilo que podría llamarse «gilista», porque el primer lugar en que aparecieron fue en Marbella y su famoso arco de bienvenida.
Se supone que es un «regalo» a la Constitución española, que vive tiempos de exaltación, tras el presunto asalto a la misma, que ha protagonizado el Govern de La Generalitat, en los últimos tres años. El monolito actual, de piedra negra como las columnas de Bernini en el Vaticano, fue inaugurado en 1982, por el entonces alcalde Rafael Ginel Cañamaque. A lo largo de su historia ha pasado como un lugar desangelado y al que no se le ha hecho demasiado caso. Se trata de un pequeño obelisco o monolito, que preside la ciudad a modo de tótem indio, aunque nos reiteraremos en que se la ha hecho muy poco caso.
Sin embargo en los últimos tiempos se ha convertido en un lugar de reivindicación. Alrededor del tótem se ha visto de todo: manifestaciones contra la guerra de Iraq, reclamaciones laborales, encadenamientos anti extradiciones a Marruecos, o convocatorias en defensa de la tradiciones musulmanas. Es bueno que las reivindicaciones siempre sean alrededor de la Constitución.
Sin embargo estamos en lo de siempre, en obras decididas de modo apresurado, sin gusto estético ninguno, y lo que es peor, sin contenido. Si se quiere reivindicar la Constitución (por los herederos del partido que se abstuvo en el referéndum del 6 de diciembre de 1978), se debería contar con el consenso de todos los grupos políticos y de asociaciones ciudadanas. Para empezar habría que dedicar ya una calle o plaza a la Constitución, y retirar a algún fascista del callejero. Un buen lugar para esta denominación sería la plaza de los héroes de la España nacionalista, e instalar en ella un monumento más representativo que el actual. El conjunto final también llevará luces.
Hoy uno de diciembre se iniciado la plantación de las flores de Pascua, Poinsetias o pascueros.