Tres imágenes de Melilla


        La colonización del campo exterior de Melilla se extendió durante décadas. Los barrios exteriores estaban separados del centro y de la Ciudad Vieja. La expresión «bajar a Melilla», todavía en vigor en las personas mayores, sigue vigente en el habla melillense y su origen está en la posición distanciada de los barrios. El barrio del Real se conquistó en la famosa campaña de 1909, llena de leyendas y de gestas, como la conquista de «Los Altos del Real», celebrada por toda la prensa nacional, como la mayor victoria de las armas españolas.

       Sorprende también ver la huella verde del cauce del río de Oro, una extensa y frondosa arboleda que recorría toda la extensión de lo que hoy es el barrio del Tesorillo, entonces del General Arizon. También puede apreciarse la deforestación del resto de la ciudad, algo necesario para un territorio bélico, en el que las necesidades defensivas estaban por encima de cualquier otro objetivo. La comarca de Melilla debió ser una zona llena de vegetación abundante y terreno fértil para la agricultura. Los distintos cauces de agua  que confluían en el río central, creaban una extensa zona de tierras cultivables.

      El Cerro de San Lorenzo, cuna de las civilizaciones que pasaron por la ciudad, nunca debió demolerse, y mucho menos para construir una plaza de toros. Eran tiempos en los que a nadie le importaba el pasado púnico o mauritano de la ciudad. Si hubo vestigios de épocas anteriores estaban allí, junto con sus enterramientos. Sin embargo existió una segunda demolición, que se llevó por delante otros muchos vestigios históricos. Esta fue en la década de 1990, para construir lo que en un principio iba a denominarse como Pabellón del Cerro de San Lorenzo. Unas pocas excavaciones para desenterrar algunos esqueletos y se sepultó para siempre la historia de Melilla. Ahora se buscan los vestigios míticos de un pasado, justo en donde ya nada puede encontrarse.

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Melilla sin excavaciones arqueológicas


                                Casa de Oficios, empiezan sin excavar

           Ya han colocado la 1ª piedra de los próximas 26 viviendas de protección oficial que se construirán aquí. No dudamos que ya tienen la certificación negativa de la inexistencia de restos arqueológicos. También tendrán la aprobación de La Comisión de Patrimonio (  la voz de su amo ), pero lo aconsejable era excavar aquí. Razones sobran. No se entienden esas urgencias cuando se trata de solares públicos. En Melilla sólo hay una excavación en vigor, la de la Casa del Gobernador  y llevan diez años (2001-2011) en la misma parcela. Este mismo lunes 19 de septiembre empiezan las obras.

                       Esto es zona roja según la Carta Arqueológica, que sólo es ridículamente secreta en la ciudad de Melilla, y que en los Museos de Andalucía se puede comprar la de cualquier ciudad por sólo 10€.

                     Siempre que ha habido obras en la zona de la calle Villegas o sus inmediaciones, como la antigua Casa de Socorro, han aparecido restos. Aquí los hay seguro porque está claro que el extinto Cerro de San Lorenzo era un monte funerario, del estilo de los kurgan tártaros, de fundación ¿ fenicia? o «cartaginesa»  y  que luego las diferentes culturas que pasaron por la zona lo siguieron utilizando del mismo modo (romanos, árabes), hasta que los ingenieros militares lo dinamitaron en 1920. Quedó un resto que fue machacado antes de 1990 y que albergaba restos de estructuras antiguas muy importantes.

            En Málaga, en Sevilla, ciudades en donde se están realizando obras para las líneas de metro, están apareciendo restos de un modo constante. La diferencia es que en ambas ciudades se excava durante un tiempo determinado antes de que empiecen las obras y si no se encuentran restos o son de escasa importancia, se concede la licencia de obras. En Melilla como mucho se realizan sondeos o prospecciones, que son intervenciones muy limitadas, tanto en superficie como en profundidad, además de aleatorias, por lo que la posibilidad de encontrar algo en en ese tipo de intervención, es muy limitada. La única intervención sugura es la excavación. El caso más sintomático es el del Cine Nacional, en donde se hicieron los sondeos y al final, al excavar en profundidad para hacer la cimentación es cuando apareció el célebre «muerto del Kursaal».

        En el caso del solar de la antigua Casa de Oficios ha habido tiempo de sobra para excavar, de haber querido, pues ha estado en la situación de solar casi dos años. Por mucho que se alegue que allí estaba el antiguo matadero y que el suelo estaba ya posiblemente removido, si se excava en profundidad, seguro que aparece algo y probablemente, aunque no quieran, aparecerán cosas y tendremos un nuevo escándalo.

 

Casa de Oficios. ¿Objetivo arqueológico ?


                                                       ¡ A veces se ven muertos !

              En el solar de la antigua Casa de Oficios de la calle Querol, junto a la Consejería de Educación, van a comenzar próximamente las obras para hacer un nuevo edificio de viviendas de protección oficial. Esta zona era la antigua ladera norte del cerro de San Lorenzo y no haría falta decir que sería obligado hacer unas catas arqueológicas, remover el terreno, por si se localizase algún resto histórico. que se sepa, siempre que se ha hecho algo por las inmediaciones (calle Villegas,Casa de Socorro, edificio de Telefónica, etc), han aparecido algún tipo de restos. Esto se hace en cualquier lugar de España, es más, para que se te otorgue la licencia de obras es preceptivo el informe que acredite haber realizado esas catas o esas excavaciones.

         En 1984,  en la calle Villegas, en unas obras se hallaron, de modo casual, un molino romano, restos humanos y fragmentos cerámicos. También se dice que en las obras del edificio de Telefónica, se produjo algún hallazgo, pero no hay mas datos o modo de averiguar si eso es cierto. El caso es que esto es un solar grande y además es un solar público. No hay prisas ni urgencias especuladoras que motiven el no dar una oportunidad a la arqueología y a la historia de Melilla.

          Se sabe que aquí estuvo el antiguo matadero municipal, que el terreno puede estar ya removido, pero eso serían excusas. Si se busca se encuentra y más en una zona tan sensible como ésta. Por lo menos queda la advertencia, luego que hagan lo que quieran.

  PD: Añado una fotografía de uno de los esqueletos/enterramientos hallados en las campañas de 1984 y 1986, en una zona muy próxima a la de la Casa de Oficios.

El cerro de San Lorenzo


El cerro de todos los muertos

             En 1920 los militares decidieron hacer saltar por los aires el Cerro de San Lorenzo, necesitaban explanar la zona y dieron un plazo muy corto de tiempo para que se pudiese recuperar los vestigios históricos que allí se encontrasen. El entonces Cronista de Melilla y unos pocos voluntarios mas, pero ningún arqueólogo excavan, casi en superficie, y encuentran los afamados restos que conforman gran parte de los restos púnicos del Museo Nacional de Arqueología de Madrid. En Melilla no quedó casi nada importante.

       Se localizaron muchos restos, enterramientos, ánforas y luego se procedió a la voladura del cerro, con todo lo que allí quedase. La historia antigua de Melilla desapareció allí para siempre. Quedó sólo un resto del cerro de San Lorenzo, por detrás de la plaza de toros y que recordamos muchos de los que vivimos en Melilla actualmente. Ese resto de monte se eliminó para hacer el colegio infantil que existe junto a  La Gota de Leche.  En la 2ª de las fotos se aprecia claramente que existían todavía estructuras pétreas de gran interés y valor.

      Debo decir que «ellos», los que reinan en las tinieblas, poseen decenas o centenas de fotografías de todo lo que había allí, pero no las muestran ni dirán nunca nada. Si callan es que otorgan y si ven algunas posibilidad de error en lo que se divulga, entonces replican y lo enmarañan todo, porque manejan las sombras como nadie.

       Las dos fotos que voy a añadir a esta entrada, son del año 1986 o 1988, en las dos campañas de excavaciones que se realizaron allí, y tuteladas por la Dirección Provincial de Cultura. En ambas campañas o excavaciones hallaron restos humanos, fragmentos cerámicos y tumbas de época medieval. Dos años antes ( 1984) , en la calle Villegas,hallaron un molino romano de piedra.

       Lo primero que llama la atención, como siempre, es el espeso silencio divulgativo y de publicación sobre lo hallado o excavado y eso que fueron excavaciones dirigidas por dos arqueólogos, Enríque de Álvaro y Alicia Rodero, respectivamente. Está claro que no divulgan las cosas que no les interesan. Lo segundo que provoca curiosidad es la aparición del adjetivo «medieval» ( así denominaron a los enterramientos localizados en 1986), como si eso quisiera decir algo. Las cosas son romanas,  griegas cartaginesas o púnicas. Si decían medievales o «enterramientos con un acusado carácter oriental», es que estaban ocultando su denominación real, que es o era, islámico o musulmán. En cualquier caso nunca más se supo de lo que allí se encontró.

         Nosotros nos movemos en la conjetura y en la interpretación de los datos, ellos en la certeza, pero aun así, nuestras conjeturas contienen más verdad que sus certezas, esas con las que ocultan la realidad de nuestro pasado.

        PD: Las fotos han sido cedidas por una colaboradora, que en aquellos años vió los enterramientos y decidió fotografiarlos. Todo quedó dormido en los recuerdos y en una caja de fotografías. Una conversación despertó aquel recuerdo dormido y hoy están aquí, a la luz de todo el mundo.