Contenedores soterrados


                El día a día en la gestión de la ciudad es muy duro. Esta esperpéntica imágen se ofrece a los ciudadanos desde hace un mes. No se saben las causas pero este sistema de contenedores soterrados es el que menos resultados a ofrecido de todos. Por tratarse del centro de la ciudad, se quiso quitar los contenedores de la vista y del olfato de los ciudadanos, pero siendo buena la idea, no ha sucedido lo mismo con el objetivo. ¿Tan difícil es recoger la basura en Melilla?. El centro de Melilla es el que menos población alberga, aunque sí acumula todavía un cierto número de locales de hostelería. Los alrededores de los contenederores soterrados suelen presentar un aspecto algo dantesco. La separación de basuras no se ha llevado hasta su fin último. Solo existen los contenedores azules para papel y cartón y los verdes de vidrio. En Melilla parece que cualquier campaña se queda a medias. El último intento fue el de los contenedores naranjas para los aceites usados en las cocinas. El turista que viene a Melilla y pasea por nuestras ciudad lo hace por el centro urbano y esa es la zona en la que no tendría que existir defecto alguno. Se paga mucho dinero por la limpieza, se invierte mucho en infraestructuras urbanas, y las cosas no pueden estar así un mes entero.

  Nota: https://elalminardemelilla.com/2011/12/21/el-hombre-del-reciclado

El hombre del reciclado


         Prometimos contar historias diferentes y lo hemos hecho. Dijimos que hablaríamos de aquellos que nadie habla, y en la medida de lo posible, lo hemos hecho. La realidad impone muchas veces sus exigencias y nos aparta del camino inicialmente marcado, pero intentamos no olvidarnos de  nadie, ni de nada.

          Francisco Varea, Paco, es el hombre del reciclado. Lo encontré el pasado mes de mayo en plena campaña electoral municipal. Se iniciaba la campaña para la separación de aceite usado, el de la comida, que no el de los coches. Informaba de que los envases de aceite de cocina deberían ser depositados en el bidón de color naranja y para ello, además del folleto, regalaba un embudo. Aparte del hombre del reciclado, es también el hombre de los regalos. Hace unos días lo volví a ver, y esta vez me regaló un bolsa verde, en la que colocar los envases de cristal para bajarlos ya separados a los contenedores de basura, a los de color verde, el de los envases de cristal.

           Debemos concienciarnos para separar la mayor parte de basura posible. No tirar el aceite de cocina al desagüe. Separar el papel y el cartón y llevarlo al contenedor azul y el vidrio al contenedor verde. Paco Varea, el reciclador, nos espera en la puerta de los mercados municipales, o en la puerta de algunos hipermercado, para recordarnos incansablemente, la necesidad de colaborar en la separación de las basuras. También nos espera con sus regalos.