Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo y Salomé (Iacobos en griego) se apareció a los cristianos en trances difíciles y desaparece en Melilla desde hace un año. Las misteriosas apariciones y desapariciones de la figura del santo en la capilla que lleva su nombre, está provocando extrañeza y comentarios en los visitantes de la Villa vieja.
La situación de esta nervadura decorativa de estilo gótico sobre la embocadura del túnel y puerta de Santa Ana y tras el emplazamiento de la Avanzadilla, divide a los estudiosos que han dedicado sus estudios a las fortificaciones de Melilla (Bravo Nieto y Rodríguez Puget). ¿Quién la edificó y porqué?, no es algo que pueda tener una explicación definitiva, habida cuenta de que la puerta nueva o de Santiago está algo más allá, sobre el foso homónimo, en parte natural y de fábrica. Terremotos, derrumbes naturales y por motivos bélicos, han transformado continuamente el aspecto físico de la ciudad emergida sobre el peñón rocoso. El poco cuidado de las rehabilitaciones realizadas a partir de 1970, más centradas en el aspecto estético que en el histórico, han eliminado cualquier vestigio original. Todo está reconstruido, transformado, reutilizado, pero con un sentido. La llamada capilla de Santiago, cuya situación original pudo no ser esa, recuerda también a las bóvedas califales, realizadas por artesanos mudéjares en iglesias cristianas.
Santiago era invocado con fines de protección en el año mil, frente al adversario musulmán. Antes de que existieran las palabras actuales, como la referida, había que nombrar las cosas de otro modo. Agar era la esclava de Abraham, madre de Ismael, de cuyos descendientes se forjó el islam, pero como la palabra no existía en aquellos siglos, se les denominaba como agarenos o ismaelitas. Por tanto, los nombres se colocan con varios fines, uno de ellos como protección. En la Melilla de 1500, más allá de los límites de la puerta de Santiago, solo se encontraba el campo exterior o enemigo. Sería pues lógico que alguien que atravesase esa puerta, invocase la protección del apóstol, uno de los más cercanos al propio Cristo. Los nombres también se utilizan para esconder o para sustituir. Los más utilizados para sustituir a los anteriores lugares de culto musulmanes fueron San Miguel o Santiago y Encarnación para las catedrales e iglesias principales.
En la década de 1970, siendo alcalde Mir Berlanga, se rehabilitó la capilla de Santiago bajo la bóveda decorativa de estilo gótico, aunque su construcción fuera en pleno Renacimiento. Se instaló una pequeña hornacina, un suelo decorativo que reproduce la nervadura y algunos otros elementos. Sin embargo, la pequeña imagen del apóstol, suele mostrarse y luego desaparecer, desde hace un año. Melilla es una ciudad en donde no se comunica nada, ni se da noticia alguna sobre qué se hace en las obras relacionadas con la cultura común. Es la gente interesada por su ciudad, la que está atenta a todo y da la voz de aviso. La primera desaparición data de septiembre del año pasado, la última del presente mes.
La hornacina estaba pintada de color azul el año pasado y fue abierta para limpiar los cristales. La imagen puede haber sido retirada por parecidas razones, o por preservarla, dada la inseguridad que suele haber en la zona, tanto por el día como por la noche. Quizá también pueda ser que Santiago está ya desubicado en Melilla.