




El impacto paisajístico de la Cruz del Valle de Cuelgamuros es tremendo, porque se la ve sobrevolar la línea de la montaña desde mucho antes de llegar a Villalba. Sobre qué hacer con ella no se atrevió a proponerlo, ni siquiera Rodríguez Zapatero, y su Ley 52/2007 de Memoria Histórica, que era y sigue siendo una buena ley. Todo lo dejó en manos de un comité de sabios o expertos, que recomendaron nada, o muy poco. Aquel PSOE tenía 164 diputados en 2004 y 169 en 2008, si no se hizo nada es porque no se quiso, pese a las resistencias, que siguen siendo muchas.
Si con alguien hay que comparar a Franco es con Stalin. Ambos fueron dictadores, ambos murieron en la cama, y ambos vencieron en sus guerras civiles respectivas, La diferencia es que en Rusia existió la desestalinización, y hoy en día, nadie se atreve a reivindicar la memoria de Josip Stalin, ni si quiera en Georgia. Su cadáver fue retirado de la Plaza Roja de Moscú, en donde se exhibia de modo impúdico, junto a otro tirano, Lenin, igual de sanguinario, pero mucho menos brutal, tal y como dejó escrito Vladimir Ilich, fundador del Estado soviético de 1917, en su testamento. El cadáver de Franco también fue retirado de la basílica del Valle. Hasta en esto son similares.
La desfranquistización y el Valle de los Caídos
En España no ha existido nada parecido a la desfranquistización, un proceso que debería haberse llevado a cabo en la década de 1990, con ocasión de la Exposición Universal de Sevilla y las Juegos Olímpicos de Barcelona, ambos en 1992. Hubiese sido el momento idóneo, con mayorias muy holgadas del socialista Felipe González. El también socialista Rodríguez Zapatero gobernó con mayorías suficientes y promulgó la 1ª Ley de Memoria, pero dejó en manos de Autónomías y Municipios la tarea de desfranquistizar la monumentalidad franquista, con desigual resultado. La Ley 52/2007 no se desplegó, ni de dotó de fondos económicos para su desarrollo y evolución.
El futuro del Valle de los Caídos
A pesar de una 2ª Ley de Memoria, y de haber retirado el cadáver del dictadores Franco, al igual que el de Stalin, el gobierno de Pedro Sánchez, el presidente socialista con la mayoría más exigua de diputados (121), ha dejado en manos de los ciudadanos el debate y la argumentación sobre qué hacer con el Valle y la imponente Cruz de Juan de Ávalos, escultor extremeño exiliado, autor de las emblemáticas esculturas de los evangelistas y de la propia cruz, que es monumental y no tiene carácter sagrado.
En dias pasado y desde la red social X, el perfil Guerra en la Universidad, que entre otras cosas llevó a cabo las excavaciones de los barracones de trabajadores forzados del Valle, en esto también se asemeja el franquismo al bolchevisno, propusieron la voladura con dinamita, de la Cruz, algo no aconsejable, después de la demolición del Cerro de Los Ángeles de Getafe, el 7 de agosto de 1936. Se trata de no repetir errores ni de asemejarse a nada de lo que sucedido entre 1936 y 1939.
Propuesta sobre el Valle
Como siempre, la nomenclatura ha copado la dirección de la conmemoración de los 50 años de Democracia y no ha acertado ni en el nombre. Hay muchas y buenas iniciativas, que corren el riesgo de diluirse si no se les da la repercusión adecuada. Pero hay que proponer algo, desglosamos la iniciativa del Alminar de Melilla:
Cambio de la titularidad y propiedad del conjunto monumental, que debe quedar bajo la administración del Estado. Resignificación completa del monumento y cambio de nombre. Declaración como Cementerio Civil del Estado, que proteja los restos humanos allí trasladados. Muchos no podrán ser identificados nunca. Identificación de fosas comunes, creación de un banco de datos nominal de víctimas de la Guerra Civil, tanto de bajas militares, como de víctimas extrajudiciales. Anulación de sentencias, búsqueda de desaparecidos, compensaciones económicas y reparaciones individuales.
Asignación permanente de dotación económica y creación de un Patronato Permanente de Investigación sobre Memoria Histórica del Estado, con catálogo de puestos de trabajo al que se acceda por el sistema de oposición.
Se ha tardado demasiado en llegar a este punto. La desfranquistización es el paso definitivo y necesario y todavía no se ha llevadoa cabo.







