El Alminar tiene ya 10 años. Tiene ritos y temas recurrentes, a los que acudimos año tras año. Uno de ello es el de la higueras, árbol bíblico y mediterráneo. El renacer de las higueras con el inicio del calor en mayo, es un festival para los sentidos. Pocas cosas hay tan reconocibles como el olor de una higuera.
Las hemos seguido desde el mismo centro de la ciudad hasta su confín, y algunas fueron taladas, con toda la intención, porque estaban situados dentro de viviendas y edificios antiguos con patios interiores, que fueron derribados para construir otros nuevos, o no. La más emblemática, la que fue designada como símbolo del Alminar, estaba en el Puente de las Minas del Rif, que no de los alemanes. Al rehabilitar el puente durante más de un año, se la llevaron por delante. en realidad era una pequeña rama, pero muy frondosa y potente.
La higuera solo necesita agua cerca, porque es un árbol de barrancos y de laderas. Hay higueras en la fuente de Trara y en otros lugares y parajes de la ciudad. No suele haberlas en los parques, porque sus frutos atraen muchos pájaros. La del puente del ferrocarril desapareció, pero ha crecido otra en pilote opuesto, en donde está el desagüe del lavadero de coches. La vimos florecer en días pasados y nos embriagamos con su olor. Aunque nadie debe dormir a la sombra de una higuera, aconseja el refrán. Tampoco deben talarse.
La higuera más grande y antigua de Melilla
La encontramos en el año 2012, en el segundo año del blog y desde esa fecha, la fotografiamos muchas veces, y encontraremos las fotografías. Afortunadamente le dedicamos una entrada o un artículo completo, que merecía tanto por su tamaño como por su antigüedad. En donde hay una higuera, se necesitan muchos cuidados, pues es un árbol que produce muchos residuos, y si se descuida el entorno, pueden aparecer roedores. Lo que no esperábamos, tantos años después, es que hay sido talada por completo. No queda nada en donde estaba situada, al pie de la calle del río Nervión, frente a la incineradora. Es mejor talar que cuidar. No podemos datar esta fechoría, aunque podríamos hacer algún pronóstico.
Llevamos un tiempo agitado y necesitábamos un descanso.
Nota: Una higuera centenaria en Melilla | El Alminar de Melilla