Aves en el río de Oro


        La presencia de aves junto a la desembocadura del Río de Oro, proporciona imágenes más bellas y relajantes que cualquier intento o proyecto de cubrir la zona con cemento. Son aguas estancadas, que la depuradora no ha conseguido tratar. A poco que hubiese algo de eficacia en su gestión, y se consiguiese acondicionar la zona y mantener limpias las aguas remansadas,  la desembocadura del río melillense podría ser un espacio de relación con la naturaleza. El ciudadano melillense solo convive con el asfalto y el cemento. El contacto con la naturaleza está anulado o es completamente artificial, como el espacio de La Granja Agrícola. No se ven seres vivos en estado salvaje en nuestra ciudad. Por eso, la presencia de estas aves, aunque se trate de aguas sucias, resulta más gratificante, que cualquiera de los proyectos que tenía preparados para la zona y que afortunadamente, de momento, no es posible llevar a cabo.

     Todas las mañanas, en las primeras horas del día, la aguas embalsadas de la desembocadura del río, se llenan de aves. Se trata de una estampa muy agradable y necesaria. La de la naturaleza.

La patella ferruginea de Melilla


                                   Cuando la naturaleza detiene el imperio del cemento

      «La ampliación del Puerto de Melilla será una realidad con Mariano Rajoy». ¿Se acuerdan de esta frase?, nosotros sí.  La realidad ya se ha visto cual es, no nos vamos a detener a explicarla. Se trataba de un gran engaño, uno más. Hoy ya solo es un espantapájaros abandonado en medio de un campo yermo o en barbecho. Algún golpe de viento vuelve a agitarlo y da la sensación de estar vivo. Todo lo más asusta a  un pájaro descuidado.

                   La patella ferruginea de Melilla o lapa gigante  es un gasterópodo marino, endémico en nuestras costas y en el Mediterráneo  occidental. También hay mucho escrito sobre ella. El caso es que este pequeño molusco univalvo, aunque grande para sus especie;  ha detenido él solo la quimérica ampliación del Puerto de Melilla, que algunos se llegaron casi hasta creer. La naturaleza a veces obtiene algunas victorias, aunque eso sí, ayudada por grupos ecologistas locales como Guelaya, o la plataforma de Equo.

                 Melilla tiene la 2ª población más importante del todo el Mediterráneo de la lapa ferruginea o gigante, aunque esto no son cosas que interesen a los reyes del cemento en nuestra ciudad. Es una especie absolutamente protegida que aquí se querían cargar. Hoy ha hecho un buen día de calma de levante en nuestra ciudad. Muchos melillenses hemos podido pasear por el espigón del dique sur, otros darse baños, pescar o mojarse por primera vez las aguas marinas. El agua estaba todavía limpia después de tantos días de viento de poniente y se podían realizar bonitas fotografías, que aporten un poco de calma en el siempre complicado ambiente político de la ciudad. Siempre es necesario poner un dique entre los siempre presentes problemas cotidianos y el espíritu. A veces hay que detener el curso de las cosas a nuestro alrededor, aunque solo sea por un instante.

               Nota: https://elalminardemelilla.com/2012/05/12/entre-la-realidad-y-la-quimera/