- Buscando en la basura
- Tejas árabes, Museo de Melilla
- Ascensor ciudad vieja
El domingo siguiente al de Resurreción, es designado como el de «La Misericordia divina». Después de muchas semanas, ha sido una mañana apacible y soleada en Melilla. Hoy llegaba a nuestra ciudad un crucero finlandés y los pocos turistas que se animaban a subir hasta la ciudad vieja, se encontraban con los museos abiertos, había ampliado su horario para acogerlos. Los comercios del resto de la ciudad permanecían cerrados a cal y canto.
Algo sigue faltando en la parte vieja de la ciudad, y eso que el quiosco de bebidas de la plaza de Estopiñán estaba abierto. Un grupo local de música ofrecía un concierto de rock y amenizaba la mañana. El entorno sigue resultando algo desangelado. la vida en Melilla La Vieja sigue resultando tan dura como hace siglos.
El ascensor estaba cerrado, algo inexplicable. Al haber convertido el almacén de La Florentina en una exposición permanente, con el resto de la muralla árabe, pero sin independizar del ascensor, ocurre que la falta de personal, o cualquier otra contingencia, obliga a cerrarlo todo. Intentamos bajar junto con unos turistas finlandeses, y todos nos vimos obligados a buscar otras rutas de evacuación, ellos por los túneles y nosotros por la Puerta de La Marina, vía calle de San Miguel.
Había poca gente deambulando por la parte vieja de Melilla. Sigue resultando poco atractiva para los ciudadanos, o quizá sea que los cuatro siglos de duro encierro entre sus muros, parecen haber creado un rechazo inconsciente hacia la misma. Allí no se sube, salgo que sea necesario. Por lo menos, ahora es visitable, con sus diferentes museos, incluso con cierta oferta de hostelería.
Los olores procedentes de las cocinas del restaurante allí instalado, y los procedentes de las casas, contrataban con el de unos jóvenes, ¿Menas, menores no acompañados?, que sin molestar a nadie y con una botella de refresco, hurgaban entre los contenedores, buscando algo de comida. Salieron de la ciudad vieja, por la Puerta de La Marina, algo antes que nosotros, y al cruzarse en su camino con un vecino del «pueblo», sin que mediara causa, recibieron un feroz insulto racista.
Los pobres atacando a los pobres. Los pobres considerando que otros más pobres que ellos constituyen un problema para ellos. Esta es la herencia feroz del capitalismo desalmado y criminal. Siempre que se rechaza a un pobre, se comete el mayor de los pecados.
Nota: No hay carteles con información turística sobre horarios de apertura o detallando qué es cada cosa. No hay rótulos en ningún idioma que no sea el español. Incomprensible en una zona supuestamente turística.



El ascensor SÓLO funciona durante un fin de semana al año…. para el Mercado Medieval…. el resto del año… puerta de la marina o cuesta de la florentina….
Este, se supone, que es el horario del ascensor…. cuando funciona…
