Los coches durmientes


      Basta con pasar, de modo casual por algún lugar determinado, en horas no habituales, para ver un mundo distinto. Cosas que no suceden bajo la luz del día. El mundo es diferente a partir de la tiniebla y durante la noche. Incluso la gente no es la misma.

            No podía imaginar que los coches que pasan a lo largo del día por la frontera de Farhana, cargados de mercancías hacia Marruecos, durmieran en la ciudad, sobre la misma carretera de circunvalación, con la presencia de uno o dos vigilantes.

            Fuegos extraños en las naves del mal llamado polígono industrial, porque solo es una vasta área de almacenaje, con destino al comercio internacional. No es un área adecuada para organizar esos incendios, aunque solo sean por motivos caloríficos. Las noches todavía son frías.

            Acaba e mes de marzo de 2017, con imágenes extrañas y sorprendentes. Para mantener una modesta capacidad de influencia y testimonio, es necesario mantenerse y perseverar. Aunque sea con temas y artículos aparentemente banales. Todo, más temprano o más tarde, acaba teniendo su sentido y su transcendencia. Lo importante es seguir aquí, casi seis años después.

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