La mujer desnuda, la vaca y la fuente
No hay estatuas de mujeres en las calles y plazas de Melilla. Todas están dedicadas a varones y salvo Lope de Vega, todos las demás son de acontecimientos militares. Solo hay un híbrido entre mujer y victoria alada que se supone representa a la duquesa de la Victoria. La otra imagen femenina es una mujer desnuda y no sabemos muy bien qué representa. La escultura está situada en el pequeño jardín de la Viceconsejería de Festejos, en las dependencias anexas al Auditorium Carvajal. La escultura no tiene firma alguna, año de elaboración o leyenda con su motivo de composición. La vimos por primera vez en julio de 2014.
Hace tres años la escultura estaba sola, hoy tiene a un lado una vaca pintada de Valdivieso, el artista y politico juvenil del partido popular, que prometió acabar con el modo de gobierno conocido como «imbrodismo», y que consiguió tres espléndidos reportajes en la ya desaparecida revista Interviu. Melilla se llenó de vacas pintadas de colores que luego fueron desapareciendo, al mismo ritmo que la publicación de los reportajes. De todo aquello no queda nada, solo un recuerdo que se va difuminando con el tiempo.
La estatua de la mujer sigue en el mismo lugar, afortunadamente, pero ahora acompañada de una vaca y de una fuente procedente de algún otro lugar que ya nadie recuerda ya. Ahora constituye el entorno más kitsch de toda la ciudad de Melilla. Es imposible saber cuál es el sentido de esa extraña composición, que no puede llamarse artística. Es una acumulación de cachivaches que podría incrementarse en el futuro.
La ciudad se está llenando de estatuas de demonios, como la de Crono, de aviadores en tamaños ciclópeos, de hélices de avión, de cañones y de otros elementos igualmente extraños. Nadie entiende esta nueva política monumental.
Nota:https://elalminardemelilla.com/2014/07/04/escultura-de-una-mujer-desnuda/