




Marruecos y Melilla en el ojo del huracán
Alrededor de 400 personas, migrantes, mueren cada año en las fronteras de Estados Unidos con México, en las zonas de El Paso, Ciudad Juárez, Texas y Chihuahua, en la denominada como frontera Sur. Las autoridades no suelen informar de las causas de esa muertes, salvo que la mayoría de ellas se producen por exposición al calor. En 2020 la cifra de muertes alcanzó un pico de 650 migrantes fallecidos. Una de las fronteras más peligrosas del mundo es la de la República Bolivariana de Venezuela y Colombia, en donde la tradicional aversión de los países socialistas a permitir la libre circulación de personas, obliga a los ciudadanos a huir por cualquier lugar, exponiendo sus vidas frente a grupos paramilitares, mafias de trata de personas y criminales de cualquier condición. La organización venezolana de Derechos Humanos Fundaredes documentó en 2021, al menos, 317 presuntos enfrentamientos en los estados fronterizos de Amazonas, Apure, Bolívar, Falcón, Táchira y Zulia, en los que 439 personas fallecieron.
Las Guardia Costera de EEUU recuperó hace pocos días dos cadáveres de balseros cubanos, que huían del paraíso revolucionario de la República de Cuba, sin que la noticia esté reflejada en ningún medio de comunicación, ni estimule la reacción de ninguna organización, como las que se han manifestado en Madrid «Contra la Masacre de Melilla». Desde el inicio de año son 39 los cuerpos recuperados por la Guardia Costera estadounidense. Diosmani Ramos Laurencio, era un joven migrante cubano, que murió en enero de 2021 por los disparos de guardias fronterizos, en la frontera de Texas.
Las guerras del Congo o de Sudán tienen a millones de ciudadanos desplazados en los países limítrofes. Cada mes se producen matanzas en campos de refugiados, como las sucedidas en la provincia de Iture, en la República Democrática del Congo, en donde en los últimos dos meses han sido asesinadas casi 100 personas. Las fronteras están controladas por la Cooperativa para el Desarrollo del Congo, que es la que realiza las matanzas. La situación en la frontera de Sudán del sur, es calificada por la ONU (Organización de Naciones Unidas) como horrenda.
La tragedia fronteriza de San Juan
La matanza o la masacre requieren una voluntad de perpetrarlas. En los vídeos obtenidos desde el lado marroquí, se ve una llegada masiva de migrantes al puesto fronterizo de Hardú, provistos de armas de mano. Se ve también a la Gendarmería de Marruecos utilizar material antidisturbios, pero no disparar con armas de fuego sobre los concentrados. Según casi todas las fuentes, la mayoría de las muertes se produjeron por aplastamiento y asfixia en los estrechos pasos del puesto fronterizo del Barrio Chino, cuya puerta fue hundida por aplastamiento. Lo sucedido es una tragedia inmensa, pero al igual que en el Tarajal en febrero de 2014, no hay, ni hubo, una voluntad de perpetrar una matanza o una masacre. Un asalto o avalancha masiva sobre un puesto fronterizo, puede provocar situaciones imprevistas y resultados fatales.
Mientras las migraciones y llegadas masivas de personas, orquestadas por las mafias, sigan siendo campo de batalla político, no habrá solución alguna al problema de la presión migratoria sobre las fronteras de Melilla y Ceuta. La intervención de Marruecos, evitó que más de 2000 centroafricanos entraran de forma violenta en territorio español. Marruecos tiene mas de 2000 kilómetros de fronteras, y soporta una presión migratoria mayor que la de España. El gran problema de la inmigración ilegal en España está en Canarias, y no en las ciudades norteafricanas.
La catástrofe climática está provocando éxodos masivos de población. Los autoritarismos se imponen en democracias recientes (Polonia, Hungría) y en otras consolidadas (Brasil). Antiguos procesos revolucionarios degeneran en dictaduras (Nicaragua) y las repúblicas derivan en monarquías (Siria). El problema migratorio de Ceuta y de Melilla se inicia al sur de Marruecos. Estamos indignados, pero contra qué o quiénes.
Los viejos clichés no sirven. Las organizaciones que hoy se manifestarán bajo el lema de «OTAN no, Bases fuera«, no han sido capaces de condenar la violenta y bárbara invasión rusa de Ucrania. O se actualiza y se genera algo nuevo, o la derechización del mundo no encontrará freno alguno.