La Sentencia, inicia la Semana Santa


                  

                                    El enigma de Poncio Pilato

            ¿Cómo defender a quien niega desde el principio tu autoridad, cómo proteger a aquel que no quiere defenderse, qué hacer con el que ha decidido inmolarse?. Poncio Pilato, gobernador de Judea, es un gran enigma histórico, pues tras su encuentro con Jesús, el Cristo desaparece por completo de la historia. Nada vuelve a saberse de él, y aunque para la historia ha quedado como aquel que no toma decisiones, o se lava las manos ante un problema de esa magnitud, la realidad fue muy distinta.

            Era el procurador de Judea, no podía infringir la ley, ni la romana, que él representaba, ni la espinosa y enrevesada  normativa hebraica, una tela de araña en la que cualquiera podía quedar enredado. Solo contamos con las referencias de los evangelistas, muy escuetas en todos los casos, salvo el texto de Juan. Pilatos consigue algo, y es que Jesús, le considere digno de responderle, algo que no hará con Herodes.

             El gobernador romano tenía frente así a una persona a la que no parecía importarle lo que allí estaba sucediendo, a los sumos sacerdotes judíos dispuestos a cogerle en cualquier error y denunciarle al Emperador de Roma, y por último, a una turba enfervorecida que pedía a toda costa la crucifixión del encausado. La frase de su mujer, Claudia Prócula (la intuición femenina), debía resonar en su cabeza: «No le hagas nada a ese hombre, pues he soñado con él esta noche».

                           Nuestro Padre Jesús ante Pilato, la sentencia

              De modo inesperado, a una procesión pequeña, de un solo paso, le ha correspondido el honor de iniciar la Semana Santa de 2013 en Melilla, tras la controvertida suspensión de La Pollinica y La Esperanza. La talla principal, la figura de Jesús, procede de la isla de Alhucemas, en donde era venerada bajo la forma de «nazareno». Llegó a Melilla en 1945, de la mano de Marcelo Nogales Ruiz. Fue restaurada en 2001 y procesiona bajo la apariencia de un «cautivo». Los nazarenos acompañan el paso, vistiendo túnica blanca y capirote rojo, mujeres en mantilla, banda de música y estandartes,  bajo escolta de la Guardia Civil. Componen un conjunto pequeño, pero digno.

          Nota: «Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará”Mateo 6, 5-7