La Patrona lanzada a la arena política


La procesión en busca del 6 de mayo

El insólito e inédito comunicado de la Congregación de la Victoria, asociación eclesiástica que custodia y representa, de manera delegada, a la Patrona de Melilla y Alcaldesa perpetua y honoraria, lanzaba de lleno a la imagen y símbolo protector de la ciudad, a la arena pública, como un gladiador en el circo romano, entre las fieras y el griterío del público.

Han cargado contra el Gobierno de Melilla, porque no mencionan a ningún área concreta, por «contraprogramar» actos, como un concierto en el Teatro Kursaal de Estefanía Saavedra, que supuestamente restará presencia a la procesión extraordinaria del 75ª aniversario de la coronación canónica de la imagen. Hay que decir que la procesión de la Victoria durará 3 horas y el concierto solo una, con lo que quien quiera podrá asistir antes o después a la misma, o algo mucho más simple, no aparecer a menos de un kilómetro de la avenida y calles adyacentes, que también es un derecho.

En la Consejería de Cultura «no quieren entrar en polémicas de este tipo, ni tienen pensado realizar comunicado alguno, pero de modo oficioso señalan que en el último año la Congregación de la Victoria ha visto duplicado su concierto económico, elevándose a 12.000€. Señalan también que solo para la organización del 75 aniversario han recibido 30.000€ adicionales para la reparación del manto de la Virgen, restauración de la orfebrería, y las banderolas y guiones del recorrido». Además, habrá un concierto extraordinario con todas las Bandas Musicales de las Cofradías, en el Kursaal el día 13 de mayo, ya que el del día 6 estaba programado desde inicios de año. «No encuentran sentido al comunicado, ni a la supuesta coincidencia con las actividades previstas en la Plaza de las Culturas».

Dice la Congregación de la Victoria que la Ciudad Autónoma podría haber retrasado y evitado la coincidencia de actividades, como en 1948, cuando España estaba regida por un Estado Nacional Católico, y en Melilla se cerraron hasta los comercios. La respuesta es clara, en 1948, en pleno franquismo, era imposible realizar cualquier otra actividad. En aquellos años el Alcalde era el Hermano Mayor de la Congregación y la hermandad de la Patrona estaba cerrada al pueblo llano. Es desafortunadísima la comparación histórica y supone la politización absoluta de la imagen de la Victoria, de la que parecen apropiarse. Solo les ha faltado mencionar que es obligatoria la asistencia a la procesión, salvo que se quiera incurrir en pena de excomunión, o en pecado mortal.

Los hermanos congregantes se muestran molestos, apenados, indignados, y consideran que ha habido «falta de consideración» hacia la Patrona de la Ciudad. Esto es un absoluto despropósito, porque lo que aleja a la ciudadanía de las procesiones, son actitudes y comunicados como el presente, al que no ha respondido nadie. Porque puestos a proponer la sustitución de actividades, a lo mejor lo que no procedía era celebrar la procesión casi en el inicio de la campaña electoral. Esto sí es clara utilización de la religión para la identificación de las imágenes con una confesión religiosa determinada, algo que rechazamos de plano en El Alminar de Melilla, blog aconfesional y laico.

La procesión ha sido autorizada por el propio gobierno frente al que se manifiestan indignados, y que les ha pagado hasta el último euro del coste de los actos extraordinarios, porque la Real Congregación no se sostiene con las cuotas de los afiliados. El error del comunicado es mayúsculo, y eso que el mandato evangélico es claro: «A Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César», o sea, no buscar conflictos con el Poder político, y mantenerse alejados de él. Cada cual en su campo. Hasta la cofradía del Cautivo ha retrasado la romería del Rocío, en sintonía con la Consejería de Juventud y Distritos.

Vista la situación, de la que se podría hablar mucho más, habría que pedir la intervención del Obispado de Málaga, que debería, a petición de la Vicaría Episcopal, destituir a la actual Junta y promover una comisión gestora y convocar nuevas elecciones. El mandato canónico estipula que no se debe permanecer más de 8 años en los cargos de las cofradías, Para soslayar esto, se busca un candidato puente, y luego ya se puede optar un nuevo mandato de otros 8 años. Esto ya se ha visto en otras cofradías. Lo que también parece forzar un poco el mecanismo electoral, es que los cónyuges se releven en los cargos de hermano o hermana mayor, y esto tampoco es nuevo. Se podría hablar también de las últimas dimisiones en la Junta de gobierno, de las pasadas, de cómo se fueron yendo muchos nombres muy representativos, y de muchas otras cosas, «que hacen decaer el culto, la devoción y la tradición». ¿Se ha pedido permiso al Ministerio de Defensa para la presencia excepcional de Fuerza Armada de acompañamiento?

La Agrupación de Cofradías que de momento se mantiene al margen de esta polémica forzada, ha recibido en el último año 63.000€, y la Vicaría Episcopal, que tampoco se ha pronunciado, ha recibido otros 40.000€ para la rehabilitación del templo. Todas las actividades de las cofradías y hermandades están subvencionadas igualmente. Incluso la Consejería de Distritos, además de la de Cultura y Educación, ayudó a una cofradía a adquirir y renovar los ropajes para las procesiones de Semana Santa. Todos los adornos callejeros corresponden a la Consejería de Cultura.

La última frase del comunicado es digna de ser anotada: «Nadie está exento de cometer un error», ¡somos humanos! pero también rectificar es de sabios. O sea, que los ignorantes, los que se equivocan y no rectifican es el Gobierno que paga todo. El Paz y Bien final suena con la estridencia de un disparo en medio de un concierto de violines, o como una pedrada en medio de un cristal. ¡ Está en marcha el 6 de mayo !

El día de la Patrona de Melilla


2021, cambio de ciclo en la Iglesia melillense

El 8 de septiembre es también el día de la Patrona de Asturias y de Extremadura, junto con nuestra Ciudad Autónoma. Además, se celebran las festividades de Nuestra Señora de Alta Gracia, de la Salud, de la Encina, del Castañar, de Regla, del Coro y de la Peña de Francia en Salamanca.

En el segundo año de la Pandemia, la Virgen de la Victoria tampoco ha podido procesionar por las calles del centro de la ciudad, a los que hay que añadir los dos años anteriores (2018 y 2019), en los que tampoco salió de su templo en procesión, aunque por razones climatológicas. Así pues, ya son 4 años de ausencia en las calles, aunque de presencia en el templo Arciprestal, en el que ya lleva más de un lustro asentada, y al alcance de todos los ciudadanos y ciudadanas.

En estos diez largos años del Alminar de Melilla, no hemos faltado ninguno a la cita con la venerada imagen melillense, bien en las calles o en su templo. La mitad de ellos en el Patronal, en Melilla La Vieja, y otros tantos en el del Sagrado Corazón. Ha habido circunstancias de todo tipo, y nada de esto era predecible. En el último decenio, solo ha podido salir en procesión seis años. La han acompañado 3 vicarios episcopales en este tiempo (José Manuel Barreiros, Roberto Rojo y el presente Eduardo Resa). Han sucedido también muchos hechos y conmociones, de los que también hemos dado cuenta. En el espacio de una década los cambios y las transformaciones han sido cuantiosas. Queda poco de la Iglesia que vio surgir este blog. ¿Por qué lo hemos hecho? pues porque esta es una parte notable de la cultura de la ciudad, y porque importa y afecta a una parte de su población. Si se arroja luz, o se levanta una lámpara, debe llegar a cualquier rincón.

Los Padres Paules desaparecen de Melilla

En 2011 «ad alminare condito«, se produjo una importante renovación en la Iglesia de la ciudad. Los Padres Paúles perdieron la parroquia que fundaron, la de San Agustín, así como otras capellanías, y quedaron recluidos a Santa Mª Micaela y a su casa conventual. Ese año también se marcharon de Melilla las Hijas de la Caridad. La Iglesia Diocesana se hizo presente en toda la ciudad, y ejercitó parte de su inmenso poder. La parroquia del Barrio de la Victoria constituyó su último refugio y el Dunkerque Paúl, del que ahora han sido abatidos.

Sin ceremonia de despedida, sin conocimiento público, sin ni siquiera una nota de prensa, o agradecimiento por los servicios prestado. Un siglo de presencia de los Padres Paúles, ha quedado reducida a cenizas. Una disposición diocesana, les ha dejado sin presencia efectiva en Melilla. Salieron de la ciudad los tres últimos padres paúles, el pasado 6 de septiembre. Todas las órdenes religiosas que un día estuvieron presentes en la ciudad están ya difuminadas.

Así es La Iglesia. Nunca da explicaciones de nada, tanto si se trata del Bisbe de Solsona, como de una orden entera. Te disuelve en un solo día, con una sola Bula Papal.

Nota:https://elalminardemelilla.com/2011/10/17/frente-a-la-roca-de-san-pedro/