La crisis económica en España


      
                         La difícil situación heredada    

          Cuando se habla de quiebra del Estado hay que diferenciar claramente entre el déficit del Estado, el Autonómico y el Muncipal. Hay Autonomías y Ayuntamientos  arruinados cuya responsabilidad es íntegramente del PP, y otras y otros son de responsabilidad socialista, que sin embargo son los menos, puesto que el PP concentra la mayor parte del Poder autonómico y municipal. A cada cual lo suyo

                        España no estuvo dentro del Plan Marshall para la recuperación de Europa, y se desarrolló dentro del concepto económico de la autarquía, basada en cuatro grandes sectores (agricultura, astilleros, siderurgia y textil). La recién estrenada Democracia recibió una herencia de un 17% de paro, que se incrementó al acceder la mujer a la totalidad del mercado laboral, algo que no era posible en el Estado Totalitario de Franco.

      En 1986, con el ingreso en el Mercado Común Europeo, España recibe ingentes cantidades de dinero que modernizan sus infraestructuras y provoca un cambio en el modelo económico, que se hace más dependiente y sensible a la coyuntura exterior. El socialismo de Felipe González se sumerge bajo la influencia de la doctrina económica neoliberal impulsada e inciada  por Ronald Reagan y Margaret Thatcher. En 1992/1993 España sufre la crisis del Sistema Monetario. En 1995 se inicia la adaptación de las economías europeas a los criterios de Convergencia impuestos por el Tratado de Mastrich. España se desindustrialización y subornida su sistema productivo al mundo financiero.

                  El engañoso milagro económico de Aznar *

    El milagro económico de Aznar fue real y a la vez engañoso y en su etapa de gobierno (1996-2004), se ahondó en la senda neoliberal de la que José Mª Aznar era un decidido partidario. La entrada de España en la zona euro hizo posible que se recibieran las mayores cantidades de dinero de la historia, procedentes de la Unión Europea. Además, José Mª Aznar hizo una campaña masiva de privatizaciones de empresas públicas, por las que obtuvo 32.000 millones de euros. Dispuso de más dinero que ningún gobierno y la situación económica del País mejoró, pero se trataba de la construcción de un modelo económico con los pies de barro. Parecía bueno en tiempos de bonanza económica pero resultaría fatal en tiempos de crisis.

          España basó su crecimiento en el mercado financieron, la circulación de capitales especulativos y en la desaforada expasión del ladrillo. El recurso de los empresarios a la mano de obra ilegal, hizo que se estancaran los salarios de los trabajadores legales. Es José Mª Aznar el que inicia las reformas del mercado laboral, reduciéndose cada vez más los costes por despido (precarizando las condiciones de trabajo),  y aumentando las bonificaciones a los empresarios, lo que suponía menos recaudación para el Estado. Se desarrolla una economía basada en el consumo, con una bajada continuada de la actividad industrial, que nos dejará inermes en el inicio de la crisis económica en 2006. El consumo se sostenía a su vez por el endeudamiento familiar, por los dos millones de puestos de trabajo relacionados con «la construción» y sus  sectores auxiliares. La burbuja inmobiliara insuflada durante la era Aznar. Las grandes estafas piramidales ( Forum, Afinsa) y desfalcos como los de Gescartera, se iniciaron también en ese periodo.     La lucha contra la inflación ha sido esteril durante todos los gobiernos, tanto conservadores como socialistas, manteniéndose siempre notoriamente por encima de la media europea.

          Lo que está notoriamente claro, es que las políticas de austeridad, impulsadas por Alemania y Francia, agravan de modo irreversible las consecuencias de la crisis. Seguir por la senda del déficit cero, solo traerá como consecuencia el colapso económico, el empobreciento de la sociedad, de las clases medias, la precarización de las condiciones laborales y el retroceso social. La crisis la generaron ellos, los especuladores financieros, y la agrava este tipo de política.

    Nota: Que nadie se engañe. España tiene los salarios más bajos de casi toda la Unión Europea. Tenemos el salario medio más inferior de los países fuertes de la UE, las pensiones medias más bajas, menor cobertura social, menores prestaciones .  Menor inversión en I+D y en Educación. Todo es una excusa para   anular las conquistas sociales adquiridas. La crisis económica es la excusa perfecta.       

    * Doce años de ceguera económica en España. Dominique Plihon y Nathalie Rey. Economistas aterrados. Ediciones Barataria       

La crisis económica que ellos generaron


                   Las consecuencias que pagamos nosotros

                Lo primero que hay que decir es que esta crisis económica está causada por las entidades financieras, su desmedida codicia, su afán de lucro, sus beneficios y sueldos indecentes que todavía mantienen. Algunas han sido tan saqueadas por sus gestores que han quedado en situación de quiebra y han tenido que ser rescatadas por los bancos centrales, o sea, por el dinero público. Los grandes bancos españoles expusieron sus activos al ladrillo y a otros productos tóxicos y ahora, el mismo Estado del que pedían su práctica desaparición,  se ve obligado a inyectarles vertiginosas sumas (que no siempre son hechas públicas)  para evitar su colapso y el de todo el sistema económico.

                      La semilla del mal está en el origen

     Tal y como se dice en el libro «Europa al borde del Abismo»: La cláusula del <no salvamento> (no bailt-out), introducida en el Tratado de Maasticht, impedía a los Estados Europeos financiar su deuda con préstamos del Banco Central Europeo, pero dejaba vía libre para financiarse de modo indiscriminado en los mercados financieros, que siempre exigen reformas fiscales favorables a las rentas del capital, reducción del gasto público, flexibilidad laboral y privatizaciones».

      Los mercados financieros no son ni eficientes ni racionales, responden únicamente a sus intereses del capital y ha resultado suicida y temeraria la política de los dirigentes Europeos, de exponer sus economías a los vaivenes de esos mismos mercados. Todo esto respondía y responde a las exigencias del neoliberalismo más radical, a los que se han añadido los problemas añadidos de la deuda y de los déficits. Lo curioso es que hayan sido los propios dirigentes nacionales europeos, los que al aceptar las exigencias alemanas, hayan metido al conjunto de Europa  en esta situación.

         Las economías están expuestas a la especulación financiera, que provoca crisis  y en consecuencia déficits. Lo siguiente es presionar sobre los países para reducir gastos sociales, devaluación de sueldos y encarecimiento de materias primas. El dirigente sindical europeo John Monks comparó en una carta enviada a la Comisión Europea en enero de 2011, las medidas de ajuste impuestas a los países, con las cláusulas de reparación y castigo impuestas a Alemania en el Tratado de Versalles en 1919 (ob., pág 12).

           El economista Thomas Coutrot, autor del primer capítulo del libro, propone un cambio total de paradigma  para la supervivencia de Europa, con cuatro prioritarias medidas:

(1)- Liberar a los Estados de la tutela de los mercados financieros, permitiendo la compra de deuda soberana por parte del BCE.

(2)- Trasladar los costes de la recesión y las pérdidas de los bancos a sus accionistas y a los particulares más acomodados. Es inaceptable imponer el paro, la precariedad laboral y el descenso salarial para proteger y preservar a las élites financieras.

(3)-   Desarmar a  la especulación que se ceba con Grecia, Irlanda, Portugal, Italia, España y luego Francia, gravando las transacciones financieras, empezando por las que se realizan en euros, y regular los mercados de derivados, especialmente los basados en materias primas y agrícolas. Prohibir a los bancos la especulación y desmantelar a los que son demasiado grandes como para quebrar.

(4)-  Instaurar un auténtico espíritu cooperativo entre las políticas económicas europeas, en lugar de propiciar la competencia y los ajustes a la baja, ejerciendo presión sobre Alemania.

      Que nadie piense que los que han comprado un piso o un coche, con los bancos mirando hacia otro lado, son los que han causado esta crisis. Esa es la excusa para desproteger a los ciudadanos, reducir sus salarios, enfrentar a trabajadores contra trabajadores,  menguar sus pensiones, retrasar la edad de jubilación  y hacer decaer los derechos conqusitados a lo largo de décadas.  A todo esto se suma en España el despilfarro del dinero publico y el estallido de la burbuja inmobiliaria, pero esos eran problemas añadidos del modelo económico español. Hablamos de personas y grupos de especuladores, que tienen más dinero que muchos países juntos.