




Belgrado y los gerontócratas airados
En estos días se habla mucho del serbio Novac Djokovic y todos opinan sin saber demasiado del asunto. La información emitida viene contaminada y la realidad para deportistas de élite es diferente. Sin embargo esto nos da motivo para regresar a Belgrado, la capital de la antigua Yugoslavia, hoy solo de la República de Serbia, y contar algunas cosas que parecen ya olvidadas.
En abril de 1999, las fuerzas de la OTAN bombardearon una capital europea, Belgrado. Fue la primera ciudad bombardeada desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, y el 2º bombardeo que recibía la ciudad yugoslava, desde el efectuado por la Alemania hitleriana en 1941. Ningún jefe de Estado Europeo ha respondido por lo que hoy se considera como podría considerarse como un «delito de guerra», pues en Belgrado murieron más de 500 civiles serbios, aunque la excusa es que se buscaban solo objetivos militares, lo que siempre es mentira. En Novi Sad bombardearon refinerías. Todo estaba relacionado con la guerra de Kosovo, la última de la ex Yugoslavia.
Ver a Josep Borrel, un gerontócrata airado, como alto representante de Seguridad y Exteriores de la Unión Europea, amenazar a Rusia por lo que todavía no ha pasado en Ucrania, asusta. Ver a la alemana Úrsula Von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, hablar sobre la seguridad e independencia de Ucrania, con lo que hicieron allí las fuerzas militares alemanas entre 1941 y 1944, estremece. Los intereses económicos que dirigen el mundo, destruyen países de modo implacable. Ese fue el caso de la Federación multiétnica y polirreligiosa de Yugoslavia
La iglesia ortodoxa de San Marcos en Belgrado
La Iglesia Ortodoxa oriental nunca aceptó la reforma Papal del calendario juliano, por lo que su calendario litúrgico difiere del católico romano en 15 días. La iglesia ortodoxa es autocéfala y nacional. Esto quiere decir que cada uno es independiente, y la relación entre sus máximos representantes es entre iguales. Por eso no aceptan y consideran herética la primacía del Pontífice de Roma. Ese es uno de los grandes escollos para la unidad entre las dos principales iglesias, entre otros muchos.
El caso es que el pasado 7 de enero fue el día de Navidad en Europa Ortodoxa. Hoy, gracias a los contactos de internet, podemos entrar en un templo ortodoxo de la Iglesia ortodoxa de Serbia, la de San Marcos evangelista en Belgrado. No hay imágenes, solo iconos, porque las representaciones en volumen tridimensional son también consideradas heréticas en el mundo ortodoxo.
No hay confesionarios en las iglesias ortodoxas, todo el espacio es diáfano y luminoso. La pederastia es el gran pecado de la Iglesia de Roma, que la está devorando sin que todavía se vea el fondo. No hay nada parecido en la sufriente iglesia oriental. Son muchas diferencias. La Iglesia de Serbia, la 6ª de las iglesias autocéfalas, está regida por el Patriarca Porfirio. La intervención europea en Kósovo multiplicó la violencia. Mas de 200 iglesias y monasterios ortodoxos fueron destruidos y muchos sacerdotes asesinados.