


Los idus siempre regresan en marzo
La lógica del Poder es terrible, la de la guillotina implacable. Los socios de gobierno (PSOE-CPM) entre los que ya no existe el guiñol de Ciudadanos, escenifican una guerra cruenta, mientras el PP se dirige hacia ellos como una locomotora Diesel, con huella de carbono incluida.
Si Coalición por Melilla dejar caer a Yeray Díaz, director gerente de Televisión Melilla, estará evidenciando que tiene una pinza con el Partido Popular para aislar y asediar al Partido Socialista que parece ser el enemigo común. Si vota a favor con el Partido Popular estará demostrando la alianza de intereses finales, pero si se abstiene, estará actuando en contra de su socio de gobierno, que ya no lo será desde ese momento, aunque el acuerdo de divorcio solo se firme el 28 de mayo, día de Pentecostés.
Si como parece previsible Yeray Díaz es destituido en el Consejo de Administración de INMUSA que se celebrará a lo largo de este primer día de marzo, los cepemistas no sacarán ningún beneficio de ello, y sí abrirán una herida política en el Consejo de Gobierno que ya no podrán cerrar nunca. Las elecciones están solo tres meses, y la disolución técnica del Ayuntamiento es solo cuestión de semanas. Resulta atractivo pero contradictorio, el firmar un acuerdo político con una formación de izquierdas como Compromís, y luego secundar en Melilla una acción en la que solo tiene interés la derecha popular. Porque los únicos que van a sacar rédito político de esta acción son los populares. Si Coalición cree que le irá mejor con otro director televisivo de consenso, que impondrá el PP, es que no están en este mundo. A tres meses de las elecciones ya no queda otra opción que aguantar, como hace el presidente Pedro Sánchez con sus socios de Podemos. Algún día se tomará nota y analizará la inmensa habilidad táctica y estratégica de este presidente, que no concede una sola baza al adversario político, ni tampoco al disidente interno.
Los socios melillenses de gobierno se comunican las decisiones mediante cartas y a veces ni eso. Muchas veces se enteran por la prensa de sus acciones mutuas, si es que las ofrecen como noticias, lo que no ocurre siempre. Mientras tanto, en los informativos de Yeray suele salir todo y no se hace censura de nada. Se ha pasado de 5 programas de parrilla a 27 en apenas tres años, y eso es dar visibilidad a muchas cosas.
Solo habrá un beneficiario de la salida del director gerente de la televisión melillense, y un único perjudicado. El PSOE podrá sacar rédito de una acción así con mucha facilidad y la gente se está dando cuenta de ello. En los pasados días, el diario El Faro realizó una encuesta sobre el tema, y nadie quiso opinar o posicionarse, lo que resulta muy significativo. El Partido Socialista está en suelo electoral, y mantendrá con facilidad sus 4 diputados actuales. Que nadie se llame a engaños con sus encuestas o quinielas electorales. En pleno tramo final de la legislatura y con las elecciones municipales como único horizonte, es suicida actuar contra el propio gobierno que se comparte. No hay dos al precio de uno (Yeray Díaz y Elena Fernández), la alternativa es ya todo o nada, o sea, un regreso del Partido Popular sin límites, o un gobierno nuevo con bases distintas. El PSOE no va a perder las próximas elecciones, porque estará en sus registros o ampliará su base a costa de otros más próximos.
Si la cabeza de Yeray sube hoy al cadalso político, ya que no se demostrará nada de lo que se le acusa, la recompensa será perder mucho a cambio de nada. Y hay algo más que no se entiende, pero habrá tiempo para descubrirlo. Aquí solo damos cuenta de lo que nadie quiere hablar, como hacemos desde hace 12 años.
Otro caso «Paco Vizcaino», «voto por correo». La red pepera mercenaria es eficaz.
Como una amoladera de grano.
Son varios los amigos que nos han escrito al correo para indicarnos que existía una causa sólida debajo del interés puramente electoral de cesar al director gerente de Televisión Melilla. Agradecemos mucho ese interés por ayudarnos. Hemos escrito lo que hemos escrito después de recabar información y preguntar mucho. Puede que sea la primera ocasión en la que hemos escrito dos artículos casi consecutivos.
Un tema así no podía ser obviado por El Alminar. No alteraremos ni una sola coma de lo escrito ni escribiremos más.
A los autores de la conspiración se les escaparon los verdaderos motivos, aunque contaron para ellos con dos colaboradores necesarios y un motivo pantalla. Ya no volveremos a saber nada más de eso y no tendremos noticias de los juzgados.
En el mejor de los casos eran 3 votos a favor de la destitución, tres abstenciones y deshacía el empate la Consejera de Cultura. En la peor de las situaciones eran 6 votos a favor de acabar con el director-gerente. Coalición por Melilla ha jugado con las dos posibilidades. Una pública y más comprensiva y otra interna (mediante una comunicación) en la que no dejaban lugar a la duda.
La posición de Yeray Díaz era insostenible y la Consejera ya estaba entre la espada y la pared. Sin opciones posibles. La dimisión del propio gerente ha evitado la opción más «sangrienta». El daño hecho es igual y se ampliará con el paso del tiempo.
La gente se pregunta hasta dónde llegarán las tragaderas socialistas, y descubran a la ciudadanía con quién están gobernando, o se decidan a romper el gobierno y que cada uno llegue como pueda a las elecciones.
Cuando el electorado de CPM venga a darse cuenta de las malas artes de su carismático presidente, será tarde y sus votos los llevarán a una coalicción con el PP.
Con esta ya son dos, tres, o más veces, las traiciones de CPM al PSOE.
No todo vale, ya parece haber olvidado lo del «voto por correos», y les volverá a pasar. El PP les traicionará y les dará a comer su propia medicina.