Interstellar en el Perímetro


Interstellar es una magnífica película de ciencia ficción, sobre la 5ª dimensión y la curvatura del espacio-tiempo. Si se pudiese viajar a través de un agujero de gusano, el tiempo no pasaría del mismo modo para el viajero, que para el que permaneciese observando. La película es del año 2014, y dirigida por Crhistopher Nolan. Como en todo en esta vida, hay cosas que solo nos producen un efecto en un momento determinado, y no antes ni después. El horizonte temporal cambia, aunque el espacio físico en el que vivamos sea el mismo. Se puede coincidir aunque alejados en el espacio, o no compartir el mismo tiempo aunque se viva sobre el mismo espacio. Separa el tiempo, no el espacio, y el tiempo puede no ser el mismo, ni su medida.

Este fenómeno ocurre en pequeña escala sobre la carretera perimetral de Melilla, que separa dos realidades físicas muy distintas, las de España y la de Marruecos. A esa carretera de 7 kilómetros de longitud espacial se la denomina como «el perímetro», porque lo es. Cuando se circula por ella y te captura el satélite marroquí, inmediatamente tomas una hora de diferencia con el interior de la ciudad. Esto sucede en la magnitud física medible, pero la distancia podría ser mayor, incluso de siglos, de aplicar otros sistemas, como los calendarios.

El caso es que Interstellar nos ha dado un clave para interpretar y definir lo sucedido en Melilla en la pasadas elecciones de municipales de mayo. El gobierno en ejercicio involucionó, se descompuso, y empezó a rotar descontroladamente, como una nave en ausencia de gravedad, creando un agujero de gusano. Ante la falta de nuevas opciones y pwrspectivas, con toda la legitimidad democrática del mundo, el electorado decidió que el pasado era la única posibilidad de futuro y decidió volver a 2019, para borrar así la realidad de un presente que no tenía que haber sucedido de esa forma, ni era el esperado.

En el caso del Alminar de Melilla el desfase producido es de 4 años, pues llevamos viajando en el espacio y en el tiempo desde el año 2011. No estábamos dispuestos a regresar a ese pasado que dejamos atrás, y seguimos nuestro propio horizonte temporal, que es el del 2023, respetando eso sí, la voluntad soberana del pueblo melillense. Por eso, el 7 de junio comunicamos en una entrada que nos íbamos, que no volveríamos a posar nuestra nave sobre la realidad cotidiana de la ciudad. La lámpara sigue encendida, alumbrado, pero viajando siempre hacia el futuro.

No nos ha ocurrido nada. Seguimos aquí observándolo todo, con nuestro candil situado en lo más alto, para que los que entren, vean la luz. Son muchos y muchas los que nos preguntan, pero no sucede nada malo. Seguimos nuestro viaje, apoyados, amparados y leídos por nuestra extensa y silenciosa comunidad alminarense. Somos también una Odisea en el espacio, y una Stargate (puerta de las estrellas). Todo eso y muchas más cosas están en el perímetro, nuestro horizonte de sucesos.

Nota:https://elalminardemelilla.com/2023/06/07/nos-vamos/