Jose Antonio sigue, ¡¡ Presente !!, en sus muros
Los imponentes muros de la catedral de Almería tienen en sus muros las huellas de su historia, principalmente la del Gran Terremoto de Lisboa, que dejó una enorme grieta en su muro Norte y que la recorre de abajo a arriba. Poco más allá y en dirección al barrio de La Almedina están las bocas de león y la estatua del Obispo mártir de Almería Diego Ventaja, natural de Ohanes. Esas son vicisitudes históricas que ennoblecen la historia de un templo, o la de cualquier otro lugar. Hay acontecimientos, sucesos que blasonan un historia y otros que actúan de baldón.
Jose Antonio, «el ausente oficial» de la Dictadura de Franco, nombre de obligado recuerdo y obligada inserción en todos los muros de iglesias de España. Hoy ya no cabe ninguna duda de que fue uno de los responsables ideológicos del clima de violencia política de la derecha de La República y uno de los instigadores del Alzamiento. Su presencia en los muros de la catedral de Almería es del todo inmerecida. Su nombre, afortunadamente, ha desaparecido de casi todas las calles e iglesias de España y también ya resulta un desconocido para la mayoría de los jóvenes españoles. Salvo algunos nostálgicos, ya nadie reivindica su recuerdo.
Almería ha hecho una gran labor de desfranquistización, sólo persiste el nombre de la calle «Llano Amarillo» y es probablemente por desconocimiento. En la mayor parte de las iglesias de España, los nombres de «los caídos oficiales» estaban sobrepuestos en placas de mármol o bronce, que fueron retiradas sin mayor problemas. En los que estaban solamente pintadas tampoco hubo problemas para hacerlas desaparecer. Sin embargo, en la catedral de Almería, la piedra original del muro fue labrada, por lo que ha dejado una cicatriz permanente, inmerecida con el pasado y la historia de Almería. El daño es importante y casi imperecedero, pero hoy hay medios técnicos suficientes para hacer desaparecer esa cicatriz de la catedral de Almería.


No sabríamos qué habría pasado si José Antonio no hubiese sido asesinado. De cualquier manera en Granada también sigue la fachada de la catedral conmemorando al «eterno ausente». La única catedral que no tiene ese pintarrajo en sus muros ni lo tuvo nunca es la Catedral de Barcelona, y sólo por eso ya merece mi admiración
Desconocía que la Catedral de Barcelona no hubiese colocado las placas obligadas del «ausente», hecho que es efectivamente merecedor de elogio. En cuanto a Jose Antonio, por la fecha en la que fue «ejecutado/asesinado» en una farsa de juico, ya poca influencia tenía sobre los acontecimientos. Lo dijo el mismo Emilio Mola, ante los negociadores republicanos, que iniciado el Golpe de Estado del 18 de Julio, ya era demasiado tarde para cualquier negociación. Solo añadir que el Gobierno de La República intentó impedir la ejecución de Jose Antonio y que a la larga, el que más rendimiento sacó de aquello, fue el propio Franco, pues de una u otra manera, murieron todos los que le podrían haber hecho frente ( Mola, Fanjul o el propio «ausente»).