Asalto al Fuerte de Camellos


          Las ciudad se está llenando de edificios en deficiente estado de conservación, e infrautilizados. El Fuerte de Camello es un lugar tétrico, que sirvió de prisión a lo largo de su historia, y sobre todo durante el inicio de la Sublevación Militar de julio de 1936. Los falangistas sacaban de este lugar a los presos, con el visto bueno del comandante general Soláns, y los tiroteaban en cualquier lugar de Melilla, preferentemente en las faldas del cerro de Camellos.

                   Este fuerte podía ser un espacio para «La Memoria Histórica», pero en la actualidad solo es utilizado por la Asociación de Sordos de Melilla, y por el Orfeón padre Victoria. Hasta hace unos años lo utilizaban los integrantes de la asociación de palomas deportivas. Tiene una zona ajardinada en total estado de abandono, y una zona de recreo con barbacoas de obra. En 2011 estuvimos por allí, y cuatro años después, la situación empeora.

                  Melilla dispone de poco dinero libre. Su abultado presupuesto se compone de las partidas transferidas, de gastos de personal y de estimaciones de recaudación. Las obras que se llevan a cabo son de partidas destinadas a fines concretos, y claramente se malgastan, coso del Barrio del Real en donde se han tirado dos millones de euros al suelo. Todo es ficticio.

                    En la ciudad puede haber una cantidad de personas no cuantificada, que deambula de un lado para otro en busca de refugio temporal. Es la Melilla de los sin techo. Los edificios vacíos y abandonados resultan un punto de atracción para este tipo de residentes. Los lugares de aspecto descuidado, como el Fuerte de Camellos, también llaman  a las pernoctaciones ocasionales. Este parece se el caso del fuerte, parte de cuyo vallado está derrumbado. El foso no es demasiado profundo, y la gente que vive en la calle suele ser ágil.

     La ciudad de los 200 millones de presupuesto, solo tiene  un pequeño albergue para los deambulantes, merodeadores y personas sin techo. La invisibilidad de la pobreza es ya un hecho y un mandato. Pocos/as  escriben o hablan de ella, y quien lo hace, como Cáritas o la Red Española contra la Pobreza (EAPN), suelen recibir amplias críticas y descalificaciones.

        Nota:https://elalminardemelilla.com/2011/12/01/el-fuerte-de-camellos/